20 abr 2022

Ein unerwarteter Abschied

Para quienes no conozcan la lengua de Goethe, el título de la entrada viene a ser "Una despedida inesperada". Y es que en eso consiste este último post, en mi despedida de los blogs y el cierre definitivo de Das Bücherregal. Hasta ayer mismo no me lo había planteado seriamente, pero también mentiría si dijera que seguía subiendo las reseñas con el mismo entusiasmo de hace un lustro. Tengo que admitir que 2021, con ese reto absurdo autoimpuesto de leer y reseñar más de cien libros, se me hizo muy largo, de manera que en algún momento del año pasado escribir en el blog empezó a resultarme una obligación más que un entretenimiento. A pesar de que había decidido no presionarme durante este año, esa sensación todavía me dura. En lo que va de 2022, escribir la reseña de mi última lectura se me ha hecho muy cuesta arriba en la mayor parte de las ocasiones. Así que era solo cuestión de tiempo llegar al límite del hartazgo. Y eso ocurrió ayer. Pero la gota que colmó el vaso la puso Google.

Desde hace algo más de dos años (puede que tres incluso), cada vez que me conecto a Blogger recibo un email de Google avisándome de que hay un intento sospechoso de acceso a mi cuenta desde un dispositivo no reconocido. En ese mismo email se me informa de que si el intento de conexión es legítimo, lo siguiente que debo hacer es registrar el dispositivo en cuestión como un equipo autorizado. Ni que decir tiene, he estado ignorando esos emails desde el primer día en que los recibí. ¿Dispositivo no reconocido? ¿Te refieres al mismo portátil que llevo usando desde hace siete u ocho años, Google querido? No tengo ganas de indagar en cuál es el objeto de esta estrategia. Supongo que hay un lógico interés comercial, de fidelización, o puede que incluso un propósito real de garantizar seguridad a sus usuarios. Pero si habéis estado atentos estos doce años, ya sabréis de mis simpatías por el neoludismo y de mi rechazo a las tecnologías de la información y al (tecno)capitalismo. Así que en ningún momento me había planteado registrar el portátil como dispositivo autorizado. Lógicamente el usuario final tiene muy pocas posibilidades de vencer a un gigante tecnológico como Google, que ayer intensificó su ataque. Cuando intenté abrir sesión en Blogger recibí lo que yo pensé que era el email de siempre, pero no, había un detalle nuevo: la cuenta se había bloqueado por intento de acceso indebido y Google me obligaba a hacer una autenticación en dos pasos usando el móvil (autenticación multifactor que la llaman en el mundo TI). Y ya ahí dije basta. Bueno no del todo, porque evidentemente para subir este post he tenido que pasar por el aro.

Resumiendo, Das Bücherregal termina aquí. Ha sido un placer formar parte de la blogosfera de reseñas de libros durante estos años. Si miro hacia atrás la sensación que me queda es muy reconfortante, muy satisfactoria. Ni que decir tiene, he tenido opción a leer decenas y decenas de libros que venían recomendados desde vuestros blogs y cuya existencia muy probablemente nunca habría conocido si no fuera por tener esta presencia en Internet. Pero de igual forma, miro hacia adelante ahora que me voy y estoy igual de contento y satisfecho con esta decisión. Y aliviado, porque de verdad que ya no me lo estaba pasando bien.

Por no dejaros con la intriga de saber qué me ha parecido El nombre del mundo es Bosque, os diré que me ha gustado pero que es bastante maniqueo. Y muy hominidocentrista, que es una extensión del concepto de antropocentrismo para incluir todas las especies de homínidos inteligentes que pueblan el Ekunem. Y como no podía ser de otra forma, especista, porque ha de quedarnos muy claro que donde quiera que haya un humanoide bípedo e inteligente, el resto de especies animales se verán sujetas a sus caprichos, aunque sea en un millón de años en el futuro en galaxias a cientos de años luz de la nuestra.

Eso es todo. Muchas gracias a todos por la atención prestada y los buenos ratos pasados, y adiós

15 abr 2022

Cuentos escogidos - Shirley Jackson

Aunque el título de este tomo es Cuentos escogidos, además de ocho cuentos incluye tres textos de no ficción que tratan sobre diferentes temas relacionados con el acto de escribir. Los temas son variados aunque hay un tono general de costumbrismo mid-century aderezado en muchas ocasiones (pero no siempre) con elementos de terror/fantástico. Hay algunos relatos que me han parecido muy buenos y otros un poco más reguleros, hasta el punto que me han hecho cuestionarme cuál podría ser el motivo por que han sido seleccionados, porque lo que es a mí se me escapa.

Os dejo a continuación los títulos incluídos con una puntuación personal que empieza por un 'psché' (*), sigue por un 'está bien' (**) y termina por un 'me ha encantado' (***). Ojo que solo evalúo los cuentos, no los textos de no-ficción.

  • El amante demoníaco (***)
  • La bruja (*)
  • Después de Usted, mi querido Alphonse (**)
  • Charles (*)
  • Siete tipos de ambigüedad (*)
  • La muela (***)
  • La lotería (***)
  • Experiencia y ficción
  • La noche en que todos tuvimos gripe (*)
  • Biografía de una historia
  • Notas para un joven escritor
También es verdad que una vez he llegado a los textos ensayísticos me he dado cuenta de que es necesario cierto contexto histórico para entender el impacto que estos cuentos de Shirley Jackson pudieron tener en su momento. Es verdad que al lector contemporáneo ciertas características del estilo de esta autora nos pueden resultar de lo más habitual, en especial esa querencia suya por lo raro y lo espeluznante, cuyo efecto más directo es la ausencia de justificación de los hechos que se narran. Por lo que leemos en 'Biografía de una historia', esto causó un revuelo tremendo con la publicación del clásico 'La lotería' en 1948. Por tanto, visto así hay que reconocerles el mérito a la hora de ir rompiendo moldes narrativos y ampliando las posibilidades de la ficción.

11 abr 2022

La cita - Katharina Volckmer

La contraportada de La cita se abre con este resumen:
Una joven alemana residente en Londres acude a la consulta de su médico, el doctor Seligman. Durante la visita empieza a hablar y sigue hablando y no para de hablar... El resultado es un torrencial monólogo en el que la chica habla sin tapujos mientras el médico la examina y ella ve tan solo la parte superior de su cabeza.
De esto trata esta novela corta de poco más de 130 páginas escrita por Katharina Volckmer, que también es una joven alemana residente en Londres. ¿Y de qué habla su alter ego literario? Pues de muchas cosas, algunas tremendamente actuales (o quizás más bien eternas), como la familia, la maternidad, el machismo, los roles de género, la sexualidad o el feminismo; otras podrían parecernos superadas pero nada más lejos de la realidad, de hecho más de 75 años después de su finalización siguen condicionando la identidad alemana: su responsibilidad en la II Guerra Mundial (se podría trazar un paralelismo obvio con la Guerra Civil Española).

El soliloquio de la protagonista es ágil, mordaz, divertido, irreverente, crudo, revelador. Las reflexiones que Volckmer nos hace llegar a través de esta mujer cuyo numbre no llegamos a saber me han parecido muy agudas y acertadas, y he disfrutado mucho de este librito que se lee en una sentada o poco más. Ahora bien, las notas de la contraportada también apuntan que el «tono vehemente y visceral» del texto «no [está] muy alejado del de Thomas Bernhard». En mi opinión se trata de una afirmación cogida con alfileres incluída como reclamo comercial sin base real. Porque el texto de Volckmer carece de la densidad, desesperación y horror característico del autor austriaco. Insisto en que la novela me ha parecido absorbente, pero compararla con Bernhard no le hace ningún favor.

7 abr 2022

Fuera de quicio - Karen Joy Fowler

Cuando Rosemary Cooke tenía unos 5 años su hermana Fern desapareció. Años después, cuando su hermano Lowell cumplió 18 años, se marchó de casa sin avisar, perdiendo el contacto con ella y sus padres, excepto por alguna que otra postal enviada de cuando en cuando desde diferentes lugares del mundo. A raíz de lo sucedido, la alegre y parlanchina Rose pasó a ser una chica muy callada y reservada, siempre tratando de pasar desapercibida y guardándose su opinión. Y por supuesto a sus padres también les afectaron estos acontecimientos. Su madre padeció una depresión y su padre tuvo problemas con el alcohol. Es en 1996 cuando conocemos a Rosemary, siendo una estudiante de la Universidad de California, en Davis. Han pasado 10 años desde que vió por última vez a su hermano y 17 desde que desapareció su hermana. Sin esperarlo un día Lowell se presenta en su apartamento de estudiantes, con lo que ella se verá obligada a afrontar esos dos sucesos tan traumáticos sobre los que ha evitado pensar prácticamente desde que ocurrieron.

Tengo la sensación de que Fuera de quicio es una de las novelas más asombrosas y absorbentes que he tenido la suerte de leer este año. Ya sé que estamos a principios de abril y que quedan muchos meses por delante para terminar 2022. Pero es que creo que va a ser muy difícil superar este libro. No solo por los temas que trata, en los que entraré un poco más adelante, sino por la habilidad con que Karen Joy Fowler ha construído una historia desde el centro de la misma. Y es que el grueso de la narración, relatada en primera persona por Rose, transcurre cuando la protagonista tiene algo más de veinte años y tiene que enfrentarse a un buen montón de realidades propias del mundo adulto, casi todas ellas tristes, amargas y descorazonadoras, pero totalmente imprescindibles para poder continuar viviendo y desprenderse de todo el dolor que tiene bloqueado dentro y le impide crecer. Desde ese punto temporal intermedio, la autora salta hacia atrás para ir revelándonos cada vez más información sobre la infancia de Rose y a medida que vamos avanzando y se va encauzando el conflicto inicial, veremos su resolución cuando la protagonista cuenta con cuarentaipocos años.

En más de un sitio he leído que es preferible no leer ninguna reseña sobre este título antes de empezarlo porque podría revelar aspectos de la trama que conocidos de antemano, destrozan la magia de su lectura. No puedo estar más de acuerdo con esa propuesta y estoy haciendo un esfuerzo muy consciente para no ser yo quien lo fastidie. Y es que la acción está llena de golpes de efecto, tan chocantes y sorprendentes que te noquean según van apareciendo. En especial hay una gran revelación en la página 85 que dota de un sentido totalmente inesperado al drama familiar. Es justo reconocer que viene precedida de bastantes pistas que Fowler va dejando muy sutilmente aunque yo no las he pillado, ¡qué le vamos a hacer! Ahora bien, justo al llegar a ese punto he entendido por qué ciertos pasajes me causaban extrañeza.

A los problemas de la familia Cooke y los aspectos propios de Bildungsroman hay que sumar un inequívoco y contundente alegato antiantropocentrista que cuestiona la ciencia y sus métodos de experimentación con animales. En efecto el padre de Rose es un reputado psicólogo experimental, así que este enfoque está perfectamente integrado en la historia, hasta el punto de ser uno de los motores que la hace avanzar. Por más que los mismos sean perfectamente contrastables, los datos que Fowler aporta para hacernos ver las infamias a que sometemos a los animales en nombre del progreso científico van a provocar que más de un lector la tache de exagerada, incluso de mentirosa. A la mayoría le provocará disonancia cognitiva, ya que por su insensatez y crueldad resultan imposibles de creer. Pero tampoco os asustéis, no estamos ante un ensayo y no creo que haya más de tres o cuatro breves enumeraciones wikipédicas de información al respecto. La novela tiene un final tremendamente agridulce que intenta redimir algo del sufrimiento por el que han pasado los Cooke. Un cierre maravilloso que viene a resumir la ruindad y la nobleza que son inseparables de la naturaleza humana.

3 abr 2022

Radio libre Albemut - Philip K. Dick

Berkeley, California, a finales de los 1940s. Nicholas Brady solo estudió un par de meses en la universidad de dicha ciudad porque se negó a seguir un cursillo de instrucción militar obligatorio por aquel entonces. Ese arriesgado y precoz gesto antimilitarista le puso en el punto de mira ante una sociedad profundamente anticomunista. En una tienda de libros que frecuenta entabla amistad con uno de los dependientes, Philip K. Dick, un autor de ciencia-ficción que está empezando a vender sus primeros cuentos. A principios de los 1950s Nicholas empieza a experimentar unas visiones que según le es revelado, proceden de una entidad extraterrestre que decide llamar Sivainvi (acrónimo de Sistema de Vasta Inteligencia Viva). Comparte la existencia de estas experiencias paranomales con su amigo Phil, confiando en que su bagaje como escritor de ciencia-ficción pueda ayudarle a ponerles algo de sentido. Con el paso de los años ambos empezarán a sospechar que dichas visiones pretenden ayudar a derrocar a Ferris F. Fremont, quien ha accedido a la presidencia de los EE.UU. tras los atentados a varios presidentes y candidatos, dando lugar a una deriva totalitaria en el país que no lo diferencia demasiado de la Unión Soviética.

Quien esté familiarizado con la biografía y/o la obra de Philip K. Dick advertirá rápidamente que Radio libre Albemut noveliza las experiencias paranormales que este autor padeció durante gran parte de su vida. Efectivamente, el libro relata de una forma sorprendentemente original y madura las mismas visiones que sus fans recordarán de Valis (que es el acrónimo inglés de Vast Active Living Intelligence System). Sin embargo, lo que en esta última era una exégesis desquiciada de la visión gnóstica de Dick tenía de Dios, se transforma aquí en un argumento perfectamente planeado y orquestado que recoge exactamente las mismas ideas. Así, los elementos autobiográficos sobre revelaciones asombrosas, paleocristianismo y misticismo se mezclan con una trama típicamente dickiana sobre totalitarismos y conspiranoias herederos de la tensión entre los dos bloques de la Guerra Fría.

Sin duda merece mención especial el giro metanarrativo del texto, con el propio Dick como uno de los personajes principales. Destacaría la fina ironía y el humor con que se trata a sí mismo: por un lado quiere transmitir la imagen oficial de escritor muy concienciado con la situación política de esos Estados Unidos ucrónicos que se han separado de la realidad de conocemos con la elección de Fremont; pero por otro deja bien claro que el mundo le conoce como el escritor de ciencia-ficción rara que hace apología de las drogas, cuestión a la que vuelven una y otra vez tanto él como los demás personajes. Por cierto que además de las visiones, también es fácil reconocer otros elementos autobiográficos relacionados con el mundo de la droga que ya aparecían en Una mirada a la oscuridad. Por último solo me queda reconocer mi admiración por la habilidad con que el gran PKD consigue compatibilizar las Sagradas Escrituras con sus (¿aparentemente?) disparatadas visiones provocadas por aliens del espacio profundo, pero bueno también es cierto que esto podría interpretarse como una crítica a la profunda ambigüedad de la Biblia, capaz incluso de dar cabida a una lectura en clave ciencia-ficción.

La contraportada de la edición de Ultramar nos informa que esta novela fue encontrada tras el  fallecimiento del autor y publicada póstumamente. Me ha parecido tan absorbente y bien construída que no puedo evitar pensar qué otras maravillas podria haber escrito de no haber muerto con tan solo 53 años. Recomendadísima y super fácil de encontrar en las librerías de segunda mano por un par de euros o menos.

30 mar 2022

Middlemarch - George Eliot

Hace ya unos días que terminé de leer Middlemarch. Me ha dejado tan agotado que ningún momento me ha parecido adecuado para escribir la correspondiente reseña, así que con la clara intención de quitármela de en medio ha resultado esto que os disponéis a leer. Y no es que no me haya gustado, al contrario, prueba de ello es que he estado casi dos semanas en plan hormiguita dando cuenta de ella un buen rato todos los días. Pero también tenemos que reconocer que los gustos cambian con los tiempos y no se puede negar que estamos ante una novela decimonónica arquetípica de desarrollo lineal, personajes y acciones realistas, sobreabundancia de explicaciones y marcada intención didáctica. Y que no se nos olvide: casi 900 páginas en la edición de Alba. Conste que George Eliot domina a la perfección la narración y tiene una habilidad extraordinaria para diseccionar el comportamiento humano, regalándonos unos análisis y unos símiles muy agudos. De hecho podría decirse que estamos ante un compendio exhaustivo de los actos y pensamientos que nos caracterizan como especie, despreciables en su mayoría y nobles solo en contadísimas ocasiones. Además el personaje principal, la joven Dorothea Casaubon (de soltera Brooke), es una proyección de las ideas progresistas de la autora, ya que ansía un conocimiento y una libertad de acción que estaban vedadas a la mujer en aquellos días. Pero, pero, pero, a pesar de todos los aspectos positivos, son casi 900 páginas que a mí me han parecido algo folletinescas. Problemas en los matrimonios por un lado, tejemanejes de solteros para conquistar a sus amadas y a sus padres por otro, las dificultades para salir adelante de éstos y aquéllos, las fortunas amasadas por medios poco íntegros de alguno, los chantajes de personajes recuperados de un pasado oscuro, los cotilleos de provincias, las mansiones, etc. etc.

La BBC preguntó a 80 y pico críticos de fuera de UK cuál consideraban que era la mejor novela británica de todos los tiempos y eligieron ésta. Yo desde luego no soy ningún especialista y no he leído ni la mitad de la mitad de la mitad de lo que debería haber leído para tener criterio, pero sí puedo decir que Tristram Shandy me parece mucho más moderna, divertida e innovadora, todo ello habiendo sido escrita más de un siglo antes. Y ni siquiera aparece en esa lista con las 25 mejores.

Por cierto, si queréis haceros una idea de la trama y además conocer otra opinión, os recomiendo la reseña de En la ciudad sin cines. Es todo lo precisa y cabal que a mí me habría gustado hacer ésta, pero lo que estáis terminando de leer es prueba fehaciente de que no me han quedado fuerzas.

17 mar 2022

Para comerte mejor - Giovanna Rivero

Hay once relatos cortos en Para comerte mejor. De una manera u otra todos tocan algún género fantástico (terror y ciencia-ficción), lo que pasa es que Giovanna Rivero es tan sutil dando pistas y tan parca a la hora de dejar entrever algún dato al que agarrarse que en la mayoría de los casos he terminado los cuentos sin saber muy bien de qué van. Yo estoy tan a favor como el que más de que las narraciones no estén mascadas y que el lector tenga que poner de su parte para entrever qué ocurre en base de las pistas que nos deja el escritor. Pero es que en este tomo lo que parece más bien es que la autora boliviana se ha ido por las ramas, con una prosa etérea y evocadora que no está mal pero que no sustenta las historias. Todo lo más, en un buen número de cuentos he detectado cierto interés en la maternidad y sus problemas asociados, pero esto también es más o menos transversal y no da solidez a lo que cuenta. Os dejo los títulos a continuación.

  • De tu misma especie
  • Humo
  • La piedra y la flauta
  • Los dos nombres de Saulo
  • Kè Fènwa
  • Yucu
  • Pasó como un espíritu
  • Regreso
  • El hombre de la Pierna
  • En el bosque
  • Albúmina
Ha sido una lectura bastante insustancial y prescindible, de hecho apenas un par de días después de terminarla no recuerdo gran cosa de los cuentos. La excepción son 'Yucu', que es una historia de vampirismo bastante chula, pero por desgracia Rivero aprovecha para mostrar hostilidad gratuita al veganismo (sin venir a cuento y solo por ridiculizar a los veganos, ¡qué feo está eso, Giovanna!), y 'Pasó como un espíritu' y 'Regreso', ambos ambientados en un mismo escenario 5 siglos en el futuro y donde se plantean ideas muy interesantes que lamentablemente no van a más. Diría que es un libro para olvidar si no fuera porque ya no me acuerdo de casi nada de lo que contiene. Todo lo contrario que 98 segundos sin sombra, que sigo recomendando cada vez que tengo ocasión.

13 mar 2022

Progenie - Susana Martín Gijón

Sevilla en pleno verano, o sea: mucho, mucho calor. La policía con el personal bajo mínimos por vacaciones y se produce un asesinato mediático: una mujer muere atropellada, el atropello resulta ser intencionado (la aplastaron dos veces) y la encuentran con un chupete en la boca. La inspectora Camino Vargas, jefa del Grupo de Homicidios, se encarga de caso junto con su equipo. Todo apunta a un asesinato machista a manos de su ex-pareja, pero en pocos días aparecen dos mujeres más asesinadas con elementos propios de bebés situados en la escena: un babero la segunda, patitos de goma la tercera. Y las tres estaban embarazadas. Así que resulta urgente resolver el crimen para evitar que el pánico cunda en la ciudad.

Novelas como Progenie son las culpables de que el género negro no se encuentre entre mis favoritos. No recuerdo haber leído nada tan infame en años. Es tan mala, tan cutre y tan ridícula que la indignación trasciende el hecho de que sea una novela negra, porque hay ejemplos de sobra de novelas criminales que son obras de arte. Pero esto que ha escrito Susana Martín Gijón es una auténtica tomadura de pelo. Me cuesta creer que un sello como Alfaguara lo haya publicado porque a nivel narrativo no vale ni el precio del papel en que está impresa. Así que me da que pensar que se trata de una estrategia comercial que claramente pretende aprovecharse del tirón que este género ha tenido en los últimos años, con el extra además de estar escrita por una mujer y tocar un buen montón de temas actuales de gran calado social.

La novela se desarrolla en torno al derecho de la mujer a tener y criar a un hijo por sí sola, sin participación ni injerencia de un hombre. En realidad este es el único aspecto reivindicativo que tiene justificación en la trama, y como era de esperar se aprovecha para incorporar varias soflamas feministas que no por ser ciertas resultan creíbles dentro del hilo narrativo. Sobre esta idea de maternidad hay un giro final que resuelve el caso que es de lo poco que salvaría de la historia si tuviera intención de salvar algo. La violencia machista es el segundo gran elemento que articula la acción, otra gran preocupación social que por desgracia llena los telediarios de noticias dramáticas y que también resulta coherente en la historia. Pero no contenta con estas dos reivindicaciones/denuncias, Martín Gijón introduce varios personajes accesorios e innecesarios en la trama a los que dota de características que traen cuestiones varias a la palestra: hombres gays en el armario; hombres gays fuera del armario; un matrimonio de lesbianas que quieren tener un hijo; la endogamia en el mundillo literario; el círculo vicioso pobreza-marginación-violencia, ¿se puede romper?; enfermedades raras; etc. Al final el libro habla de tantas cosas en tan poco espacio que nada de lo que cuenta resulta verosímil. El refranero español ya lo avisa: quien mucho abarca, poco aprieta.

Y luego tenemos a los personajes principales, todos ellos construidos sobre los clichés habituales del género. Hay divorciados que tienen mala relación con su ex-mujer y no saben cómo relacionarse con sus hijos; personajes casados con matrimonios en crisis; personajes casados con matrimonios de larga duración que ponen un contrapunto divertido y entrañable; personajes que tienen aventuras sexuales en el trabajo; y por fin, la inspectora Camino Vargas, sin duda uno de los personajes más desagradables con que me he topado en mucho tiempo. Ojo, que no digo que no puedan existir protagonistas que sean cargantes y de carácter arisco, ¡faltaría más! Pero nada de lo que llegamos a saber de la inspectora sugiere ni un motivo para explicar esa personalidad tan misántropa y con esa moral tan laxa que le permite saltarse todas las leyes de cara a resolver un caso. ¿Había comentado ya lo de los clichés? En realidad otro de los grandes problemas del libro es que los personajes pecan de una falta de verosimilitud absoluta. ¡Es que ni siquiera un gato que aparece a mitad del texto es creíble! Un gato que se deja coger por un desconocido que lo saca de su casa, un gato que andarea despreocupado por una oficina repleta de gente extraña, todo bastante inconceible si tenemos en cuenta el comportamiento habitual de estos felinos. Dudo mucho que Martín Gijón haya convivido con un gato en toda su vida.

A todos estos problemas de construcción de la acción y los personajes se suma una acción trepidante y sin descanso sustentada por una prosa como de redacción de escolar de primaria. Todo muy descriptivo y explicativo, muy mascado para que no perdamos el hilo. De verdad que no doy crédito, pero no contenta con una novela, la autora sevillana ya ha terminado una trilogía protagonizada por esta inspectora. Tenía cierto interés en leer la segunda entrega, Especie, que parece que tiene un trasfondo animalista. Visto el resultado con la primera, dudo mucho que llegue a hacerlo.

9 mar 2022

Las malas - Camila Sosa Villada

Cuando llegó a Córdoba (Argentina) a comenzar sus estudios universitarios, Camila Sosa Villada fue una noche a espiar a las travestis que se prostituían en el Parque Sarmiento. Bueno, no solo a espiar, sino también a prostituirse ella misma y a tratar de conocer a sus iguales. Porque Camila no era nueva en esto, de hecho había sido el maricón oficial de su pueblo, Mina Clavero. Peor incluso que maricón, porque además se vestía como una mujer sin serlo. Así que en la gran ciudad por fin podrá relacionarse con sus semejantes y crecer como persona, a pesar de todo el rechazo, marginación y violencia que las travestis se ven obligadas a sufrir.

Las malas es una novela de crecimiento algo fuera de lo habitual porque en esta ocasión somos testigos de la cruel entrada en el mundo de una mujer transexual. Palabra ésta, transexual, que si no me equivoco no aparece ni una sola vez en todo el libro, y que se sustituye principalmente por travesti y en ocasiones, maricón. Camila Sosa Villada tendrá sus motivos para que sea así, quizá podría ser que en los años en que trascurre la acción (principios de los 2000s por lo que se puede deducir), dicha palabra no era de uso habitual y sobre todo, tiene una connotación respetuosa que no es de esperar en el mundo de marginalidad y prostitución en que se mueven. De inspiración autobiográfica, la historia a que asistimos es devastadora. Siendo todavía un niño, la protagonista se tiene que enfrentar al odio de sus progenitories por ser amanerado y afeminado. No contentos con ello, su padre le augura la prostitución como única salida en la vida, algo que probablemente terminará llevándolo a una muerte violenta. Con tal grado de homofobia/transfobia en su hogar, no es de esperar menos por parte del resto de la sociedad

El texto alterna entre la experiencia de la autora en el entorno protector que logra encontrar con las travestis del Parque Sarmiento, y aventuras (casi todas desventuras en realidad) en las noches en que hace la calle. Como es de suponer, tanto ella como todas sus compañeras han sido despreciadas desde siempre por ser transexuales, así que su bagaje personal y emocional está totalmente destrozado y tienen pocas opciones, no ya de ser felices, sino de lograr algo de seguridad y estabilidad. Aun a pesar de sus propias desgracias, Sosa Villada es capaz de denunciar la crueldad con los animales como parte del marco de violencia que existe en la sociedad, así como el clasismo que percibe en travestis procedentes de la clase alta cordobesa, que se toman su realidad como un juego en el que participan a ratos protegidos por su status. Como particularidad algo destacable, hay ciertos elementos fantásticos que aproximan el texto al realismo mágico, normalizando personajes y hechos totalmente irreales en la narración.

No hay duda de que estamos ante una Bildungsroman donde la protagonista parece abocada al horror y el fracaso, pero igualmente se trata de un instrumento de denuncia contra la fobia al colectivo LGTBIQ+, y sin duda una herramienta terapéutica que permitió a su autora resistir el infierno al que se vio sometida. No voy a negar que hay algunos detalles menores en cuanto a fechas que no resisten un análisis riguroso, pero tampoco tienen mayor importancia y se pueden entender como licencias artísticas para conseguir un efecto más contundente en el discurso. En definitiva, se trata de una historia emotiva y terrible que nos trae la realidad de las transexuales sin ahorrarnos ni un detalle del repugnante trato que se les ha prestado históricamente.

6 mar 2022

Guignol's band - Louis-Ferdinand Céline

Seiscientas cuarenta páginas. Esa es la extensión de la edición de Lumen que he leído de Guignol's Band. El tamaño de las páginas es generoso, no lo es tanto el del tipo de letra. Tampoco el interlineado desaprovecha mucho espacio. Acostumbrado a novelas en torno a las 300 páginas de media, he decir que me sentía un poco abrumado al empezar esta lectura por su densidad y volumen. Incluso en algún momento he tenido mis dudas sobre si iba a terminarla (os adelanto que así ha sido). Así que vamos a ver en qué ha consistido la experiencia recurriendo al formato de reseñas extendidas que estrené en 2020. De hecho la cosa ha cobrado tanta entidad que he decidido asignarles una nueva etiqueta: EP.

I. Antecedentes
Mi toma de contacto con la obra de Louis-Ferdinand Céline a principios de marzo de 2013 fue absolutamente asombrosa. Nunca había leído nada tan apasionado, tan inmediato, tan vertiginoso. Tanto es así que un mes después repetía con él y conocía a Ferdinand Bardamu, cuya historia finaliza en el libro que me ocupa hoy. La razón por que llegué a plantearme no terminar el libro es exactamente la misma que maravilló cuando lo conocí: el estilo tan particular de este autor. No es que no me guste la voracidad que transmite, la rabia que destila o la angustia tan vital y reconocible que proyecta. ¡Al contrario, me encanta! Es descarnada, sí, pero es honesta. El problema es que evoca exactamente las mismas sensaciones que las otras tres otras novelas suyas que he leído. ¿Que cambian los acontecimientos que se narran? Eso desde luego, pero al fin y al cabo el autor francés está repitiendo un modelo que le reportó notoriedad, pero que para mí ya ha perdido la chispa de novedad.

II. La trama
Un tribunal médico militar ha declarado inútil para el servicio a Ferdinand (Bardamu), a quien ya conocíamos de Viaje al fin de la noche y Muerte a crédito. Las heridas sufridas en la I Guerra Mundial le han dejado un brazo inservible, tiene metralla en la cabeza que le provoca migrañas diarias y acúfenos que apenas le dejan dormir, sufre caídas contínuamente debido a pérdidas del equilibrio. En definitiva se le ha reconocido una discapacidad del 80% con tan solo 22 años. Cuando sale del hospital se marcha a Londres. Allí entrará en contacto con los bajos fondos y el mundo de la prostitución de la mano de Cascade, un proxeneta francés pariente de un soldado al lado de quien Ferdinand combatió. La precariedad de la vida en esa gran ciudad, las malas relaciones y la inconsciencia e impetuosidad propia de la juventud le harán vivir experiencias arriesgadas, peligrosas y dementes.

III. Estilo
No me queda más remedio que repetir las características de su prosa, tal cual las señalaba en las reseñas de las otras obras suyas que he leído. Como mencionaba más arriba, no hay variación alguna: frases cortas separadas por puntos suspensivos, abuso de interjecciones llenas de imprecaciones; cero sofisticación sintáctica, que aun así es capaz de transmitir emociones complejas, contradictorias, absurdas, auténticas, reconocibles por todos nosotros; uso constante de insultos, groserías, lenguaje arrabalero y un argot con abundantísimos préstamos de caló.

IV. Análisis
Los hechos que se relatan se inspiran en la vida del autor, quien residió en Londres entre 1915-1916. El libro se divide en dos partes; es más, Céline tenía planes de escribir una tercera pero no llegó a hacerlo. En la primera asistimos a una serie de peripecias protagonizadas por Ferdinand y otros personajes del entorno de Cascade. Vividores, delincuentes, prostitutas, policías corruptos o incendiarios simpatizantes del anarquismo se lanzan a aventuras disparatas y cruentas que terminan convenciendo a nuestro hombre de la necesidad de alejarse de ese grupo tan poco recomendable. Es entonces cuando conoce a Sosthène, un aventurero cincuentón que le propone viajar al Tíbet en busca de una flor mística. Para financiar dicha expedición, en la segunda parte (titulada originalmente 'El puente de Londres'), ambos empezarán a trabajar en el desarrollo de máscaras de gas como ayudantes de un adinerado inventor inglés que quiere presentarse al concurso organizado por el Ministerio de Guerra para descubrir la máscara más segura y eficaz.

El nivel de violencia que se expone en esta novela supera con creces a lo que recuerdo de las anteriores entregas. Es verdad que las otras dos narraciones destilan mucha amargura, dolor, frustración y pena, y que los acontecimientos no son precisamente amables con Ferdinand en ninguna de ellas. Pero es que aquí asistimos a palizas, incendios provocados, atentados con explosivos, violaciones y asesinatos brutales sin descanso. Si a esto le sumamos toda la marginación, la pobreza, el hambre y la enfermedad que los rodea se concluye que no es una lectura agradable, por más que por momentos pueda resultar disparatada. De hecho hay varios episodios alucinatorios que aproximan el relato a lo fantástico, sin que en ningún momento Céline se ofrezca ni la más ligera pista del origen de los mismos (¿quizás otro problema más de salud del protagonista?). Esto hechos inexplicables se me han hecho basante pesados, lo reconozco, pero al final me he terminado acostumbrando al ritmo y el tono y no me ha supuesto ningún esfuerzo terminar de leer el libro. Además de fondo tenemos el propósito incansable del protagonista por obrar correctamente a pesar de su desdichas y de un entorno que lo lleva por el mal camino. Esa batalla está inclinada hacia el mal por todo el rencor que le guarda a la vida por lo mal que lo ha tratado. Pero al verse contra las cuerdas, surge una bondad brusca y repentina que no puede acallar. Y ese conflicto me resulta tremendamente adictivo.

V. Conclusión
Visto en restrospectiva, Viaje al fin de la noche me parece más que suficiente para aproximarse a la obra de Céline. Si no fuera porque en su momento me compré también 'Fantasía para otra ocasión' y 'Normance', no tengo del todo claro que volviera a leerlo.

VI. La edición de Lumen
Me compré la primera edición de Lumen, que es una auténtica maravilla. Sus buenos euros que pagué por ella en Iberlibro, aunque desde luego nada que ver con las tres cifras que se piden por las que hay a la venta en el momento de redactar esta reseña. A pesar de lo voluminoso de su tamaño es super cómoda de manejar. Viene repleta de información en las notas al pie de página, que por suerte aparecen en su justa medida para no cansar ni interrumpir la lectura a cada frase. Por un lado nos aclaran las refencias históricas que menciona el texto, y por otro nos revelan información de interés sobre Céline y su obra, ya sea para referenciar los otros dos tomos protagonizados por Ferdinand, o para revelar fallos y errores narrativos en ésta. Un trabajo bárbaro del ínclito Carlos Manzano que fue reconocido con el premio de traducción Ángel Crespo en 1998.

27 feb 2022

Amor malo y feroz - Larry Brown

Termino el mes literariamente hablando como lo empecé: con historias ambientadas en las zonas rurales de los EE.UU. y protagonizadas por personajes de vidas poco envidiables. El tomo Amor malo y feroz recopila un total de diez textos breves, nueve de los cuales solo llegan a la categoría de anécdota, y un último que frisando la extensión de una novela corta se puede calificar de relato sin que haya lugar a equívoco.

De todos es sabido que una persona que quiere vivir de la escritura tiene que hacer dos cosas para lograrlo: para empezar, leer mucho, y para continuar, escribir mucho también. Los nueve primeros escritos solo tienen sentido vistos como ejercicios de Larry Brown para hacerse con el hábito de la escritura y para perfeccionar el estilo, pero lamentablemente las historias que cuentan tienen poco (o ningún) interés. Por mucho que estén protagonizados por personajes pueblerinos sin futuro, por mucho que los mismos se hinchen de cerveza mientras conducen sus furgonetas por carreteras secundarias, por mucho que se regodeen exponiendo matanzas de animales y por mucho que intenten escandalizar mencionando pollas y chichis, los nueve primeros títulos son meras anécdotas que se limitan a narrar situaciones y sucesos varios. No voy a negar que alguno puede ser emotivo, pero sin conflicto ni resolución, el interés literario para mí es cero. Os dejo la lista de los títulos a continuación.

  • Desenamorarse
  • La aprendiza
  • Algo salvaje
  • Amor malo y feroz
  • Pepitas de oro
  • Esperar a las señoras
  • Viejos soldados
  • Sueño
  • Disciplina
  • 92 días
Por suerte el libro se cierra con '92 días', un relato crudo, tierno, emotivo y desesperado en que Brown ficciona su propia experiecia como escritor en ciernes y nos expone todos los miedos que lo han acompañado en los inicios de su carrera. Te hace reír y te emociona por su patetismo; te hace sentir sus frustaciones y la inmensa alegría que le supone el más mínimo reconocimiento a su talento. Desde luego si alguna de sus novelas está en la línea de esta historia, está claro que merece la pena volver a intentarlo con su obra. Ahora bien, no puedo terminar la reseña sin enviar un mensaje a todos los editores y editoras del mundo desde el cariño y respeto: un poquito de critero, por favor.

24 feb 2022

Cómo dejar de escribir - Esther García Llovet

Renfo es un veinteañero que está escribiendo una biografía sobre su padre, Ronaldo, el gran literato lationamericano ya fallecido. Al menos eso dice, pero lo cierto es que nadie ha visto ni una página todavía. Curto, un amigo suyo y anteriormente también de su padre, no deja de insistir en que hay un manuscrito perdido en el que trabajaba Ronaldo antes de morir. Y no hace más que intentar convencerlo para que le ayude a buscarlo.

Esther García Llovet inauguraba en 2017 la denominada 'Trilogía instantánea de Madrid' con Cómo dejar de escribir. Seguirían Sánchez (2019) y Gordo de feria (2021). Por suerte para mí la que me ocupa hoy está mucho más cerca de la segunda que de la tercera, de hecho me ha parecido tan absorbente y cautivadora como aquélla. En efecto nos encontramos ante otra novela corta repleta de personajes misteriosos y con algunas características inquietantes, y que sin embargo podrían ser nuestros vecinos de rellano. Una mezcla perfecta de rarezas y convenciones que los hace muy creíbles. La narración está fragmentada en su justa medida, de tal manera que los episodios que llegamos a conocer a través del texto nos permiten acercarnos a la acción con unas notas mínimas pero suficientes. En ningún momento queda la sensación de vacío brutal que recuerdo de Submáquina. Hay algo de cinematográfico también en esos capítulos breves que nos hacen recorrer un Madrid semiabandonado en plena canícula, un efecto muy visual en esas aventuras por la ciudad buscando el famoso manuscrito.

La prosa de García Llovet es mínima pero muy atinada; los diálogos son sencillos, inmediatos, creíbles, como transcritos de una conversación real que has escuchado en la calle. Sin embargo uno de los problemas que he detectado es que Renfo no resulta muy veraz en su papel de hijo de literato latinoamericano que ha crecido apartado de su padre. Para ser descendiente de un chileno (o peruano, el narrador no es del todo fiable) que ha pasado toda su infancia y adolescencia en internados europeos, el protagonista suena totalmente madrileño. También como viene siendo habitual en la obra de esta autora, toda la acción está anclada a la geografía de Madrid, algo que por un lado no significará gran cosa a quien no conozca la ciudad en profundidad, y por otro creará ciertas dudas a quienes la conozcan por los trayectos aparentemente imposibles que se muestran a veces. En todo caso estos inconvenientes son menores si se tiene en cuenta la intriga que nos ofrece. Una pieza excelente que se lee en una sentada y deja una muy buena impresión.

20 feb 2022

No y yo - Delphine de Vigan

Lou Bertignac tiene trece años y un C.I. de 160, a resultas de lo cual va adelantada dos cursos. Se siente un poco rara porque destaca entre sus compañeros por su aspecto mucho más aniñado. Aunque también tiene muchas inquietudes intelectuales que se salen de lo corriente, pero ésas las deja para casa. Va a realizar un trabajo sobre los sin techo para la clase de Ciencias Económicas y Sociales. Quiere enfocarlo en las mujeres jóvenes y se fundamentará en especial en entrevistas con No (apócope de Nolwenn), una joven sin hogar de 18 años con quien ha trabado una precaria amistad. El tiempo que pasen juntas actuará como revulsivo para Lou, quien se verá forzada a enfrentarse a verdades muy amargas del mundo adulto.

No y yo es una novela de crecimiento que no hace concesiones y muestra sin tapujos el horror que supone vivir en la calle. A pesar de ello, el lenguaje no es crudo, sino que está perfectamente adaptado a la edad de su joven narradora. La habilidad de Delphine de Vigan para ponerse en la piel de una cría de 13 años es asombrosa, ya que por muy inteligente que sea, su enfoque ante los problemas y sus reflexiones recogen por igual la ingenuidad y la conmoción que supone enfrentarse por primera vez a situaciones inconcebibles desde la lógica, pero habituales en nuestra sociedad. Aunque el registro verbal esté bastante contenido, las causas, consecuencias y peligros de vivir en la marginalidad se recogen sin vacilación alguna: abandono infantil, abusos, violencia (sexual o no), soledad, alcoholismo, marginación, trastornos psicológicos... El texto podría parecer destinado a un público juvenil por esa aparente sencillez del discurso, pero en mi opinión por la contundencia de la realidad que se expone no creo que sea el caso.

De Vigan ha escrito una historia muy emotiva que no cae en la complacencia ni tiene intención moralizante. En realidad, tiene un desarrollo muy derrotista y pesimista, otorgando pocas concesiones a la esperanza. Por más que la jovencísima protagonista pueda madurar al enfrentarse a las injusticias del mundo adulto, al menos en mi caso al cerrar las tapas lo que me ha quedado es una profunda sensación de desconsuelo. Algo que sin duda habla muy bien de la destreza de la autora francesa.

16 feb 2022

Los hermanos Burgess - Elizabeth Strout

Jim (el mayor), Bob y Susan (mellizos) son los tres hermanos Burgess. Nacidos en Shirley Falls, una pequeña ciudad de Maine, solo Susan sigue viviendo allí. Jim y Bob son abogados y se marcharon a Nueva York en cuanto tuvieron oportunidad. De hecho Jim es un letrado muy reconocido que ganó fama nacional en un juicio muy mediático. La relación de los chicos con su hermana es más bien fría, en parte porque ella sigue viviendo en Maine y ninguno de los dos quiere saber nada de su lugar de origen, debido entre otras cosas a un accidente provocado por Bob cuando tenía solo cuatro años y que causó la muerte de su padre. Ocurre entonces que el hijo de Susan, Zach, un joven de apenas 20 años solitario e introvertido, hace una gamberrada contra la mezquita de los refugiados somalíes que viven en Shirley Falls. Pero cuando se corre el rumor de que la fiscalía lo quiere juzgar como delito xenófobo y contra la libertad de culto, su madre llama desesperada a sus hermanos pidiéndoles ayuda. Así que los dos tendrán que volver a Maine, algo que tendrá muchos efectos inesperados sobre la vida de los Burgess.

La familia es sin duda una gran fuente de inspiración para la narrativa. Un pozo inagotable de tramas y argumentos capaces de desbordar páginas y páginas de historias que abarcan desde la felicidad (las menos) hasta el horror más profundo (no pocas). Los hermanos Burgess no está en ninguno de esos extremos, sino que se mueve en una escala de grises más o menos oscuros que resultarán reconocibles a casi todos los lectores. Elizabeth Strout ha conseguido captar a la perfección todos los matices de las relaciones familiares. Las inevitables preferencias de los progenitores por alguno de sus hijos. Las pequeñas alianzas y simpatías que se establecen entre algunos hermanos, junto con el distanciamiento y antipatía entre otros (que por cierto son alterables en el tiempo por cualquier pequeñez que se torna intolerable o adorable a ojos de otro). Los lastres de la infancia que moldean la edad adulta y la incorporación de los cónyuges para alterar el precario (des)equilibrio que regía el orden familiar. Imposible no reconocer a tu propio clan en la vida de los hermanos Burgess, hábilmente llevada al límite ante una crisis.

La novela hace una acertadísima descripción de unas relaciones familiares convencionales, que a pesar de las desavenencias, secretos inconfesables, peleas y distanciamientos, mantienen unos afectos a prueba de bomba debido a los extraños lazos que crea la sangre y una infancia común. Pero Straut no solo nos ofrece un cuadro fidedigno de la institución familiar con sus luces y sus sombras. En las páginas podemos ver una implacable crítica a los Estados Unidos y su sociedad clasista y racista. Los urbanitas y su desdén por los pueblerinos. Blancos anglosajones protestantes en la cima de la jerarquía social que son incapaces de descifrar los problemas no ya de los refugiados musulmanes somalíes, cuya realidad son incapaces de concebir, sino incluso de otros norteamericanos blancos pero de otros orígenes (judíos, francocanadienses que emigraron a Maine, etc.). Estos análisis están perfectamente entramados en la acción, de tal forma que si sumamos la crisis de madurez de unos personajes y la soledad que experimentan otros, quedan pocos temas sin tratar ni cuestionar, con muy buen tino en todos los caso creo yo.

En definitiva el libro es muy absorbente y entretenido. El único pero que puedo poner es que al final es un batuburrillo de ideas, tramas y situaciones que en según qué caso se resuelven a las bravas, sin que haya un hilo previo que sustente dicha conclusión. Además se podría pensar que el final es agridulce, con algunos personajes saliendo del hoyo y otros cavándose uno propio, pero a mí la sensación que me queda es que el tono general es muy optimista. En mi opinión el texto transpira un cierto sesgo de clase y raza. Sabiendo cómo se las gasta la sociedad estadounidense, si los personajes hubiesen sido de raza negra todo habría terminado con disturbios raciales, torturas policiales y Zach en la cárcel.

13 feb 2022

El monstruo y otras obras - Agota Kristof

Me topé con El monstruo y otras obras en una de mis bibliotecas públicas de proximidad sin buscarlo, y como guardo un excelente recuerdo de Claus y Lucas decidí incluirlo en el lote de préstamos. El volumen está prologado por Pilar G. Meyaui, quien nos aclara el contexto en que surgieron estas primeras obras de Agota Kristof, así como los temas que trata en ellas y que según nos explica, son los que trabajó en toda su producción: las fronteras, la soledad, el desarraigo, la violencia, etc. Pero antes de seguir, os copio a continuación el resumen de la trama de cada una de estas piezas teatrales directamente de la contraportada.

  • 'El Monstruo' (1974). Un monstruo ha caído en la trampa. Tras el temor y el pánico de los primeros instantes, los habitantes del pueblo, embriagados por el perfume de las flores que crecen sobre el lomo del Monstruo, se someten gustosos a su influencia.
  • 'La carretera' (1976). La Tierra está cubierta de carreteras. ¿A dónde llevan? ¿De qué sirven las direcciones? ¿Hay salida?
  • 'La epidemia' (1975). Un pueblo está en cuarentena por una extraña epidemia de suicidios. Un chico rescata a una joven que ha encontrado colgada en el bosque, pero la joven no quiere ser salvada.
  • 'La expiación' (1982). Un ciego toca la armónica. Un sordo se saca unas monedas como tragafuegos. Ambos comparten la misma cama caliente en casa de una vieja usurera. Sus vidas son miserables pero, ¿merecen compasión?
Estamos ante obras muy, muy breves que sin embargo incluyen un número bastante alto de personajes. Se trata de textos muy experimentales y alegóricos, cuyo mensaje no es evidente y que requiere que el lector/espectador ponga mucho de su parte para extraer algo de sentido. No voy a negar que los escenarios en que transcurren me han resultado bastante atractivos: un paisaje desolador y post-apocalíptico en 'La carretera'; un pueblo amenazado por una inexplicable oleada de suidicios en 'La epidemia'; unos personajes atormentados por un secreto inconfesable en 'La expiación'. No obstante, a excepción de la última que tiene un mensaje mucho más claro y directo, el resto se desarrolla con ese punto incoherente, absurdo y difícil que uno espera de un texto que se define como experimental. A mí personalmente no me ha aportado nada pero como se lee en un pispás tampoco me ha supuesto un drama.

10 feb 2022

Hotel Silencio - Auður Ava Ólafsdóttir

Jónas tiene casi 50 años y lleva más de ocho divorciado. No ha tenido sexo con ninguna mujer desde que rompió con su esposa. Su hija no es en realidad su hija biológica. Su madre está en una residencia de ancianos con síntomas de senilidad. En definitiva, lleva bastante tiempo siendo muy infeliz y decide suicidarse. Pero para evitarle a su hija el disgusto de encontrar su cuerpo inerte, opta por marcharse a un país recién salido de una guerra civil para acabar con su vida allí. Es así como reserva una habitación en el Hotel Silencio por una semana. Se lleva un par de herramientas básicas de bricolaje para disponer la soga con la que piensa colgarse del techo de la habitación. Una vez en el hotel, que está en muy mal estado como resultado de los enfrentamientos armados, hace unos arreglos básicos para tener agua en la ducha, lo cual llama la atención a la joven co-directora del mismo. Ella le propone alojamiento y comida gratis si les echa una mano para reparar el resto de habitaciones. En la ciudad se corre la voz de que es un manitas, así que empiezan a lloverle ofertas, con lo cual su intención original de suicidarse se va restrasando día tras día.

Hotel Silencio es una novela corta muy sencilla escrita con un lenguaje muy simple y directo. Las reflexiones de Auður Ava Ólafsdóttir se centran principalmente en los efectos que una crisis existencial causan en el ser humano. La situación no afecta solo al protagonista, sino también a su mejor amigo, Svanur. Uno y otro exponen las infamias que el ser humano causa en sus congéneres, no solo de una manera general sino también muy concreta en relación con sus seres queridos. Los personajes masculinos se muestran meditabundos y abatidos, torpes e incapaces de sobreponerse a los golpes de la vida. A ellos se contraponen los personajes femeninos, mucho más preparados para lidiar con los problemas humanos. La hija y la madre de Jónas (las dos se llaman Guðrum), y la joven co-directora del hotel, May, muestran una decisión y un empuje para salir adelante que el caso de esta última es todavía más manifiesto al haber sobrevivido a una guerra.

La historia me ha parecido simpática y agradable. Se da cuenta de ella en una sentada o poco más. No obstante creo que el  deseo del protagonista de acabar con su vida no es en absoluto verosímil. Más que una depresión grave que le lleve a barajar el suicidio como única forma de escapar de su infelicidad, Jónas parece tener una crisis existencial. Quizás por eso es capaz de poner en contexto sus desgracias y relativizarlas cuando se enfrenta a los supervivientes de una guerra. En ese sentido creo que Auður ha errado el tiro al hacer de su personaje un suicida, e incluso me molesta esa banalización de la depresión. No resulta raro tratar de trivializar el sufrimiento de un depresivo mostrándole ejemplos de personas que, a ojos del acusador, están pasando por situaciones mucho más graves. Como si sufrir una depresión fuera el capricho de un malcriado. Y eso, que es un poco lo que yo he visto en esta obra, es una estrategia totalmente errónea y contraproducente. De todas formas, como en ningún momento me he creído el dolor de Jónas tampoco es que me haya indignado ni nada por el estilo. En realidad visto como una alegoría de la superación de los problemas a través de la relación con nuestros semejantes, el libro resulta inspirador y estimulante.

6 feb 2022

Revancha - Kiko Amat

Amador es el número dos del grupo criminal Lokos. Liderado por Alberto Cid, sus orígenes se remontan a una facción de skinheads neonazis seguidores ultras del F.C. Barcelona surgida a finales de los 1980s. Con los años se han ido profesionalizando y a día de hoy, además de seguir montando bronca en los partidos, trafican con droga, extorsionan a los empresarios del mundo de la noche, etc. Diego es un miembro de la banda que ha desaparecido con unos insignificantes 30.000€, pero para evitar que cunda el ejemplo, el Cid da orden de acosar y a amenzar a su novia, Paloma. Ella no sabe nada de él desde que se marchó sin avisar, así que cuando las coacciones se vuelven peligrosas para ella y su hija Lucía, le pide ayuda a su hermano César, un ex jugador de rubgy de vida misteriosa que en realidad se dedica a ajusticiar criminales por encargo de las familias de las víctimas. Las cosas se tuercen para Amador cuando por un lado la mafia gallega que intentaba instalarse en Barcelona delata a la cúpula de los Lokos, quedándose él como número uno de la organización criminal, y por otro lado, su padre muere. La pérdida remueve por dentro a Amador, quien frisando los 50 años, no solo no se ha sentido querido nunca, sino que además debe seguir ocultando su homosexualidad a sus compañeros si quiere mantenerse con vida. Cuando las acciones de los Lokos para encontrar al ladrón huído pongan en peligro a Lucía, Amador tratará de rebajar tensiones desde su nueva posición de capo de la banda. Pero no cuenta con que César  ya se ha lanzado a por ellos con el empuje de una apisonadora para ayudar a su sobrina. El choque entre ambos conducirá a unas consecuencias imprevisibles.

Kiko Amat ha escrito una novela negra de gran octanaje en la que todas sus filias habituales están al servicio de la trama, y no al contrario, que es lo que en mayor o menor medida venía pasando en sus anteriores títulos. De hecho, el primer capítulo de Revancha me ha parecido uno de los comienzos más impactantes de cualquier novela criminal que he leído. Aunque no soy muy aficionado al género, el libro empieza con una demoledora escena de ajuste de cuentas entre bandas criminales que te deja sin aliento por su violencia; ahora bien, está tan bien narrada y tiene un ritmo tan ágil e implacable que se lee de un tirón y te deja con ganas de no acabae nunca. Nada más empezar nos topamos también con una jerga criminal que nos descoloca y nos engancha, pues nos obliga a prestar mucha atención para inferir los significados de términos como clepsa, nodos, muza, machino, nursa o naka. Imagino que inventada ad hoc por Amat, esta suerte de homenaje al Nadsat de La naranja mecánica no es la única referencia a otras obras literarias o cinematográficas que se sugieren, porque sin dejar el todavía el primer capítulo me ha resultado inevitable pensar en las películas de gansters británicos de Guy Ritchie (Lock & Stock, 1998; Snatch, cerdos y diamantes, 2000), o los estremecedores primeros minutos de 28 semanas después (Juan Carlos Fresnadillo, 2007). Así de impactante me ha parecido.

El problema viene porque tras este comienzo tan rutilante y arrebatador hay que mantener el nivel en el resto de los capítulos. Algo que va a ser muy difícil para el escritor, que de lograrlo, sería capaz de provocar el nirvana en el lector (y muy probablemente aniquilarlo de paso). A pesar del bajón inevitable, Amat resiste muy bien los obstáculos que se ha puesto él mismo. Lo consigue desarrollando unos personajes con un bagaje personal, familiar y sentimental nefasto. No son mala gente, pero proceden de un mal sitio. Es aquí cuando aparecen los temas habituales en su producción: el extrarradio, las dificultades de la clase trabajadora, la violencia y la marginalidad o las subculturas urbanas como canalizadores de los deseos y frustraciones de la juventud. Como decía algo más arriba, el escritor de Sant Boi ha sabido sacar provecho a todas sus experiencias y vivencias de adolescente en Barcelona y alrededores para integrarlas en las vidas de Amador, César y el resto de personajes. Eso sí, aunque el resto del libro no tenga el nivel de acción del capítulo que lo abre, la tensión y la angustia se mantienen a la par.

Los capítulos se alternan entre Amador, con un narrador en segunda persona, y César, que emplean un narrador en tercera persona. Esta sucesión de historias otorga mucho dinamismo al texto y lo hace muy atractivo para el lector. En mi opinión, el narrador en segunda persona ha sido todo un acierto para contar la historia de Amador. Tanto la suya como la de César están repletas de flashbacks que nos van revelando cómo han llegado a ser lo que son, y como podréis suponer nos son agradables de leer. Es realidad es un libro muy crudo, no solo por las incontables agresiones y actos violentos a que nos vemos expuestos, sino también por el dolor y la pena que nos provocan la soledad, el aislamiento y el miedo que sufren los protagonistas. La habilidad de Amat para crear dos individuos tan veraces a pesar de llevar vidas tan al límite es sin duda alguna digna de elogio. No voy a negar que creo haber detectado algunos fallos menores, como referencias extemporáneas o movimientos en la acción que no están convenientemente justificados, sin embargo no le hacen sombra a mi impresión general, que es magnífica. Y por cierto, el final también muy, muy logrado. Perfecto para una historia tan desoladora.

2 feb 2022

Volt - Alan Heathcock

Los nueve relatos cortos que se incluyen en Volt transcurren en un pueblo ficticio de la norteamérica profunda. Cualquiera de los estados del Cinturón de la Biblia de EE.UU. nos podría valer para situar ese Krafton en el que todos los vecinos se conocen y quien más y quien menos guarda secretos inconfensables y punibles por la ley. Destacan especialmente por su intertextualidad: Alan Heathcock consigue que los personajes que transitan como secundarios en unos para después protagonizar los siguientes, nos hagan participar en una obra a la que el lector tiene la sensación de incorporarse como si fuera un vecino más. Otro de los aciertos pasa por abarcar dos generaciones, de manera que en el salto temporal de padres a hijos quedan expuestas las trabas y lacras que arrastran los segundos por los errores de los primeros. Vistas en conjunto, estas piezas cortas generan una sensación de globalidad  muy satisfactoria para el lector. Los títulos incluídos son:

  • El mercancías detenido
  • Humo
  • La pacificadora
  • De permiso
  • Fort Apache
  • La hija
  • Lázaro
  • Los renacidos
  • Voltio
A pesar de esos crímenes que muchos personajes ocultan y del desarrollo de la acción en la América rural, no estamos ante una colección de cuentos de realismo sucio en plan Trilobites, Knockemstiff o Desguace americano. En mi opinión se trata más bien una excelente muestra de realismo social, lo cual también supone enfrentarnos a vidas monótonas, desapacibles y miserables como ocurre en esos otros tres libros. No obstante, en éste predominan personajes de fondo bondadoso y finales benevolentes con intención redentora, algo que se refuerza por la gran presencia de la religión en muchos de los cuentos. Por supuesto, las experiencias que se narran son terribles y los personajes sufren lo indecible, pero al final optan por aceptar lo que les ocurre y resignarse a su destino, mostrando una entereza sorprendente.

Quizás porque me esperaba un panorama mucho más desolador (laboratorios de metanfetamina que estallan, adolescentes que ejecutan una venganza sanguinaria tras años de sufrir abusos, joven embarazada atropellada por un borracho que ni siquiera llega a enterarse de lo ocurrido, etc.), el resultado me ha parecido más bien tibio. Me ha gustado pero me no me ha emocionado, algo que pensándolo bien resulta paradójico ya que este tomo es mucho más creíble que cualquiera de los tres que he mencionado más arriba. El mensaje aquí es que personajes y tramas en el límite -siempre que los primeros estén bien caracterizados y las segundas bien narradas, evidentemente-, conseguirán atraparme con mucha más facilidad. Y para mi desgracia, Heathcock lo que hace es minimizar los elementos extremos y reconducir la acción a un sano equilibrio. No es que le salga mal, de hecho puestos a elegir entre Knockemstiff y Krafton como lugar de nacimiento prefiero claramente este último porque sus habitantes, aun con todos sus delitos ocultos, son buenas personas. Pero estamos ante una obra de ficción, así que tengo todo el derecho a inclinarme hacia lo que me resulte más excitante.

30 ene 2022

El cumpleaños del mundo y otros relatos - Ursula K. Le Guin

Hay seis relatos cortos y dos novelas cortas en El cumpleaños del mundo y otros relatos, o al menos esa es la clasificación oficial de los textos. Prologado por la propia Ursula K. Le Guin, en la introducción nos explica muy brevemente las temáticas que trata cada título y los universos en que se desarrollan. La mayoría de ellos transcurre en el Ekumen, también denominado «Ciclo de Hainish», que será familiar para quienes hayan leído La mano izquierda de oscuridad. No soy muy aficionado a estos universos de ciencia-ficción y en general me cuesta bastante entrar en ellos, no hay más que ver el berrinche que agarré en 2010 con aquella novela. El hecho es que tener ciertas nociones básicas del contexto del Ekumen ayuda a entrar en las narraciones, pero si no fuera el caso, solo habrá que estar un poco más atento, hacer algunas deducciones extra y dejarse llevar por las maravillosas historias que nos relata la escritora norteamericana.

Antes de continuar con la reseña, abro un paréntesis para volver a reflexionar sobre la importancia de reconocer que todo libro y todo autor tiene su momento. Incluso admitir que ese momento podría ser nunca. Quería insistir en este tema porque está claro que hace doce años las novelas y cuentos de esta autora no me daban lo que yo buscaba y posiblemente, yo ni siquiera estaba preparado para reconocer su belleza. Porque lo que es evidente es que los temas, el estilo o el enfoque de los textos es ahora el mismo que hace una década. Y me asombra muchísimo que ahora me parezca tan fascinantes y entonces me resultaran insoportables. Esto me ha pasado en alguna otra ocasión con grandes títulos de la literatura, alguno de ellos reconocidos universalmente como obras maestras. Que yo recuerde El retrato de Dorian Gray y Memorias de Adriano, ahí es nada. En un primer acercamiento los dejé de leer al poco de empezarlos, pero más adelante lo volví a intentar y me parecieron excelentes. Pero en el caso de Le Guin parecía que le tuviera inquina, cuando ya he dicho varias veces que los temas que trata encajan a la perfección en mis gustos personales. Así que entono el mea culpa por no haber sabido reconocer que a principios de los 2010s no estaba en el momento vital para leer a esta autora. Menos mal que he sido capaz de probar suerte otra vez y así poder disfrutar de su obra.

Volviendo a libro que me ocupa hoy, ¿qué temas trata? Pues ni más ni menos que las preocupaciones sociales y antropológicas habituales de toda su producción, con un enfoque claramente feminista, y que abordan sin tapujos cuestiones de género e identidad sexual. Los universos, razas y culturas salidos de la pluma de Le Guin le permite cuestionar y criticar el marco tan rígido que existe en las relaciones íntimas en nuestro planeta. Esto lo logra por ejemplo confrontándonos a especies cuyos individuos tienen una sexualidad fluída que puede manifestarse en un rol masculino o femenino durante los periodos fértiles; o bien mostrándonos culturas cuyos modelos de relaciones amorosas, afectivas y sexuales son mucho más flexibles y polimorfas que la pareja heterosexual que tanto ha pervivido en la cultura occidental; o haciéndonos ver la infamia del patriarcado a través de un planeta en donde rige un matriarcado abusivo que cosifica a los hombres. A pesar de la originalidad de sus planteamientos, en general todos los enfoques son muy antropocentristas. Queramos que no, se trata de variaciones más o menos sorprendentes de realidades que en algunos casos incluso han podido existir en algunas culturas humanas, pero que han sido aniquiladas por la tradición judeocristiana. De todas formas sabiendo que su intención es exponer las vergüenzas de nuestra sociedad y también ofrecer puntos de vista alternativos mucho más abiertos, es comprensible que siempre hable de poliamor, se normalicen las relaciones bi/homosexuales, se acepte la temporalidad de las relaciones afectivas, se insista en separar deseo sexual y afectividad, proponga grupos de convivencia más allá del familiar, etc. Os dejo a continuación los títulos con alguna información adicional.

  • Mayoría de edad en Karhide (Relato/Ekumen)
  • La cuestión de Seggri (Relato/Ekumen/Premio James Tiptree Jr. 1995)
  • Amor no escogido (Relato/Ekumen)
  • Las costumbres de las montañas (Relato/Ekumen/Premios James Tiptree Jr. y Locus 1997)
  • Soledad (Relato/Ekumen/Premio Nebula 1995)
  • Música antigua y las mujeres esclavas (Novela corta/Ekumen)
  • El cumpleaños del mundo (Relato/Premio Locus 2001)
  • Paraísos perdidos (Novela corta)
En resumen un volumen que recopila unas historias buenísimas e interesantísimas, que cuando aplica, en absoluto se ven lastradas por su ambientación en el ciclo de Hainish. Son todas apasionantes y absorbentes, y además de su indiscutible y acertada carga crítica, tienen un un transfondo utópico de comunión con la naturaleza que resulta reconfortante. Vamos, un libro que es una joya.

26 ene 2022

La azotea - Fernanda Trías

La que era la actual pareja del padre de Clara ha muerto en un accidente. Así que la protagonista se traslada al apartamento donde creció a cuidar de él, que no logra superar la pérdida de su esposa Julia. Enfermo e incapaz de salir de la cama, Clara se ve obligada a recluirse en esa vivienda sombría desde la que apena se ve el cielo para atenderle. Su único contacto con el exterior es Carmen, una mujer originaria de algún país europeo, quien le hace la compra y será su partera, pues Clara está embarazada. A medida que pasan los meses, la joven se verá sometida a una fuerte presión psicológica: la depresión y la enfermedad de su padre, la crianza de su hija recién nacida, los ahorros que se acaban y se ven abocados a vivir en la indigencia. Incapaz de salir de ese pozo, se aislará del mundo cada vez más y ni siquiera sus escapadas a la azotea del edificio le proporcionarán algo de paz.

La azotea es una obra asfixiante y claustrofóbica pero sin mucho sentido. Nada de sentido, en realidad, a qué engañarnos. Por momentos me ha recordado vagamente a Repulsión (Roman Polanski, 1965), pero en cutre, muy cutre, y con unas carencias narrativas tremendas. Y que conste que a mí no me entusiasmó la película, pero por lo menos el guión está trabajado y hay coherencia en lo que se cuenta. El personaje que interpreta Catherine Deneuve está totalmente trastornado y su comportamiento es el de alguien con serios problemas psiquiátricos. No se ahonda en los motivos que la han llevado a ser así, pero se mueve de manera creíble. Pero Clara... ¿qué le pasa en realidad? ¿Por qué se aisla? Nada en la obra sugiere que tuviera problemas antes de trasladarse al apartamento. ¿Por qué se atreve a salir para cumplir con una citación judicial? ¿Esto que es, un encierro voluntario pero cancelable si hay trámites que hacer en la administracion pública? En fin, lo dejo ya, sea como sea a mí la historia no me ha transmitido ninguna verosimilitud.

Fernanda Trías no da ninguna explicación de los motivos que conducen a la protagonista a romper con la vida que llevaba con anterioridad a la mudanza, ni se dejan entrever qué razones la llevan a ese enclaustramiento voluntario. Todas las suposiciones que queramos hacer vendrán forzadas por la falta de información. Si la hay debe de ser bien sutil, tanto que llegado un momento he empezado a barajar situaciones cada vez más escabrosas (¿Julia la maltrataba? ¿Su padre abusaba de ella?) en base a un par de frases aisladas en mitad del texto. En definitiva, la historia está mal construída y no tiene interés ninguno. Se lee rápido eso sí, y aunque no aportan nada, los personajes y las (mini)tramas secundarias están mejor perfilados y tienen más gracia que el encierro absurdo y ridículo de Clara. Luego leo en El Cultural que Trías la escribió con 23 años y la cosa tiene algo más de sentido. Ojo que estoy seguro de que habrá autores que han escrito novelas fantásticas a esa edad, pero para nada es el caso de esta pieza.

22 ene 2022

Arlington Park - Rachel Cusk

Arlington Park es un suburbio de clase media de alguna población inglesa no lejos de Londres. Durante el día en que transcurre la acción nos acercaremos a un grupo de mujeres que viven allí y conoceremos sus anhelos y frustraciones. Con ese estilo desbordante, agudo y descarnado que la caracteriza, Rachel Cusk ha escrito una novela deslumbrante que expone sin tapujos el amplísimo muestrario de fracasos y pérdidas que el matrimonio y formar una familia han generado en ellas, pues no el vano son la parte de la ecuación que habitualmente más renuncias debe adjudicarse.

Estamos ante una narración polifónica que se articula en forma de instantáneas breves cuyas narradoras van enlazándose de una sección a otra (no hay capítuos formales pero la separación es perfectamente clara). La comparación que se suele hacer de este libro con La señora Dalloway no es gratuita. No se trata solo de que la historia se extienda a lo largo de un solo día y que haya una cena/fiesta esa noche en casa de una de las residentes de Arlington Park. Es que además resulta inevitable pensar en el clásico de Virgina Woolf por la agilidad y habilidad con que se cambia el objeto de atención en el texto. Por suerte para mí, que terminé rebufando de la afamada escritora del grupo de Bloomsbury, éstas son las únicas similitudes entre ambas obras.

En realidad la prosa de estas dos escritoras no se parece en nada. Mientras que Woolf maneja ideas y sentimientos de una manera abstracta, lírica y casi experimental, Cusk se aferra a hechos concretos y materiales. Disecciona y analiza las decisiones que han provocado la situación en que se encuentra cada personaje con una precisión quirúrgica y hasta extremos asombrosos. Hay momentos en que el texto puede llegar a ser denso y algo enrevesado, pero creo que la profundidad de sus reflexiones lo exige y recompensa con creces la concentración que demanda. Por otro lado las imágenes que crea y las sensaciones que nos hace llegar son devastadoras. Si hay una manera de escribir que se pueda calificar como característica del siglo XXI, en mi opinión tiene que ser muy parecida a la de Cusk: inteligente, elaborada, implacable. Y desde luego a mí me fascina.

18 ene 2022

Nueve cuentos malvados - Margaret Atwood

Los Nueve cuentos malvados que se incluyen en este tomo lo son porque todos sus personajes, en mayor o menor medida, destilan maldad. Una maldad que es intrínseca al ser humano y que puede abarcar desde pequeñas venganzas y desquites por un novio robado hace 50 años o masacres organizadas cuando ciertos aspectos de la sociedad no responde a nuestras expectativas. Los protagonistas elegidos por Margaret Atwood son mayoritariamente hombres y mujeres muy maduros o directamente ancianos. Eso le da muchísimo juego a la hora de desarrollar los relatos, con tramas que en pocas páginas saltan hacia adelante y hacia atrás en el tiempo para revelarnos la historia poco a poco. Por otro lado, toda una vida vivida da muchísimo juego para elaborar los argumentos, que comprenden desde experiencias de juventud hasta actos propios de la vejez, aunque tampoco nos sorprenderemos demasiado al comprobar que unos y otros se guían por los mismos deseos y anhelos. Los títulos incluidos son:

  • Alphilandia
  • El aparecido
  • La Dama Oscura
  • Lusus naturae
  • El novio liofilizado
  • Sueño con Zenia, la de los colmillos rojo brillante
  • La mano muerta te ama
  • Colchón de piedra
  • A la hoguera con los carcamales
Excepto 'Lusus naturae' que tiene un aire más lírico y clara inspiración en lo fantástico (el más flojo para mi gusto), el resto de cuentos son realistas aunque en casos puntuales se incluyen elementos sobrenaturales. Hay bastante sustrato literario en la tramas, así los tres primeros, que además son un bloque temático, giran en torno a una escritora que ha ideado un mundo de fantasía épica denominado 'Alphilandia'; 'La mano muerta te ama' también la protagoniza un escritor, cuyo mayor éxito fue la novela de terror que da título al cuento. También hay tramas criminales ('El novio liofilizado', 'Colchón de piedra', 'A la hoguera con los carcamales'), y bastante humor para mi sorpresa. Humor zafio a veces y negro otras, pero que me ha provocado las carcajadas en varias ocasiones. Y no nos olvidemos de la maravillosa prosa de Atwood: simple, directa y certera a pesar de contener ideas y mensajes de gran calado. Con esto consigue que los cuentos se lean del tirón y resulten una verdadera gozada.

14 ene 2022

El Imperio del Sol - J. G. Ballard

Hacia finales del 1937 y en el marco de la segunda guerra sino-japonesa, el Imperio de Japón se había apoderado de Shanghai. Al ser un centro económico muy importante y con muchos intereses internacionales permaneció como zona neutral, aunque todas las partes implicadas mantuvieron un equilibrio muy precario. El pequeño Jim es hijo de una pareja británica muy bien situada y ha nacido allí. Protegido inconscientemente por su status social, se mueve como pez en el agua en esa ciudad tan peligrosa y excitante a la vez. Le apasionan la guerra y la aviación aunque de una manera infantil e inocente, lógicamente. Las demostraciones de valor, fuerza y arrojo de los soldados japoneses. La velocidad y las soprendentes posibilidades que los aviones ofrecen en una contienda. Inmediatamente después del ataque japonés a Pearl Harbor llega el golpe a las fuerzas navales británicas y estadounidenses fondeadas en el delta del río Yangtsé. Japón se hace con el control de la ciudad y recluirá a los extranjeros en campos de refugiados. El caos de la guerra separá a Jim de sus padres y con tan solo once años se encontrará abandonado a su suerte. La idea de reencontrarse con sus progenitores le guiará en la supervivencia, primero en la ciudad y posteriormente en varios campos de internamiento.

El Imperio del Sol es una novela basada en las experiencias de James G. Ballard en Shanghai durante la II Guerra Mundial. El autor británico no hace concesiones y nos trae un texto durísimo y despiadado. ¿Podría acaso describirse de otra forma el espanto que supone una guerra? Desde luego que no, así que por muy dolorosa que haya resultado la lectura, no me queda más remedio que rendirme ante el libro. Hambre, miedo, enfermedad, angustia, desesperación, horror, locura, muerte. Esos son los efectos de la guerra, una de las actividades más propias de nuestra especie.

Una de las maravillas de esta narración es presentarnos la supervivencia como un acto mecánico que no tiene nada de glorioso. Existe una épica asociada a la conservación de la vida en las circunstancias más extremas que a mí personalmente me resulta repugnante. Sin embargo Ballard reduce a solo dos las maneras de mantenerse vivo, y lo hace de manera fría y aséptica. Por un lado la compasión, que es en la que se suelen centrar las historias que insisten en mostrar la grandeza del ser humano. Actos de nobleza y sacrificio para ayudar a quien más lo necesita pero que por desgracia en gran parte de los casos conducen a la muerte de quien los lleva a cabo. Y por otro, la crueldad y el abuso de los más débiles. Jim se verá expuesto a unos y otros y se verá rodeado de personajes con una moral ambigua que oscilan entre lo primero y lo segundo

A nivel estilístico y aunque se trate de una novela realista, resulta fácil detectar las características habituales de la prosa de Ballard. Imágenes extrañas y desconcertantes descritas a través de una adjetivación muy cuidada. Una desafección y distanciamiento de los aspectos emocionales del relato con la que se consigue inquietar al lector, obligado a poner en contexto el horror a que se enfrenta el protagonista. Es más, no parece disparatado pensar que esas obsesiones por la desolación, el abandono y la soledad que inundan su obra de ciencia-ficción de los 1960s proceden de su experiencia en la II Guerra Mundial. No en vano, a nivel conceptual no hay mucha diferencia entre los personajes que transitan resorts turísticos desiertos en la Costa Brava o las islas Canarias y el Jim que deambula por mansiones con piscinas y bloques de apartamentos para europeos de las zonas más acomodadas de Shanghai. Todos están perdidos en un mundo que se desmorona, ya sea por razones difícilmente explicables desde la ciencia o por algo tan simple y la vez tan devastador como una guerra. Como no podía ser de otra forma, Ballard no defrauda ni en el fondo ni en la forma.
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