28 mar 2013

Cuentos - E.T.A. Hoffmann

Llevado un poco por la curiosidad me decidí a coger de la biblioteca los dos volúmenes de cuentos de E.T.A. Hoffmann publicados por Alianza Editorial. Los relatos incluídos en cada uno son:

El el primer volumen:

  • El Magnetizador
  • El Hombre de la Arena
  • La Iglesia de los Jesuitas de G.
  • La Casa vacía
  • El Sanctus
  • Los Autómatas
Y en el segundo:

  • Bárbara Roloffin
  • El Huésped siniestro
  • Afortunado en el Juego
  • Vampirismo
  • Historia de Fantasmas
  • La marquesa de la Pivardière
  • Datura Fastuosa
Los títulos ya hacen sospechar qué nos vamos a encontrar en los mismos: historias de misterio y terror con tintes sobrenaturales, bien procedentes de una ciencia que pretende superar a Dios y a la naturaleza (autómatas, hipnotismo, alquimia, etc.), bien de oscuras fuerzas de lo Desconocido (fantasmas, espíritus, vampiros, etc.). El autor se lo pone muy fácil al lector en cuanto a la diferenciación de los personajes. En el lado de la luz tenemos a familias de rancio abolengo y posición socio-económica acomodada: aristócratas, militares de alta graduación, científicos adinerados, etc. La paz, la belleza, la juventud, el amor y la armonía familiar hace que su existencia sea un lecho de rosas. Pero lógicamente, en sus vidas aparecen las tinieblas: individuos de gesto serio, maneras ladinas y aspecto amenazador que han sido seducidos por el Mal y con quienes los cabeza de familia mencionados anteriormente han adquirido amistad en circunstancias adversas (guerras, expediciones, etc.). Una vez todos bajo el mismo techo, sus siniestras artes se hacen sentir irremediablemente sobre los más delicados e influenciables del grupo. No olvidemos que Hoffmann es un claro exponente romanticismo, así que a todo lo anterior hay que sumar jóvenes enamoradizos con una sensibilidad tan a flor de piel, que el descubrimiento de sus sentimientos por el ser amado puede provocarles desde catalepsias a ataques de locura de los que sólo podrán recuperarse mediante técnicas médicas de vanguardia (!!!) aplicadas por supuesto por los personajes malignos.

Una lectura muy fácil y muy recomendable, terror gótico romántico en su máxima expresión. Creo que el motivo por que me han gustado ha sido precisamente por ese punto tan naïf que destilan: ha habido veces en que no he podido evitar reírme al leer descripciones de jovencitas que se desmayaban de emoción al ver desfilar a aguerridos y viriles soldados. Tenéis una reseña muy completa sobre estos dos volúmenes en Memorias de un Friki. Además en Internet abundan los comentarios sobre muchos de los cuentos individualmente.

24 mar 2013

El Mundo de Cristal - J. G. Ballard

Como admirador que soy de James G. Ballard, estoy encantado con que RBA esté reeditando algunas de sus obras con nuevas traducciones dentro de la colección que han denominado Literatura Fantástica. Hoy le toca el turno a El Mundo de Cristal, que para mi goce y disfrute, vuelve a contemplar todas las obsesiones que han caracterizado su producción que aún con reservas, se puede clasificar como "ciencia-ficción".

En esta ocasión, asistimos a un extraño proceso de cristalización que afecta a la Tierra y sus ocupantes, ya sean animales, vegetales, el propio sustrato terrestre, las construcciones humanas, etc. Todos los tejidos, componentes y materiales ordenan sus átomos de forma periódica y durante el crecimiento de los mismos terminan por fusionarse en un todo. No está claro qué ocurre con los seres vivos tras la mutación/asimilación, pero hay sospechas de que se entra en un nuevo estado que no es vida ni muerte. Por el momento esta rareza se está manifestando únicamente en tres focos: la península de Florida, los pantanos del Pripet en la Unión Soviética y la selva de la República de Camerún, que es donde transcurre la acción. En el país africano el proceso no es todavía demasiado grave, en Florida por ejemplo ya han sido evacuadas 3 millones de personas. Así que nuestro protagonista, el Dr. Edward Sanders, que trabaja en la leprosería de Fort Isabelle, aprovecha unas semanas de vacaciones para ir a visitar a sus amigos y colegas Max y Suzanne Claire en Port Royal, que para colmo de males, está en pleno epicentro de este fantástico fenómeno natural.

A partir de estos personajes y de sus ocultas motivaciones (Suzanne estuvo trabajando en la leprosería con Edward, donde ambos tuvieron un affaire amoroso), Ballard elabora una intrigante novela donde un montón de enigmáticos personajes de lo más variopinto se mezclan y utilizan los unos a los otros para conseguir sus misteriosos objetivos. Monsieur Ventress, un personaje de lo más turbio que va en busca de su mujer, quien tras un matrimonio muy lejos del ideal, ha huido con Thorensen, el responsable de una explotación minera de diamantes. Louise Peret, una periodista francesa free-lance que está en la zona para cubrir la emergencia. El padre Balthus, un sacerdote en crisis de fe y de negación de Dios cuya parroquia también está en la localidad damnificada. Por supuesto que nadie espere que ninguna de las tramas se cierre, el autor británico es especialista en generar inquietud simplemente haciéndonos partícipes temporales de las dificultades de sus personajes. Yo creo que ya me he acostumbrado a ello, incluso lo encuentro meritorio, aunque admito que al principio de leerle me resultaba incómodo. Y si por algo destaca esta novela es por la magnífica descripción de ese mundo en los albores del apocalipsis. La constantes referencias a la extraña luz solar que inunda la selva, que más que iluminar parece oscurecerla, el río como vertebrador de las comunicaciones y única via de escape, las oleadas de cristalización que en forma de tormenta acosan la zona, sus demoledores efectos sobre la vida,... Todo ello página tras página consigue transmitir una sensación opresiva y asfixiante, perfecta para los amantes del fin del mundo. El propio Sanders trata de dar una inefable visión cosmológica del proceso, pero lo cierto es que se mete en un berenjenal tremendo elucubrando sobre alteraciones del espacio-tiempo. Yo me he limitado a pasar de puntillas por encima de esta explicación del fenómeno porque, ¿quién la necesita cuando lo verdaderamente excitante es, precisamente, dejarse llevar por lo desconocido e incontrolable?

Para conocer otras opiniones de esta novela, os recomiendo en esta ocasión Generación Reader.

20 mar 2013

Cronopaisaje - Gregory Benford

En Cronopaisaje, Gregory Benford compone una trama muy elaborada en la que se plantea, desde una perspectiva de ciencia-ficción dura, cómo comunicarse con el pasado para intentar avisar del apocalipsis ecológico que se vive en 1998. De esta forma, la sociedad tiene la esperanza de poner remedio a las desastrosas políticas medioambientales que lo han provocado. La herramienta de que se valen para enviar este mensaje a través del tiempo son los taquiones, unas misteriosas partículas que pueden viajar a velocidades superiores a la de la luz y que tienen un efecto fácilmente mensurable sobre ciertos materiales en los cuales se viene trabajando desde principios de los 1960s.

Así que desde un departamento de Física de la Universidad de Cambridge (UK) que sufre terribles recortes económicos en sus fondos y en la línea temporal del futuro, se dedican a generar haces de taquiones con los que bombardean antimoniuro de indio. Los taquiones modifican ciertas características del núcleo de indio, así que codificando los haces en mensajes morse, confían en que alguno de los laboratorios que experimentaban con ese semiconductor décadas atrás sean capaz de detectar los cambios en dichos átomos y en consecuencia, su variación en el tiempo en forma de señal cifrada. En la otra línea temporal (1962), no topamos con que en la Universidad de La Jolla (San Diego, California), empiezar a localizar extrañas resonancias en una muestra de InSb durante las mediciones que un doctorando está realizando sobre dicho material... ¡Et voilà, empieza la acción! Por un lado un futuro sombrío, casi distópico y rozando la desesperación en el Reino Unido, por otro un pasado luminoso y soleado en la costa oeste de Estados Unidos, donde el optimismo aún hace pensar que las expectativas más audaces pueden hacerse realidad. El contraste es brutal y el autor ha sabido explotarlo muy bien. Por otro lado, las explicaciones científicas se adecúan a cada momento histórico, y para lo complejo que es el marco teórico me han parecido bastante accesibles, lo cual tiene bastante mérito porque hace más de 20 años de mi última clase de Física.

Benford complementa la trama principal con varias subtramas que van desde las dificultades en las relaciones afectivas de los personajes a las rivalidades académicas, el impacto de la ciencia en los mass-media, los tejemanejes presupuestarios de los Comités de Investigación, etc. Quizás este sea el principal problema del libro: por momentos da la impresión de que símplemente se están rellenando páginas (muchas, la verdad) con situaciones que pretenden dotar de autenticidad a lo expuesto, pero que en realidad, no importan demasiado. Eso sí, desde luego el final me ha parecido fantástico, muy, muy conseguido. No voy a desvelar ningún detalle pero por sí solo hace que la novela sea merecedora de todos los premios que recibió. Solo comentaré que juega con el concepto de paradojas temporales, que dados los planteamientos de la historia resultaban prácticamente imposibles de evitar.

Resumiendo, una propuesta muchísimo más seria y muchísimo más interesante que mi, hasta ahora, única referencia de Gregory Benford: la segunda parte de Tras la Caída de la Noche. Por cierto, la portada de la edición de La Factoría de Ideas es absurda a más no poder. No digo que no sea chula, pero, ¿qué relación tienen esas naves espaciales de ahí con el libro? Cualquiera diría que estamos ante una space-opera. En fin...

Más reseñas en Literatura Prospectiva, el Sitio de Ciencia-ficción y Cifi Perú.

17 mar 2013

3. Jahrestag

Apenas tres semanas después de subir la reseña número 200, Das Bücherregal celebra su tercer aniversario. Considerando que la vida media de los blogs son 15 meses según las fuentes más mencionadas por google (desconozco la fiabilidad de las mismas), creo que es todo un logro. Quizás los blogs dedicados a comentar libros resisten más porque detrás hay un hábito sanísimo del que es muy difícil deshacerse: la lectura. Ahí tenemos como ejemplo dos de mis habituales, Cuchitril Literario en activo en su formato actual desde abril de 2005 y con más de 1000 posts, o Un Libro al Día, que ha celebrado su cuarto aniversario hace tan solo un par de semanas.

Quiero aprovechar la efeméride para en primer lugar, agradecer a todos los habituales vuestras visitas y que me hayáis incluído en vuestro blogroll. Nunca dejará de asombrarme que los comentarios personales sobre mis lecturas puedan resultar de interés, así que de nuevo, mi más sincero agradecimiento a todos. Al margen de la constantes incursiones en mi bitácora procedentes de este reducido y exclusivo grupo de fans, curioseando por las estadísticas de Google Analytics me he topado con links a algunos de mis posts en las páginas más insospechadas. Webs de descargas de libros, blogs que compilan reseñas de novelas, grupos de lectura, incluso algún artículo en la web de una biblioteca pública anónima de alguna localidad española, todos ellos enlazan con algunas de mis reseñas, algo que nunca habría imaginado y que me sorprende muy gratamente. Sin embargo, hoy quiero hacer incapié en que Das Bücherregal no tiene entre sus objetivos ser referencia de nada más que de mi interés en esta afición lectora que tengo, algo que ya destaqué el día de la fundación del blog, y sobre lo cual insití en el primer cumpleaños. Escribir en el blog me entretiene y eso es, para mí, recompensa más que suficiente. Naturalmente, no voy a ocultar que el constante incremento de visitas sirve de alimento a mi ego, así que hoy como necesaria cura de humildad y aprovechando la resaca de Doctor Pasavento y su elogio al anonimato y la desaparición voluntaria, voy a destacar no los posts más populares, sino todo lo contrario: aquellos que aún habiendo tenido toda mi dedicación y cariño durante su  redacción, han sido recibidos con frialdad, desinterés e indiferencia por la blogosfera. Algo que traducido a cifras quiere decir lógicamente pocas visitas.

He creído imprescindible aplicar un algoritmo de desinterés que compensase el tiempo transcurrido desde el momento de publicación de la reseña. Estaréis conmigo que no es lo mismo haber recibido 30 visitas después de 2 años que después de tan solo 2 semanas. Evidentemente el paso del tiempo tiene que ponderar de alguna forma la baja popularidad en las estadísticas. Así pues, tomando como datos de partida el informe de visitas de blogger sobre cada post y aplicando un coeficiente corrector que disminuye a medida que aumentan los meses desde la publicación de la reseña, resulta que los 5 posts menos interesantes que hay en mi humilde blog son (el más ignorado primero):

Mire al Pajarito - Kurt Vonnegut (13/12/2010)
Cita con Rama - Arthur C. Clarke (21/09/2010)
La Mano Izquierda de la Oscuridad - Ursula K. Le Guin (19/04/2011)
Incordie a Jack Barron - Norman Spinrad (10/09/2010)
Aparato de Vuelo Rasante - J. G. Ballard (21/05/2010)

Y aquí lo dejo, podéis estar seguros de que seguiré por la blogosfera mientras me resulte divertido. Como hoy es domingo y tengo más tiempo, lo voy a dedicar a seguir leyendo.

15 mar 2013

Doctor Pasavento - Enrique Vila-Matas

Una lectura extraña, Doctor Pasavento. Es lo primero que leo de Enrique Vila-Matas, así que no sé si es será muy representativo de su producción. Estamos ante una peculiar obra que oscila entre el ensayo y la ficción, ésta última de marcados tintes autobiográficos. El narrador es un escritor de éxito que expone su obsesión por pasar desapercibido y desaparecer como única solución al horror no solo ya de la popularidad y las complicaciones que ésta lleva asociada, sino a la existencia misma del hombre. En ese planteamiento coincide con el autor suizo Robert Walser, por quien siente verdadera admiración y cuyo triste final (pasó veintitantos años en un sanatorio psiquiátrico totalmente alejado de la literatura como actividad pública) parece ser el modelo perfecto de ausencia que anda buscando.

La narración transcurre de ciudad en ciudad, reales o ficticias, en una huida que lleva al protagonista a saltar en tren, avión o con su imaginación de París a Nápoles, de Nápoles a Zurich, de Zurich a Sevilla, de Sevilla a Barcelona, de Barcelona a Lokunowo y vuelta a empezar. El relato se hace difícil de seguir por momentos pues en una orgía hipertextual puede ocurrir perfectamente que desde París nuestro protagonista redacte una historia que ocurre durante su última estancia Nápoles mientras escribía sobre su improvisada ausencia de una conferencia en Sevilla fantaseando que paseaba por Zurich. Estos anidamientos se prolongan durante capítulos con lo cual he tenido algunos momentos de confusión por no saber en donde me encontraba exactamente. Por lo demás, los argumentos que nos presenta en esa búsqueda y justificación de la necesidad desaparecer, se apoyan sobre un despliege de erudición (meta)literaria un poco ostentoso(1) pero que a mí, que siempre ando buscando nuevas referencias, me ha resultado muy provechoso. Aunque abundan detalles de la vida y obras del autor de Jacob von Gunten, también aparecen docenas de otros escritores, artistas y personajes varios cuya presencia se relaciona directamente con el tema tratado: André Gide, Emmanuel Bove, Ettore Majorana, W. G. Sebald, Laurence Sterne, Thomas Pynchon, Friedrich Hölderlin, Franz Kafka, etc.(2) 

Supongo que me esperaba una novela convencional. A pesar de estar un poco perplejo por lo poco habitual de la propuesta, no puedo decir que me haya disgustado en absoluto porque para mí el anonimato es un lugar muy placentero. Es innegable que en la sociedad occidental actual la popularidad y la conquista de la fama a cualquier precio y con el mínimo esfuerzo, ha pasado a ocupar una posición muy importante en las prioridades de un porcentaje amplísimo de la población. Quizás el máximo exponente podrían ser los reality shows o los concursos de talentos, pero también en otra escala el millón de amigos en facebook. Encontrarse con un libro en el cual se plantee que lo que tiene sentido es justo lo opuesto (anonimato, discreción, ausencia volutanria y deseada) me ha resultado muy reconfortante.

Además de la curiosa entrada que a este libro dedica El Lector Ileso, os recomiendo echar un vistazo a Solo de Libros. En ambos el libro ha gustado, sin embargo en el Diario de Lecturas de Vicente Luis Mora no sale nada bien parado, y por si eso no fuera suficiente, la polémica entre defensores y detractores de Vila-Matas se desata en los comentarios.

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(1) Ver “Un capítulo más y luego ya me puedo masturbar”, se dice un cansado Enrique Vila-Matas en El Mundo Today [Humor]
(2) La lista completa de escritores mencionados, que no de personalidades, se puede consultar en El Lector Ileso.

11 mar 2013

De un Castillo a Otro - Louis-Ferdinand Céline

De un Castillo a Otro forma parte de la trilogía(1) autobiográfica en que Louis-Ferdinand Céline cuenta su exilio tras la liberación de Francia en la II Guerra Mundial. Debido a su marcado antisemitismo y su participación en el gobierno colaboracionista de Vichy, el autor hubo de huir junto con su esposa y más de 1400 personas a Sigmaringen, donde el III Reich les proporcionó refugio en el castillo y otras dependencias de la ciudad y alrededores. El libro va saltando temporalmente entre tres puntos de la historia personal de Céline. El primero de ellos es el momento de la redacción de la novela en la segunda mitad de los 1950s, en el que era el presente del escritor y médico. Ya había sido amnistiado y malvivía en Francia prácticamente al borde de la pobreza. Desde ahí hace breves incursiones al tiempo que pasó en Dinamarca, entre juicios y cárceles, y donde verdaderamente se explaya es los días que pasaron en aquella pequeña ciudad del estado de Baden-Württemberg bajo la tutela de Tercer Reich.

Bajo mi punto de vista resulta difícil enfrentarse sin prejuicios a la obra de Céline una vez conocida su ideología y simpatías. No obstante mejor empezar a leerle cargado de prejuicios que no hacerlo nunca, porque como el resto de su producción tenga el nivel de De un Castillo a Otro, entonces su fama de ser uno de los grandes escritores que ha dado Francia está totalmente justificada. Para empezar su escritura se intenta asemejar todo lo posible a la lengua hablada y al hilo de conciencia: escupe frases muy cortas sin descanso, una tras otra, que separa por puntos suspensivos como para darnos a entender que tiene que meditarlas antes de lanzarnoslas directamente a la cara. Toda la frustración y rencor hacia quienes considera culpables de su situación se traduce en constantes imprecaciones, en airadas exclamaciones de furia y rabia contra sus editores, sus amigos, sus vecinos, su familia, personalidades públicas, etc. Lo interesante del caso es que aún asumiendo -solo en parte- su responsabilidad, nos enfrenta a la contradicción que supone que ciertos personajes muy bien valorados en su país tengan pasados mucho más turbios que el suyo. El texto nos transmite también su total devoción a la profesión médica, cómo vela por la salud de sus pocos pacientes aún a costa de la suya propia. Y desde luego el relato de las vivencias de los refugiados en Sigmaringen es extraordinario. Debido a las durísimas condiciones impuestas en la convivencia entre colabos franceses, refugiados de otros países y los propios alemanes, los encontronazos, los absurdos y los despropósitos están al orden del día. Y Céline tiene una capacidad increíble para narrarnos ese día a día de penurias, haciendolo con tanta intensidad, vitalidad y sarcasmo que yo por lo menos no he podido evitar reirme en numerables ocasiones. Y que conste que las risas me han provocado un pequeño conflicto ético, pues es obvio que a pesar del drama y la desesperación, o quizás como mecanismo de defensa ante los mismos, la narración resulta divertidísima.

Otro libro totalmente recomendable y otro autor a quien volveré en cuanto pueda. El apartado final de todos mis posts, en donde recomiendo otras reseñas, queda en esta ocasión desierto. Me ha sido imposible encontrar más opiniones sobre este libro, aunque en Internet abunda la información sobre este autor y otras de sus publicaciones.

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(1) Via Wikipedia me entero de que las otras dos son "Norte" (1960) y "Rigodón" (1969).

7 mar 2013

Menos que Cero - Bret Easton Ellis

Antes de Menos que Cero, mi único conocimiento de Bret Easton Ellis procedía de la adaptación cinematográfica de otra de sus novelas, American Psycho (Mary Harron, 2000). Para la fecha de realización, la película tiene un aire 1980s digno de mucho mérito, tanto que por culpa de esa estética me llegó a resultar atrayente y repelente a partes iguales. No hace ni un año que la he visto y admito que el guión me gustó a pesar del innecesario regocijo en las escenas de violencia. En cualquier caso y como tenía ganas de leer algo suyo de una vez por todas, me decidí por su primera novela, que al igual que Azul casi Transparente de Ryu Murakami, venía precedida por toneladas de buenas referencias en la blogosfera y trata un tema que en siempre me atrae: vidas extremas entre altas dosis de drogas y tendencias autodestructivas.

Y eso es exactamente lo que nos encontramos en la trama. La acción transcurre muy a principios de los 1980s. Clay, de 18 años de edad, vuelve a Los Angeles a pasar las vacaciones de navidad tras su primer trimestre en una universidad del nordeste estadounidense. Retoma el contacto con sus antiguos amigos de secundaria, entre los que cuales están los hijos de adinerados magnates de la industria cinematográfica (como él mismo) y en menor medida los camellos y otra fauna menos afortunada a quienes ha conocido en sus correrías. Así que durante prácticamente el 95% del texto nos enfrentamos a una narración a cargo del protagonista en primera persona y en presente de indicativo, más o menos de esta guisa:
Llamo a Blair/Julian/Trent/etc. Nadie coge el teléfono así que llamo a Julian/Trent/Blair/etc. y le pregunto por él/ella. No sabe dónde está pero quedamos para comer en La Scala Boutique/un restaurante de Melrose/Galleria/etc. Antes me paso por casa de Rip y le compro cinco gramos. Aparco y me meto una raya antes de entrar al restaurante. Cuando llego Julian/Trent/Blair/etc. ya se ha bebido 3 copas de vino blanco. Lleva pantalones negros/blancos/azules/etc. y una camiseta de The Blockheads/The Specials/English beat/etc. En la mesa me pregunta qué he hecho el fin de semana. "He andado por ahí", le contesto, pero la verdad es que no me acuerdo. Por la noche nos vemos en el Nowhere Club/The Whire/Land's End/etc. donde todo el mundo está muy moreno. Hoy hay un concierto de Missing Person/Vice Squad/X/etc. No bebemos unas copas mientras los vemos actuar. Julian/Trent/Blair/etc. dice de ir a meternos una raya, pero a mi me sangra la naríz de todas las que llevo en el cuerpo desde que he llegado a Los Angeles y paso. Me dice que me va a conseguir Decadron o Celestone para lo de la naríz. Aún me quedan cuatro/tres/dos/una semana(s) aquí. Nos vamos al The Palace/New Garage/The Roxy/etc. y mientras Julian/Trent/Blair/etc. conduce su Porsche/BMW/(Mercedes) 380 SL/etc., pone un cassette de The B-52's/Human League/Spandau Ballet/etc. que he oido mil veces. Etc. etc. etc.

Este esquema, vacío por un lado pero por otro repleto a más no poder de nombres propios y referencias que no aportan absolutamente NADA se repite página tras página. Eso sí, también aparecen descripciones de encuentros sexuales hetero y homo, de ratos pasados con su familia, de fiestas en mansiones de lujo, de tardes en el club de playa y de viajes a localidades en las proximidades de L.A. Todo el rato así excepto en el 5% restante, donde Clay describe experiencias de cuando era (aún) más joven y pasaban los fines de semana en una casa familiar cerca del desierto. Allí se reunían sus tíos, primos y abuelos, a los que añora especialmente.

Apasionante. No le quito el mérito de haber documentado el estilo de vida desenfrenado de quienes en un par de años serían los infames yuppies de Wall Street y demás, pero las ridículas vivencias sin sentido de un grupo de niñatos asquerosamente ricos no tienen ningún interés para mi. Estaba terminandolo y me parecía imposible ya salvar nada de semejante bazofia cuando de repente en la recta final se nos presenta una pequeña historia que sí parece tener algo de alma: Julian, uno de los amigos de Clay, es un adicto a las drogas que ha adquirido deudas muy importantes con los traficantes. Para saldarlas, se ha visto forzado a introducirse en el mundo de la prostitución masculina como chapero de lujo. En mi opinión, sólo en esos pocos párrafos podemos asistir a un atisbo de sentimiento, de dolor, de emociones reales. En fin, a pesar de la gran decepción que me ha supuesto esta aventurilla de pijos de L.A., la novela es super fácil de leer y se puede dar cuenta de ella en un par de sentadas.

Hay un par de reseñas que a pesar de no coincidir en absoluto con mi opinión, me han parecido bastante buenas: las tenéis en Sombras de Neón y en Libros y Literatura.

3 mar 2013

V de Vendetta - Alan Moore y David Lloyd

El cómic que me ocupa hoy es, por las dimensiones de la publicación, lectura obligada de sofá. No es que sea imposible ir con un libraco de 22x32cm y tapa dura en el metro, pero un poco incómodo sí que debe ser. De manera que si empezamos a buscar razones por que he tardado 7 años en leer V de Vendetta puedo encontrar algunas que tienen sentido: durante la semana laboral tengo mil cosas que hacer conque me queda poco tiempo para leer. Por tanto el sofá se reduce a sábados y domingos, pero claro, los fines de semana que me quedo en casa por lo general prefiero ver una peli, o tengo otras lecturas pendientes, etc. etc. La situación se repite mes tras mes hasta que prácticamente 7 años después del estreno de su adaptación al cine, he encontrado por fin el momento justo para leer la novela gráfica original. Porque me gustó tanto la película que inmediatamente me compré la edición que Planeta DeAgostini sacó a rebufo del film.

La mezcla de distopía totalitaria y resistencia anarquista que ideó Alan Moore es cautivadora a más no poder. Tengo especial debilidad por las sociedades futuras que representan sueños truncados, en consecuencia la historia de resistencia y lucha contra el gobierno fascista que ha tomado el control de Gran Bretaña, personificada cómo no en los protagonistas, V y Evey Hammond, me parece fantástica. Debido a todo el tiempo que ha pasado desde que ví la película me ha sido imposible comparar ambos con ningún rigor. Mientras lo leía sí que he notado ciertas tramas secundarias que sin duda se recortaron en el guión de los hermanos Wachowski, pero bueno para conocer las diferencias nada mejor que la entrada correspondiente de la Wikipedia. Las grandes desemejanzas de fondo que nos señala dicho artículo hicieron que Moore no aprobase la adaptación cinematográfica, que sí cuenta con el visto bueno del dibujante David Lloyd. Y no es de extrañar, da la impresión de que usaron como storyboard directamente el cómic, sin más. Las escenas, los decorados, el vestuario, etc. parecen calco directo del universo ideado por el ilustrador: oscuridad y sombras en todas las viñetas para transmitir la falta de libertad y esperanzas.

En fin, una obra imprescindible, el tono desesperado y opresivo lo hacen especialmente atractivo a todos los aficionados a la ciencia-ficción distópica. Estamos ante una crítica brutal a la deriva totalitaria que los estados democráticos empezaron a tomar a finales de los 1970s, cuyo epítome en UK era el Thatcherismo (no olvidemos que la novela gráfica data de principios de los 1980s). Lo cierto es que sus predicciones se han demostrado bastante acertadas, como así demuestra y recoge el imprescindible documental La Doctrina del Shock.

Hay un excelente y completísmo análisis V de Vendetta en La guía del Cómic y una reseña más corta pero también muy interesante en Zona Fandom.
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