Ben Morea es un activista anarquista que a mediados de los 1960s fue un destacado miembro de la contracultura de los EEUU. Aún sigue en activo publicando en su blog E-Blast, pero a partir de 1965 fue catalizador (que no líder) de una serie de publicaciones y grupos de acción directa que agitaron la crítica y sobre todo la lucha antisistema desde el underground neoyorquino. Si bien en aquellos años la izquierda norteamericana centraba sus rechazos al gobierno por la Guerra de Vietnam, Morea y su grupo no se limitaron a manifestar su censura a tan deleznable intervención imperialista de su país, sino que mucho más ambiciosos, proclamaban la necesidad de una Revolución total que acabase no con las guerras, sino con los sistemas que generan las guerras. Tenían especial interés en hacer del arte un componente esencial en el desarrollo de la vida del hombre, tanto es así que en su ideario se recogían conceptos procedentes principalmente del Dadaísmo, pero también del Surrealismo o el Futurismo. Sin embargo consideraban que el establishment se había apoderado del arte alejandolo del pueblo mediante su secuestro y mercantilización (galerías, museos, coleccionistas, subastas, etc. ), de ahí que una de sus primeras y más conocidas acciones consistiera en clausurar el MoMA. Para su propia sorpresa, la dirección del museo decidió cerrar sus puertas el día que se había programado la protesta ante el temor de que hubiera disturbios, con lo cual su acto reivindicativo se puede considerar un éxito parcial.
Motherfuckers! De los veranos del amor al amor armado es un libro interesantísimo que recorre la historia de estos elementos centrales de la contracultura de los 1960s. El volumen se abre con «Unos Hell Angels con manifiestos políticos». Black Mask, Motherfuckers y su tiempo, un prólogo de Servando Rocha en la cual se nos presenta la trayectoria del grupo bajo sus diferentes nombres. Sus orígenes, sus influencias, sus relaciones con otros colectivos similares en todo el mundo, etc. A continuación viene el artículo Un verano enmascarados, redactado por los hermanos David y Stuart Wise. Se trata de dos miembros de King Mob, un grupo inglés de tendencias y planteamientos similares a los que reflejan la trayectoria de Morea. Un par de componentes de dicho colectivo colaboraron con él durante la visita que hicieron a NY el verano de 1967. Pero el plato fuerte de este volumen es sin duda la recopilación de toda la producción del anarquista norteamericano y su entorno desde mediados de los 1960s y hasta que dejaron de estar en activo a principios de los 1970s. Rocha ha realizado una intachable labor de documentación de todo el material escrito que salió de aquellos activistas. Se incluye en primer lugar los diez números de la revista Black Mask (noviembre 1966 a abril-mayo1968), cuando se hacían llamar por ese nombre. Tras la cancelación de la misma y ya bajo el apelativo de Up Against the Wall, Motherfucker (UAW/MF) y alguna otra variante, siguieron publicando artículos en Rat, una revista clave de la contracultura estadounidense, o bien panfletos que repartían por las calles del Lower East Side. Para finalizar, el volumen se cierra con la transcripción de una entrevista que hicieron a Morea en 2006.
La parte documental me ha parecido magnífica. Black Mask sorprende por la claridad y contundencia en la exposición del ideario anticapitalista y revolucionario. Por desgracia, sus denuncias siguen siendo igual de válidas cincuenta años despues, y la necesidad de una transformación completa de la sociedad, tan utópica como entonces. Las guerras provocadas por EEUU por interés económico, el consumismo, las deficencias del sistema educativo o el racismo que se reprobaban en sus páginas en los lejanos 1960s, siguen hoy día presentes en nuestro mundo. El material publicado ya bajo el nombre de UAW/MF es algo más confuso. Se trata de manifiestos y flyers con una gran componente artística que mezclan poesía, apología del uso de lo que denominaban drogas «de vida» (LSD, cannabis), activismo político, defensa de estilos de vida alternativos, llamamientos a la Revolución total, etc. A pesar de que estos último son más difíciles de entender (en algunos francamente hay muy poco que rascar), el apartado gráfico es imbatible: abundan las composiciones de clara influencia psicodélica, pero también usan elementos tribales propios de nativos americanos, grabados medievales que plasman simbología típicamente anarquista, etc.
El principal inconveniente que puedo poner al libro es que para un lector no familiarizado con estos temas, el artículo introductorio de Rocha exige bastantes conocimientos sobre la contracultura de los 1960s. El escritor e investigador canario entra de lleno a describir el grupo sin pretender en ningún momento ponernos en contexto y explicar los términos y referencias que se mencionan casi en cada nuevo párrafo: yippies, la Internacional Situacionista, los diggers de San Francisco, etc. Que conste que hoy día con Internet siempre disponible en un momento obtienes unas pinceladas básicas de cualquier cosa desde la Wikipedia, pero creo que si hubieramos accedido a esos contenidos desde el propio texto la obra habría ganado. En todo caso, y como viene pasando con todo lo que leo de este autor, estamos ante un tomo imprescindible para conocer los movimientos alternativos/contraculturales a lo largo de la historia, algo que no creo que cubran los programas lectivos de educación secundaria. Hay muchos comentarios en la red sobre este libro aunque en general son más bien promocionales. Reseñas lo que se dice reseñas, pocas he encontrado. Tenéis la de Reimplosión, muy breve y meramente descriptiva. En Chopper Monster hay un artículo muy útil de cara a conocer en diez minutos la historia resumida de Ben Morea y los suyos.
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