La oscuridad visible es uno de esos libros que he empezado a leer sin tener ni la más remota idea de qué trataba y he de admitir que me ha sorprendido bastante gratamente. Se trata de una novela de personajes típicamente británicos cuya acción comienza durante los bombardeos de Londres en la II Guerra Mundial y termina a finales de los 1970s. William Golding compone una historia que se divide principalmente entre Matty y Sophy. El primero es un niño huérfano víctima de los ataques nazis a la capital del Reino Unido, a resulta de los cuales queda desfigurado por las quemaduras sufridas. La segunda es una joven que al haber creecido en una familia más bien disfuncional desarrolla un carácter de rasgos psicopáticos. Hay un tercer personaje que influye mucho en la acción aunque no tiene demasiado peso en la trama: se trata del señor Pedigree, un pederasta que durante un breve tiempo será profesor de Matty. De esta mezcla sale una novela que no está mal del todo. Hay elementos de novela negra, ya sea con pequeños delitos o con terroristas internacionales, personajes muy populares en la literatura más comercial de los 1970s; hay también una componente importante de género fantástico, con incursiones en lo sobrenatural desde una perspectiva que a falta de otra definición mejor, a mí me gusta denominar terror bíblico; y por último, unos aspectos sociales de crítica a la discriminación y la hipocresía, en tanto en cuanto se exponen las miseras del ser humano a la hora de tratar al diferente.
Las dos líneas argumentales confluyen moderadamente bien, aunque en mi opinión la historia de Matty se extiende mucho más allá de lo necesario y muy poco de lo relatado sobre su personaje aporta cuestiones de relevancia en la trama. Los aspectos de terror/fantástico son claramente los ganadores para mi gusto (siempre me ha resultado muy atractivo el conflicto que provocan las apariciones de seres espirituales al imponer designios divinos). Y en cuanto a Sophy, su personalidad está muy, muy bien descrita y a medida que la vamos conociendo somos conscientes de sus graves problemas psicológicos. Por supuesto a nivel narrativo su falta de empatía y de cortapisas morales da muchísimo juego. Todo esto se mete en la coctelera con un buena cantidad de relato criminal y el resultado es entretenido e inquietante a partes iguales. No es que tenga la profundidad de La pirámide, sin duda mi favorita de este Nobel británco, pero por suerte está muy por encima de esa pérdida de tiempo que es 'Trilogía del mar' (ver Ritos de paso, Cuerpo a cuerpo y Fuego en las entrañas).
Mark Coeckelbergh: La ética de los robots
Hace 9 horas
3 comentarios:
Hola, muchas gracias por la reseña. Me lo llevo a mi lista de futuras lecturas. Saludos
@Keren Verna: Espero que lo disfrutes. Es un libro muy fácil de encontrar en librerías de segunda mano. Gracias por pasarte por aquí.
Golding, como el australiano Patrick White, tiene algunas novelas que se deslizan claramente por el terreno de la novela metafísica o filosófica. Leí esta novela hace 32 años y me fascinó, aun sin entenderla mucho. La volví a leer este verano y entendiéndola un poco más, me volvió a resultar fascinante. Hay algunos escritores británicos (Golding, White, Doris Lessing...) que escriben tan bien que les perdonas perfectamente la oscuridad o lo opaco de sus temas.
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