Un grupo de viejos amigos que rozan los 60 años de edad celebran en Madrid una cena para recordar los viejos tiempos. Se conocieron en la capital a finales de los 1960s, donde formaban parte de una célula de activistas comunistas que luchaba contra el régimen de Franco. Uno a uno y por turnos van tomando la voz, de forma que en un par de rondas nos cuentan cómo les va treinta y tantos años después. A lo largo del texto seremos testigos de cómo los ideales revolucionarios de su juventud se han ido dejando a un lado para encontrarse con destinos que nunca hubiesen imaginado en sus tiernos veintipocos años.
Los viejos amigos es la novela más devastadora emocionalmente que he leído en lo que va de año. El contraste que resulta de enfrentar en pocas líneas las ilusiones y esperanzas de la juventud con la apatía, el conformismo, el drama o la hipocresía de las vidas de los protagonistas tres décadas después tiene el mismo efecto que un mazazo en la cabeza. Y sin embargo no queda más remedio que admirar a Rafael Chirbes por haber sabido hacerlo tan bien. A destacar que el autor valenciano haya elegido un rango de personajes y personalidades en donde casi cualquiera de nosotros podemos identificarnos en mayor o menor medida. La sensación de fracaso sobrevuela la vida de todos ellos; incluso aquellos que han tenido una carrera de éxito (al menos desde un punto de vista económico) se nos presentan como hipócritas, chaqueteros o clasistas cuando no directamente manipuladores, viles, ruines. La idea de que el triunfo solo se consigue con acciones y comportamientos despreciables le quita por tanto cualquier atractivo que nos quieran vender. Especialmente emotiva y efectista me ha resultado la historia de los ausentes, narrada por quienes tuvieron más trato con ellos. De esta forma los que han muerto o quienes han desaparecido sin dejar rastro tienen también voz en este espectacular relato de vidas destrozadas, de ilusiones aniquiladas.
Y por si todo esto no fuera bastante, Chirbes consigue reflejar con una exactitud casi milimétrica el panorama económico, político y social en que nadábamos en la España de finales de los 1990s-principios de los 2000s, adelantándose más de diez años a todos esos escritores que metidos a ensayistas se han dedicado a aclararnos a tiro pasado todo lo que se ha hecho mal en este país una vez metidos de lleno en la crisis económica del 2008. Poco más puedo decir de esta maravilla, el mejor elogio que puedo hacerle a este libro es recomendarlo hasta el agotamiento. Más reseñas en Novela negra y cine negro y Libros de ayer y hoy.
Pedro Juan Gutiérrez: Anclado en tierra de nadie
Hace 7 horas
2 comentarios:
Totalmente de acuerdo. Chirbes es buenísimo, aunque devastador, de una lucidez que raya en la crueldad a veces. No apto para cobardes.
A la lista de cabeza
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