Si en Recortes de mi Vida Augusten Burroughs nos contaba su extraña y turbulenta infancia y adolescencia, el libro que hoy me ocupa es la continuación temporal de aquel otro. En el Dique Seco recoge las experiencias de autor convertido en un joven adulto que ha triunfado en el mundo de la publicidad en Nueva York. A una infancia problemática (familia disfuncional, padres ausentes que con tan solo 12 años se desentienden de él dejandole a cargo de sus terapeutas, víctima de abusos sexuales, etc.) sucede una entrada en el mundo adulto igual de difícil, dominada por el alcoholismo, el abuso de drogas y la codependencia emocional.
Para quien haya visto Dos Metros bajo Tierra, Burroughs se presenta como una mezcla entre David Fisher (gay, codependiente) y
Brenda Chenowith (tendencia al abuso de sustancias, familia disfuncional). ¿Por qué esta comparación? Porque me ha resultado invitable traer muchos capítulos de la serie a mi cabeza a medida que leía el libro. El vacío, la incapacidad de compromiso de Brenda y sus peligrosas aventuras en los ghettos del crack por un lado, por el otro David y su desesperada búsqueda de amor en parejas completamente inadecuadas. Es decir, nada que no haya visto ya y lo que es peor, relatado sin ninguna particularidad destacable a nivel narrativo. ¿Que esto es verídico y la serie de HBO solo ficción? Cierto, aunque con reservas. Obviamente los guiones de Dos Metros bajo Tierra podrían estar basados tanto en la vida de Augustin Burroughs, como en la de alguna de las personas que hacen cola en grupo en los baños de las discotecas para meterse coca, o en la de aquel tipo que se provocaba el vómito en plena calle cuando volvías la noche del sábado para casa.
No obstante, todo hay que decirlo, el libro es de lectura fácil y nada complicada. El estilo es bastante sencillo y sin artificio alguno. Tienen momentos divertidos -por lo esperpéntico probablemente-, y también los hay emotivos. Entre los primeros los mejores aparecen cuando la terapia le va abriendo los ojos a su problema, a pesar de ser muy duro ver cómo se enfrenta a la miseria a que le ha arrastrado el alcohol. Entre los segundos destaca la historia de su ex-novio seropositivo que ha desarrollado el SIDA. Pero vamos, que historias como éstas estamos hartitos de verlas en los cientos de miles de telefilms basados en hechos reales que ponen en TV casi a diario.
Hay otras reseñas de la novela en Ciudad del Hombre y en rafaelrobles.com.
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