10 ago 2018

El mejor de los mundos - Quim Monzó

El mejor de los mundos es otro volumen de narrativa breve a cargo del ínclito Quim Monzó. Incluye un total de trece cuentos y una novela corta. No voy a poder decir nada nuevo respecto a lo que ya comenté hace unos meses con Guadalajara, ya que tanto a nivel temático como estilistico, el conjunto de textos incluídos en este tomo repite las que parecen ser las características inequívocas de su obra. Así pues, las tramas reflejan situaciones muy cotidianas en las que se introduce un elemento extraordinario, tanto en el sentido de poco habitual como de sobrenatural. Pero la reacción de los protagonistas es aún más fuera de lo común, conduciéndose por sendas surrealistas y/o fantásticas que provocan el asombro en el lector. En ocasiones, Monzó retuerce las historias hasta extremos perversos, de manera que del asombro se pasa a la perplejidad, con giros de la acción inquietantes, capaces de demoler nuestro marco de referencia de la realidad y provocar cierta angustia ante lo desconocido. Algo que en mi opinión demuestra su gran creatividad y talento.

El libro se divide en tres partes. La primera comprende siete relatos en los cuales se pone de manifiesto la hipocresía inherente a las relaciones famliares y personales. La tercera incluye seis cuentos más, que despliegan temáticas más inclasificables pero siempre con tintes fantásticos e insólitos. Mención especial merece la novela corta, titulada 'Ante el rey de Suecia' y que se sitúa entre los dos bloques anteriores. En algo menos de cien páginas el autor catalán nos presenta a un poeta maduro, eterno aspirante al Nobel de literatura, que ante un cambio en la normativa legal sobre alquileres, se enfrenta a una subida la renta mensual que compromete su economía. Decidido por tanto a cambiar de vivienda, recorrerá Barcelona de cabo a rabo y en el proceso se enfrentará a las situaciones más dispares. Puesto que tengo El otoño en Pekín bien fresco, me ha resultado muy fácil reconocer en ella muchos de las características del surrealismo. Por un lado tienemos un humor extraño que explota elementos fuera de lo común; abundan las situaciones absurdas, imposibles; incorpora tipismos urbanos que se rizan hasta resultar perturbadores; imposible obviar la crítica a ciertos aspectos de la sociedad, en especial al mundo literario; y la acción va saltando entre asuntos relacionados entre sí, pero sin un leitmotiv concreto, haciendo pensar en la escritura automática. Una joya que me ha hecho pensar irremediablemente en Boris Vian.

En resumen, una maravilla; entretenidísimo y super fácil de leer. Con esa prosa clara y directa que tiene Monzó, las páginas pasan una tras otra sin que te des cuenta y cuando de pronto se acaba el libro solo se te ocurre preguntar: ¿no hay más? Tenéis otras reseñas en Cuchitril Literario, donde son muy fans del escritor catalán, La estantería de Núria y Revista de Libros.

2 comentarios:

Scabbers dijo...

Como siempre gracias por reseñar a autores variados, es un gusto poder leerte y darme una idea si es un libro (o futuro libro) que puede caer en mis manos, más ahora en vacaciones :)

Cities: Moving dijo...

@Scabbers: Encantado de que mis lecturas puedan servir de inspiración. Gracias a tí por pasarte y comentar.

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