
Sí que le reconozco el mérito en plasmar a la perfección la turbulenta situación en Alemania al final del periodo de entreguerras -la República de Weimar- y justo antes del ascenso al poder del partido Nazi. Como documento histórico y social de la forma de vida a final de los 1920s-principio de los 1930s es incuestionable. Sirve además como prueba irrefutable de que no hay nada nuevo bajo el sol (léase corrupción política, manipulación de los medios, crisis económicas, etc.) y que estamos condenanos a repetir los mismos errores ciclicamente. Ahora bien, la supuesta utilización desalmada y mercantilista del pobre Käsebier, un cantante mediocre ajeno a todos esos tejemanejes, tiene muy poco peso en la trama y es un mero accesorio al que se recurre puntualmente para mostrar los trapos sucios y las malas artes que también, ¡oh, sorpresa! eran habituales entre las clases poderosas en aquellos años. Quizás tengo esa impresión porque estamos ya tan acostumbrados a los escándalos políticos y financieros que a estas alturas es difícil que algo así impresione.
En fin, esto es lo que pasa por hacer caso de las newletters de la Casa del Libro con las novedades del mes, a veces aciertas, pero otras, la más diría yo, pues no. No he encontrado reseñas de este libro, todo lo que hay de momento son posts dando a conocer su reciente publicación sin valoración personal alguna, aunque en Papel en Blanco se las prometen fantásticas aún sin haberlo leído.
3 comentarios:
Papel en blanco es un blog corporativo y claro, a veces tienen que escribir a base de notas de prensa.
@Palimp: No, si yo tengo nada en contra de los blogs corporativos, ni de los que símplemente recogen novedades con sus correspondientes notas de prensa, que los hay y muchos. Pero de ahí a poner por las nubes un libro sin leerlo hay un buen trecho, creo yo.
Son unos chicos muy entusiastas. Yo colaboré un par de meses allí :)
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