
De nuevo un escritor en lengua alemana en Das Bücherregal. Repito con Max Frisch, en esta ocasión con el título que le consagró como escritor: No soy Stiller. Me he cansado de leer aquí y allá que esta novela es una crítica a la pacata sociedad Suiza, y bueno, es cierto que inicialmente la sátira a las peculiaridades de dicho país sobrevuela el texto, pero en mi opinión hay mucho más que eso. En realidad, y siempre bajo mi punto de vista, se trata de una historia de gran complejidad en la que se realiza un demoledor análisis psicológico y filosófico del ser humano y de la construcción de la identidad de una persona. Evidentemente el autor toma como caso particular al protagonista, quien concentra en su ser todas las contrariedades y dificultades inherentes a la vida en sociedad. Frisch se toma su tiempo en poner de manifiesto la ridícula idiosincrasia del país y el momento en que a cada uno le ha tocado nacer, eso es indudable, pero tiene mucho más peso el necesario enjuiciamiento de las expectativas y presiones procedentes del entorno más cercano (familia y amigos) e incluso las ideológicas interiorizadas como propias.
Ni que decir tiene, la novela me ha encantado. Los relatos que nos van perfilando a Stiller desde los cuadernos de Sam White abarcan multitud de personajes y situaciones: su participación en las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil Española, su matrimonio y la frágil salud de su bellísima y adorable esposa, sus aventuras extramatrimoniales, su relaciones familiares con su único hermano y su difunta madre, su entorno de amigos, etc. Todos componen un cuadro que nos permite situar a Stiller/White, sus contradiciones, su dramática historia personal y la resolución de la misma.
El apartado de otras reseñas se reduce hoy únicamente a la que podéis encontrar en Critica de Libros. Os la recomiendo.