31 ene 2011

El Juego de Ender - Orson Scott Card

Dada mi inclinación a la ciencia ficción y visto que encabeza alguna que otra lista de lo mejor del género, El Juego de Ender era una lectura ya casi obligada, más aún si tenemos en cuenta que casi todos mis habituales lo recomendaban con mayor o menor entusiasmo (ver Kozmic Books, Libros y Literatura o Rescepto indablog). No voy a decir que no me ha gustado, al contrario, me ha parecido una lectura muy adictiva y entretenida. La historia del pequeño Andrew Ender Wiggin, su entrenamiento militar y su posterior enfrentamiento a los Insectores, raza alienígena que ya ha batallado con la humanidad en un par de grandes guerras, tiene muchos puntos interesantes que merece la pena comentar. También hay algunos más flojos, pero todo a su debido tiempo.

En primer lugar me ha capturado el tono despiadado de la novela. Los niños seleccionados para las escuelas de formación militar son pequeñajos de tan sólo seis o siete años a quienes se somete a todo tipo de brutalidades en aras de la supervivencia de la humanidad. Naturalmente el ensañamiento es especialmente cruel con Ender. La dirección de la Escuela de Batalla manipula hábilmente al protagonista, forzándole al aislamiento social y afectivo. Para ver si es capaz de superar cualquier situación adversa, le hacen quedar como detestable y repulsivo ante el resto de sus compañeros y así provocar abusos y enfrentamientos. Todo está permitido con tal de descubrir si estamos ante el gran líder y estratega que la Tierra necesita. Resulta difícil no ponerse en la piel del pobre Ender y sufrir con él todas esas penurias. Aunque sospecha que todo es una gran maquinación de los líderes militares para ponerle a prueba, eso no evita que lo pase realmente mal. Para hacer las cosas aún más complicadas al lector, Ender es el único personaje de la trama capaz de empatizar con la raza Insectora. Sabe ponerse en su lugar, intenta entender sus motivaciones y trata de comprender sus necesidades sin importar que hayan sido ellos quienes atacaron primero. Pese a que se dibuja un personaje con el cual nos vamos a identificar casi sin remedio, el principal fallo del mismo es que resulta difícilmente creíble como niño. Por muy superdotado que sea, un niño es un niño, y hay momentos en que su forma de pensar y actuar parecen las de alguien de cuarenta y tantos. Me temo que a nivel psicológico y de comportamiento Ender representa a un niño completamente inverosímil.

Mucho más creíbles resultan sus hermanos, Peter y Valentine. Tan sólo algunos años mayores, ambos son extremadamente inteligentes y también superdotados, de hecho los dos pasaron el proceso de selección para entrar en la Escuela de Batalla pero fueron descartados por diferentes motivos: Peter, el primogénito, por sus rasgos psicopáticos, y Valentine, el ojito derecho de Ender, por ser excesivamente protectora, comprensiva y dulce. A medida que la trama se desarrolla, Peter y Valentine, protagonizan una original subtrama muy de Guerra Fría. Los dos hermanos adoptan sendas identidades virtuales en las "redes de ciudadanos" para polarizar a la población a base de artículos y columnas de opinión. Con ello quieren demostrar a los habitantes de todo el mundo que están siendo engañados por los dos grandes bloques militares en el poder, poniendo de manifiesto el peligro real de que se desencadene una guerra en la Tierra si se logra derrotar a los Insectores, y de camino, obtener una cuota de poder. A pesar del historial destructivo de Peter, éste logra convencer a Valentine de sus buenas intenciones y consigue su colaboración. Aquí hay que reconocerle el mérito a Orson Scott Card, pues a pesar de que la novela data de 1985, pudo ver que las redes de comunicaciones jugarían un papel crucial como herramienta de desarrollo y opinión. Si a esto unimos el uso innovador de la realidad virtual a lo largo de la narración, el autor ha resultado ser todo un visionario a nivel tecnológico.

No me voy a extender más, El Juego de Ender es uno de los grandes y pocos best-sellers que ha dado el género. Yo no me atrevería a etiquetarlo como lo mejor que ha parido la ciencia ficción, pero reconozco que a pesar de las expectativas que me había creado, el libro ha aguantado muy bien el tipo y no me ha decepcionado en absoluto.

Además de los blogs que he citado al principio, tenéis otras opiniones menos benevolentes en Comentarios de Novelas y las reseñas del Sitio de Ciencia-ficción. En éste último hay un link a Imperio Futura, donde se hace un curioso análisis de la novela estableciendo un paralelismo con la grecia clásica.

24 ene 2011

Bilbao-New York-Bilbao - Kirmen Uribe

Se nota a la legua que el medio de expresión original de Kirmen Uribe es la poesía, porque Bilbao-New York-Bilbao está repleto del lirismo más empalagoso que he leído en años. Y es que hay que tener mucho cuidado para no caer en la cursilería más cansina si escribimos un libro a base de evocar recuerdos de infancia, y las historias de tus abuelos, y lo que los pescadores del puerto de Ondarroa contaban tras faenar, etc. etc. Admito que yo personalmente detesto la nostalgia en casi todas sus expresiones, particularmente la de la infancia. La nostalgia, ese sentimiento inútil y engañoso que por definición manipula la memoria para distorsionar el pasado y dibujar un cuadro ideal en que se ocultan todos los detalles inconvenientes o inapropiados. No, gracias. Prefiero ser plenamente consciente de las cosas tal y como son. Aunque vayan acompañadas de toneladas de escoria.

Otra cuestión que me ha acompañado durante la lectura de este libro es si se trata de una novela o qué puede ser. Yo diría que le falta cierta cohesión para poder etiquetarlo así. He leído hasta la saciedad que el autor usa un vuelo entre Bilbao y New York para hilar el argumento, pero a mí me parece que esa afirmación está cogida con alfileres. En fin, tampoco importa demasiado. Digamos que es una novela con un desarrollo innovador, algo que a mi no me parece ningún elogio, la verdad. Bajo mi punto de vista Bilbao-New York-Bilbao es una colección de anécdotas y cuentos de lo más variado. Cierto es que abundan las historias emotivas de sus familiares y de pescadores, que como ya he dicho no son santo de mi devoción porque tal y como se narran vienen a idealizar y elevar a la categoría sublime actos sin la mayor relevancia. Pero para ser justos hay mucho más que eso. También tenemos historias que se desarrollan en la Guerra Civil Española. Y se describe la relación entre el arquitecto Ricardo Bastida y el pintor Aurelio Arteta. Y nos habla de sus experiencias relacionadas con la literatura en diferentes foros. Eso sí me ha parecido interesante y muy bien contado. Creo que Uribe es más creíble como narrador cuanto más cerca se sitúa de los hechos y cuanto más reduce los edulcorantes emocionales.

En cualquier caso, al margen de mi opinión personal discordante lo cierto es que la blogosfera se deshizo en alabanzas hacia el que fue el Premio Nacional de Narrativa 2009. No tenéis más que echar un vistazo a El Placer de la Lectura, Libros y Literatura, Cargada de Libros o el Blog de Metrópolis Libros. Me cuesta creer la facilidad con que el lector medio pierde los papeles al exponerse a la sensibilería y la ñoñería, pero se ve que es así. Preferíría haber encontrado más reseñas irreverentes. Señores, que tener un premio no te hace infalible. Sólo en El Cultural han resultado suficientemente críticos para mi gusto, y en su artículo ponen de manifiesto las imperfecciones de esta obra.

17 ene 2011

Cuna de Gato - Kurt Vonnegut

A la hora de hacer un análisis ético de la humanidad desde el punto de vista de la Teoría de Sistemas hay dos enfoques enfrentados, que como es lógico, coexisten simultáneamente en una realidad impregnada de moralidades en diferentes tonos de gris. Por un lado tenemos lo que podríamos denominar enfoque optimista, centrado en acentuar las sinergias y en destacar que a través de las mismas se consigue que el conjunto tenga un rendimiento mayor que la suma de los rendimientos de cada uno de sus elementos considerados individualmente. Seguro que todos tenemos en mente ejemplos de los logros conseguidos por el ser humano cuando se lanza al un objetivo común en espíritu colaborativo, logros que difícilmente se habrían alcanzado sin el esfuerzo colectivo. Por otro y en franca oposición, tenemos lo que podríamos llamar aproximación realista (me niego a llamarla pesimista), que se fundamenta en el hecho innegable de que la fortaleza de un sistema es equivalente a la de su parte más débil. Dada la fragilidad y mezquindad del hombre, esta afirmación aplicada al conjunto global de la humanidad tiene resultados francamente desesperanzadores. Por no decir desoladores. Aniquiladores.

Cuna de Gato es una sátira despiadada contra la humanidad, en donde todo lo que puede ir mal, saldrá fatal con total seguridad si hay algún ser humano de por medio. Vonnegut está perfectamente alineado con el enfoque realista expuesto en el párrafo anterior, al igual yo mismo a decir verdad. Escrita durante la Guerra Fría, la narración está impregnada del pesimismo y catastrofismo habitual en la época. La trama se elabora a partir de trozos de la peor podredumbre de la humanidad: la religión se muestra como una gran farsa ("Aquel que no sea capaz de comprender que una religión útil pueda estar basada en mentiras, tampoco comprenderá este libro"), la familia y las relaciones personales se exhiben interesadas y abusivas, y por supuesto también tienen su merecido los gobiernos y sus agendas ocultas para manipular y controlar a la población. Aunque con el tiempo se ha demostrado que la hostilidad entre los grandes bloques se pudo resolver (enfoque optimista, ver primer párrafo), la situación no ha ido precisamente a mejor, con las desigualdades aumentando día tras días. Por tanto el desánimo y el derrotismo del texto siguen plenamente vigentes.

Y sí, desde luego hay un ingrediente scifi importante: el hielo-nueve. Se trata básicamente de agua, pero en un nuevo estado sólido y con una ordenación molecular especial cuyo punto de fusión se sitúa en los 45,7ºC. Como característica adicional de clara lectura apocalíptica, el hielo-nueve puede actuar como germen de cristalización y desencadenar, a temperatura ambiente, la solidificación del agua en estado líquido. La incorporación de este componente al texto le da un toque ciencia-ficción dura muy de mi gusto, aunque reconozco que en realidad el lado soft del género tiene muchísimo más peso en la novela. No en vano el autor no hace sino diseccionar y criticar elocuentemente la sociedad en que vivimos. En todo caso, este hielo imaginario es una metáfora muy conveniente para exponer el desastre al que el ser humano se va aproximando lenta, pero inexorablemente.

No he podido encontrar muchar reseñas de Cuna de Gato en la blogosfera, pero en Bibliopolis, una de las pocas que he visto, no sale muy bien parado. Curiosamente señalan al omnipresente fatalismo de Vonnegut y a su falta de fe en el ser humano como factores clave para que la historia no enganche. Justo lo que a mí más me atrae el libro.

11 ene 2011

Los Grope - Tom Sharpe

Me va a ser imposible hacer una crítica imparcial de Los Grope porque siempre he sido fan de Tom Sharpe. Sus novelas son una amalgama de personajes disparatados con personalidades completamente desquiciadas que se ven envueltos en las situaciones más caóticas y enloquecidas que se nos puedan ocurrir. El modelo se repite en todos sus textos, y a mi parecer, funciona muy bien porque Sharpe es un escritor con una imaginación desbordante y una capacidad increíble de convocar ordenadamente a la anarquía. En la obra que hoy me ocupa la trama central gira en torno a una vieja dinastía matriarcal inglesa cuya fundación se remonta a las invasiones vikingas. La rocambolesca historia de sus orígenes y la inverosímil evolución de la misma a lo largo de los siglos hasta llegar a la época actual, me han convencido de que aún a sus más de ochenta años, el autor inglés sigue en plena forma.

En esta ocasión sólo puedo reprocharle que el final resulta sorprendentemente blando y fuera de ritmo en comparación con el desbarajuste demencial que constituye el cuerpo del libro, algo en lo que coinciden bastantes reseñas de la blogosfera. En fin, tampoco importa demasiado, es la primera vez en bastante tiempo que me he quedado satisfecho al 100% con un libro repleto de humor ácido, inteligente y delirante, cuya única pretensión es entretener al lector.

Más reseñas de Los Grope en Huracanes en Papel, Revista de Letras y Ros y Punto.

5 ene 2011

Bajo el Signo de Marte - Fritz Zorn

A pesar de que Fritz Zorn vuelca una parte importante de su vida en este libro, no estamos ante una autobiografía novelada. Yo diría más bien que se trata de un ensayo, un ensayo en el cual el autor analiza su vida y su entorno para intentar descubrir los motivos que le han llevado a ser tan inmensamente desgraciado. Su miseria acumulada es tal, que como resultado de tanto sufrir y padecer una vida triste, miserable y sin amor ni afecto, desarrollará un cáncer que en último término le conducirá a la muerte a los treinta y pocos años. En su caso cobra un macabro sentido aquello de "el dinero no da la felicidad": procedente de una acaudalada familia burguesa de Zurich, ni la riqueza ni el entorno favorecedor en el que siempre vivió evitaron que fuese un neurótico y estuviese deprimido durante toda su vida. Es más, como conclusión del examen realizado sobre su existencia, el suizo termina por inferir inequívocamente que fueron precisamente su familia y el opresivo ambiente burgués de su ciudad los que determinaron su infelicidad patológica.

Bajo el Signo de Marte es un libro terrible. La parte dedicada a describir los años de juventud en la Universidad me ha parecido especialmente desoladora, pero en casi todas las páginas el lector se ve vapuleado por los sentimientos del autor, que no deja de volcar su ira, su rabia, su furia, su cólera -aglutinado todo ello en el sustantivo alemán der Zorn- sobre los causantes de su situación, reacción que él mismo se ha encargado previamente de presentarnos como inexcusable. Y no obstante, a pesar de tanta amargura y resentimiento, no deja de luchar ni un momento para poder perdonar, combate sin descanso para definir su individualidad al margen de todo lo que le ha influído, y se esfuerza en indultar a todos los que le han dañado, ya que ésa supone la única vía de escape a la esperanza de una vida mejor.

La redacción de Zorn es clara y directa, la exposición de sus deducciones es implacable, sin fallo alguno y lógicamente, sin concesiones. No deja títere con cabeza y todas las instituciones reciben su justo merecido: la familia, las religiones, el sistema educativo, la burguesía, el estado, etc. Como es de suponer, aunque su ámbito de influencia sea Zurich y Suiza, sus ataques son exportables al resto del mundo sin más que introducir algún cambio cultural insignificante. Si tenéis interés, podéis leer un par de reseñas más en Solo de Libros y Letras Libres.
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