29 sept 2021

Los desposeídos - Ursula K. LeGuin

Unos 200 años atrás se produjo un levantamiento anarquista en el planeta Urras, que concluyó con el exilio voluntario de todos los seguidores del mismo al plantea gemelo Anarres. Se trata de un mundo apto para la vida humana a pesar de tener una meteorología muy desfavorable y recursos naturales muy limitados, sus escasos habitantes eran mineros dedicados a la extracción de metales ya agotados en Urras. En estos casi dos siglos de existencia y aislamiento de planeta madre, Anarres ha ido desarollando una sociedad colectivista sin ningún tipo de gobierno central, en la cual sus habitantes pueden dedicarse a lo que les gusta y desarrollarse plenamente como individuos sin otra compensación que dedicar unas cuantas horas al trabajo comunitario. Shevek es un científico anarresti especializado en Simultaneidad y Secuencialidad en la Física del tiempo, pero sus teorías tienen poca difusión y no son apenas discutidas en su planeta natal debido a la falta de iguales. Tras entrar a formar parte del mayor centro de estudios de su mundo, el Instituto Central de Ciencias, le hacen saber que además del intercambio de materias primas de Anarres por tecnología de Urras, los cargueros espaciales también canjean conocimiento. Así que tras hacer llegar sus publicaciones a Urras, es solo cuestión de tiempo que Shevek acepte la invitación de una universidad urrasti para trasladarse a ese planeta a desarrollar sus teorías. Algo que evidentemente creará controversia en ambos mundos, aunque por motivos muy diferentes.

Ursula K. Le Guin se me ha resistido históricamente. A pesar del enfoque sociológico/filosófico/antropológico habitual en sus libros, que en principio encaja a la perfección en mis intereses, su estilo se me atragantaba. No hay más que echar un vistazo a las reseñas de mis tres experiencias con ella hasta el momento. Pero la novela que traigo hoy al blog me ha resultado tan brillante, tan exquisita, tan perfecta, que voy a tener que replantearme por completo todas mis impresiones anteriores. Hasta el punto de considerar necesario releer La mano izquierda de la oscuridad.

Los desposeídos entra de lleno en la categoría de utopía, pero como bien incluyen algunas ediciones en inglés a través de un subtítulo, se trata de una utopía ambigua. Este adjetivo le viene que ni pintado por varios motivos. El primero es que aunque la sociedad anarquista de Anarres presume de haber logrado la libertad del individuo y la solidaridad entre sus habitantes, en el trato diario se siguen detectando características inequívocamente humanas que se oponen a ellas: intolerancia, egoísmo, jerarquización, etc. Bien es cierto que su impacto es limitado y su presencia es mucho más sutil que en los países urrastis, pero Le Guin viene a decirnos que por muy buenas que sean nuestras intenciones, va a ser muy complicado librarnos de nuestra nefasta carga genética. Por otro lado, las condiciones de vida en Anarres son muy duras. La escasez de alimentos y agua y una climatología adversa hacen que sus habitantes tengan que dedicar todos sus esfuerzos a mantener unas condiciones de vida precarias que solo por poco superan el nivel mínimo de supervivencia. Y ni siquiera las pueden mantener así todo el tiempo. De ahí que el intercambio comercial con Urras, aunque reducido y controlado, siga siendo necesario para su existencia. Utopía sí, pero con ciertas fisuras que a la autora le resulta imposible no mencionar, algo que sin duda habla muy bien de su conocimiento del ser humano.

El libro tiene una fortísima carga política, no solo porque su punto de partida sea un planeta gestionado con un modelo anarquista, colectivista, solidario e igualitario, sino porque a través del protagonista, Le Guin enfrenta ese ideario con los modelos capitalista y en mucha menor medida, el socialista, pues uno y otro rigen en los dos países que dominan Urras. Los desposeídos a que hace referencia el título son la clase trabajadora, todos aquellos que pasan hambre mientras sigue habiendo quien tiene los platos a rebosar. La descripción de A-Io, el estado capitalista cuya universidad acoge a Shevek, es implacable, pero no solo se exponen las miserias del modelo económico. El modelo educativo también se pone en entredicho, ya que su fin último es crear individuos que cubran las necesidades de generación de más riqueza, y si una ciencia no tiene aplicaciones prácticas, no merecerá la pena dedicarle tiempo. Y por supuesto se enjuicia de manera despiadada la sociedad clasista y machista de esta superpotencia, gobernada por una élite de hombres cuyo principal interés es la pervivencia de sus privilegios, discriminando a los trabajadores y las mujeres, totalmente ausentes de la esfera pública y laboral.

Podría estar hablando horas y horas de esta novela. Para mí ha sido la revelación de Le Guin como la gran escritora que todo el mundo siempre ha dicho que fue, y que sin embargo yo no había logrado ni entrever. El libro se abre con los planos de Anarres y Urras, con sus mares, sus cordilleras y sus ciudades, así que me temí lo peor: otra vez el tedio de Gueden, esta vez multiplicado por dos. Pero fue empezar a leer y darme cuenta de que no había que prestar demasiada atención a esas imágenes cartográficas, de hecho podrían obviarse porque la narración describe los planetas a la perfección y en la medida en que se necesita. Por otro lado el trabajo de planificación que lleva detrás la sociedad de Anarres es digno de admiración. O la evolución del protagonista, un anarquista idealista que ha vivido toda su vida como tal, y que poco a poco va advirtiendo cruel realidad de Urras. O los elementos de ciencia-ficción en que se apoya, totalmente secundarios a la trama pero que permiten guiar la acción de una manera coherente. Por no hablar del último capítulo y el cierre de la historia, que no podría finalizar de mejor manera ni en un momento más adecuado. Mi conversión a Le Guin ha sido tan apasionada que no solo tengo que volver a intentarlo con La mano izquierda de la oscuridad, sino que El nombre del mundo es Bosque irá detrás (o seguramente antes).

26 sept 2021

He aquí el hombre - Michael Moorcock

Ya desde pequeño, Karl Glogauer se desmarcó como el típico niño raro. Criado por una madre neurótica y manipuladora, que no llegó a explicarle con claridad qué pasó con su padre ausente, ha heredado de ella una manera retorcida y difícil de relacionarse con las personas, que se hace más patente con las mujeres. Apasionado por las ideas de Jung y el esoterismo, termina en un grupo con sus mismos intereses en el cual conoce a Sir James Headington, un físico procedente de la clase alta británica a quien sus pares han condenado al ostracismo por sus ideas poco convencionales. Resulta que Sir James ha inventado una máquina para viajar en el tiempo y le propone a Glogauer que sea el primer pasajero humano. Él acepta a condición de que le deje elegir su destino, que no será otro que Oriente Medio en el año 29 de nuestra era.

Viajes en el tiempo con paradojas y arquetipos. Todo ello condimentado con una estructura narrativa muy dinámica y temáticas secundarias propias de la New Wave. Todo eso tenemos en He aquí el hombre. La resolución de la historia se ve venir desde el momento en que al protagonista lo encuentran unos esenios capitaneados por Juan Bautista en algún lugar del desierto a medio camino entre Jerusalén y Belén. Pero no por previsible la historia deja de ser original y adictiva, además de estar muy bien planteada. Michael Moorcock es uno de esos autores británicos que se vinculan a la New Wave en todas las listas y artículos relacionados con ese movimiento de la ciencia-ficción que tanto me gusta. Para ser mi primer contacto con su obra no he podido tener más suerte. Aunque también tengo que aclarar que curioseé bastante por Internet antes de decidirme por una de sus novelas, porque tiene muchas que entran de lleno en el campo de la fantasía y yo ahí a priori no estoy muy a gusto.

La narración tiene dos cursos diferentes, uno que transcurre en la Judea bajo la dominación del Imperio Romano y el otro, el contemporáneo (principos de los 1950s-1970), que nos muestra la vida de Glogauer hasta llegar al momento en que decide comprobar si Jesucristo existió de verdad o es solo una idea. El hilo en el pasado es lineal pero el del presente es fragmentado, con unas elipsis temporales abrumadoras que saltan a los momentos más reveladores de la vida del protagonista, y nos muestran las carencias emocionales que conducen a su decisión. Pero los elementos propios de la New Wave no solo los encontramos en la forma: el transfondo filosófico y religioso de la búsqueda del protagonista, o la presencia normalizadora del sexo y las relaciones sexuales (incluidas las homosexuales), forman parte sin duda alguna de las preocupaciones habituales de ese subgénero. Uno de los mayores logros de Moorcock es conseguir que la tensión vaya in crescendo. Las pistas sobre el destino que aguarda a Glagauer en Judea van cayendo poco a poco, creando un ambiente cada vez más sobrecogedor y trágico. Por más que el final sea fácil de prever, he disfrutado mucho la lectura. Siendo justos no todo es llegar, gran parte de la diversión, si no toda, está en el camino a recorrer.

23 sept 2021

Canto yo y la montaña baila - Irene Solà

No acabo de decidir quién es en realidad el protagonista de Canto yo y la montaña baila. Es verdad que toda la trama gira en torno a la familia compuesta por el campesino poeta Domènec, su esposa Sió y sus hijos Mia e Hilari, que viven en una casa de montaña que se llama Matavaques. Pero tampoco se puede negar la importancia que adquieren en la misma los Pirineos y las historias que han vivido sus habitantes.  

Irene Solà ha escrito una novela cuyos capítulos pueden leerse como relatos cortos interrelacionados, ya sea por la conexión entre personajes o por compartir el lugar en que transcurren. En cada uno de ellos se cede la voz narradora bien a alguno de los componentes de la familia mencionada anteriormente, bien a alguien vinculado con ellos o con los sucesos que les van ocurriendo a lo largo del tiempo en que se desarrolla. No se menciona expresamente pero por los detalles que pueblan el texto me atrevería a decir que abarca desde mediados de los 1960s hasta finales de los 2010s. A la saga familiar se añaden historias en que los Pirineos son la estrella por diferentes motivos, desde el exilio de los combatientes de la II República al final de la Guerra Civil Española, a elementos del folclore y mitología catalana, pasando por jucios a brujas.

Solo se me ocurre una palabra para definir este mosaico en forma de libro que compone Solà: magnífico. La urdimbre que ha tejido es maravillosa y nos la relata haciendonos partícipes de ella, mostrándonos sus efectos sobre los personajes con una habilidad prodigiosa para que así nos enredemos en la misma junto a ellos. Las emociones pueblan las páginas y abarcan todo el rango del espectro humano. La joven autora catalana es particulamente diestra contraponiéndolas, para así evitar caer en el sentimentalismo fácil. De esta forma el amor se enfrenta al egoísmo. El miedo a las demostraciones de valor y de carácter. La alegría a la pena y el dolor. La desesperación a la paz interior. Y su prosa es sencilla, límpia, amable. Como el ideal de la vida humilde y austera en la montaña. Rebosa un lirismo repleto de elementos bucólicos que consigue levantar el espíritu a pesar de que por momentos se narran acontecimientos terribles. El resultado final es tan compacto y todas las piezas encajan con un orden tan natural y bien orquestado que no podemos sino admirarlo. El único pero que le puedo poner es que me ha parecido detectar una sutil glorificación del mundo rural, aunque astutamente cubierta de varias capas de negación y glorificación de la vida rural superpuestas alternativamente. Pero es que hasta en eso hay que reconocerle el mérito a Solà. Como he dicho nada mas empezar este último párrafo, una obra magnífica.

20 sept 2021

Gordo de feria - Esther García Llovet

Castor es un humorista de éxito al que no le gusta nada la gente, ni ser popular, tener fans o ir a fiestas. Un día se topa con Julio, un camarero anodino que es idéntico a él. Solo que mucho más delgado porque Luis, que es su nombre real, está bastante gordo. Así que le propone ser su sosias y sustituirle en todos los saraos a los que le invitan. Y ya puestos tomar su lugar incluso profesionalmente en según qué casos. Pero Julio, que es originario de Almería, tiene un pasado que lo persigue desde allí y al que nunca ha hecho referencia, algo va a provocar que el plan de Castor/Luis sufra muchas complicaciones inesperadas.

Floja, muy pero que muy floja me ha perecido Gordo de feria. Cuesta creer que Esther García Llovet sea la autora tanto de esta novela corta como de Sánchez, obra que no me he cansado de recomendar e incluso he regalado en algún cumpleaños. El hilo conductor es muy pobre y a toda la historia le falta cohesión. No aparecen más que personajes y mini subtramas sin ninguna entidad, apenas dos párrafos o tres que solo sirven para meter gracietas con calzador. Gracietas que por cierto tiran de topicazos y lugares comunes bastante chuscos y racistas, en especial con los chinos que pueblan las páginas: todos los chinos son iguales, se comportan como mafiosos, etc. etc. Que si Castor fuera Arévalo y la acción transcurriera en la España de los 1980s pues encajaría bien por muy rancia que me parezca. Pero no es el caso porque el protagonista triunfa entre los hipsters con sus monólogos en algún teatro de la Gran Vía. Y como ya viene ocurriendo con esta autora afincada en Madrid, su tramas se agarran con uñas y dientes al plano de la capital del estado: un piso de lujo en Martínez Campos, infraviviendas y especulación inmobiliaria en Pitis, el 27 parando junto al Circo Price,... No es la primera ni será la última vez que comente que a mi parecer este recurso resta universalidad a la historia pues la aleja de todos aquellos lectores que no conozcan esta ciudad. Habrá quien lo encuentre fascinante, yo desde luego no. A veces me molesta más y a veces menos, pero, ¿gustarme? Nunca.

Resumiendo, fiasco desde la primera hasta la última página. La de veces que he consultado el catálogo de mi biblioteca pública habitual, con este librito en préstamo mes tras mes, para al final encontrarme con alto tan decepcionante. Aunque también hay que decir que la decepción llega y se va rápidamente, son apenas 150 páginas que se leen en una sentada. Es un consuelo muy pobre pero menos es nada.

17 sept 2021

El bigote - Emmanuel Carrère

Un joven arquitecto luce un poblado bigote desde hace unos diez años. De hecho su mujer, Agnès, con quien está casado hace cinco años, no le conoce sin ese denso mostacho. Un día decide afeitárselo sin más. Pero cuando su esposa ve su cara completamente lisa no hace absolutamente ningún comentario. Como ella tiene un humor un poco retorcido, él piensa que le está tomando el pelo. Pero pasan las horas y ni ella ni los amigos con quienes han ido a cenar mencionan su aspecto renovado. Ya a solas los dos y de vuelta a casa, él pierde los nervios y discute la cuestión con su esposa, quien le indica extrañada pero con total naturalidad que él nunca ha llevado bigote.

El bigote es una novela angustiosa que a modo de thriller enfermizo, nos lleva a una zona misteriosa sin especificar. Podríamos estar asistiendo a la caída en la locura de alguno de los personajes, o bien a un relato fantástico en el que la realidad da un giro inesperado que lleva al límite al protagonista. Emmanuel Carrère nos ofrece un espectáculo muy bien orquestado e inquietante a más no poder. La trama se va retorciendo progresivamente, generando angustia y tensión como en los mejores episodios de Dimensión desconocida. ¿Lo mejor? La ambigüedad de la historia hasta bien pasada la mitad del libro por un lado, y que no se nos llegue a aclarar nada por otro. ¿Lo peor? El final se resuelve a las bravas con ánimo de epatar y revolver el estómago, dando la impresión de que el autor no sabía muy bien qué narices hacer para terminar la historia.

El libro no encaja para nada en el estilo que ha hecho famoso a Carrère. En lugar de la mezcla de ficción y crónica que nos ofrece en Limónov o El adversario, aguda, ágil y absorbente, estamos ante una obra de ficción a la que le falta pegada. Eso no quiere decir que no sea entretenida, al contrario. Resulta difícil dejar de leer una vez entramos en ese vórtice de enigmas y anomalías. Sabiendo que se trata de una de sus primeras novelas (data de 1986), pero que fue publicada en castellano por primera vez en 2015, me parece detectar cierto efecto "gallina de los huevos de oro" por parte de Anagrama. Resumiendo: puestos a leer al flamante Premio Princesa de Asturias de las Letras de 2021, esta no va a ser una las obras que yo recomiende.

14 sept 2021

Los cautivos y otros relatos del Oeste - Elmore Leonard

Con el tomo Los cautivos y otros relatos del Oeste se completa toda la producción breve de Elmore Leonard de ambientación western. No hay gran diferencia entre los quince que aparecen aquí y el resto, recogidos en El tren de las 3:10 a Yuma y otros relatos del Oeste, que ya apareció en este blog en agosto de 2018. Las tramas enfrentan al bien y el mal en sus formas más arquetípicas y maniqueas. Seguimos teniendo un sustrato histórico muy bien documentado para dotar de credibilidad a las historias: desde la Guerra de Secesión, que ya utilizaba en el otro tomo, a la Guerra hispano-estadounidense que es novedad en éste. Las localizaciones espacio-temporales tampoco sufren cambio alguno, lógicamente, pues si no, no serían relatos del Oeste. Pero lo que me parece más destacable es que los personajes que crea el autor norteamericano, aun adaptándose al modelo maniqueo que comentaba más arriba, se crean a partir de las experiencias terribles que han experimentado a lo largo de su vida en ese entorno tan despiadado.

En efecto, Leonard nos no ahorra ni un detalle a la hora de exponer la brutalidad con que los hombres blancos anglosajones que conquistaron el Oeste tratan a los mexicanos, a los nativos norteamericanos, a los negros. Así que esos forajidos chicanos y esos desalmados apaches que pueblan sus páginas tienen muy buenas razones para haber alcanzado esos niveles de odio a los blancos. Quienes por otra parte despliegan su moralidad en el rango completo que va desde el joven inocente y bondadoso, al psicópata desalmado que dotado de una ética perversa, es capaz de ejercer una justicia retorcida que sin embargo encaja en los valores generales.

Los cuentos son muy entretenidos y no puedo dejar de reconocer que excitan mi lado sadomasoquista. Esos héroes humillados que reciben buenas palizas de vaqueros engreídos. O esos vaqueros engreídos que reciben palizas de un héroe que ya no soporta más las humillaciones a que le han sometido. Por lo general todo en el mismo relato y con un giro final bastante simple, pero que resulta tremendamente satisfactorio. Aunque hay algunos ejemplos mucho más trabajados, por ejemplo 'Los únicos buenos', que usó como punto de partida para su novela corta Que viene Valdéz, y en el que los conflictos reflejan mucha más complejidad moral y le acercan claramente a su faceta de escritor de novela negra, por la que fue mucho más conocido.

10 sept 2021

Torremolinos Gran Hotel - Ángel Palomino

La Costa del Sol en 1970 era uno de los escaparates con que los sectores aperturistas del franquismo mostraban a Europa y el mundo el intento de España de acercarse al progreso y la modernidad. El turismo trajo costumbres más relajadas que socavaban la moral nacionalcatólica sobre el que se afianzaba el régimen. Pero como también aportaba divisas y servía para mejorar la imagen de la dictadura, se hacía la vista gorda. Es en este contexto de sol, playa, bikinis, minifaldas, discotheques y boîtes donde transcurre la acción de Torremolinos Gran Hotel. Más exactamente en torno al hotel de super lujo que da título al libro, cuyos clientes, directivos y empleados nos permitirán contemplar una instantánea de la sociedad española de principios de la década de los 1970s.

Se trata de una novela coral, formato que Ángel Palomino adoptaría también pocos años más tarde en Madrid Costa Fleming. La narración se centra en el director del hotel, sobre el cual bascula el resto de personajes. Hay un grupo fijo compuesto por empleados y clientes, y se van añadiendo otros que, siempre vinculados con alguno de ellos, componen historias breves que nos aproximan al día a día de trabajadores y veraneantes. La prosa es bastante ligera y la historia es muy fácil de seguir. Hay que admitir que al escritor se le da muy bien enlazar las diferentes subtramas, de tal forma que siempre sabemos en dónde estamos, por más que el personaje que lleva la voz acabe de entrar en ella y no vuelva a aparecer nunca más. Por otro lado resulta curioso advertir los cambios que ha experimentado el léxico en las cinco décadas desde que se escribió este libro. Aparecen términos que están en desuso hoy día, por ejemplo 'avenate', que yo recuerdo de uso común cuando era niño (la RAE indica que es propio de Andalucía, ignoro si se seguirá empleando), y también otros que están totalmente normalizados a fecha de hoy, pero que en aquellos años y según el tono del autor, resultaban esnobs ('contactar' y otros propios de la cultura empresarial). Aunque si por algo destaca el libro es por ser un magnífico documento sociológico de la idiosincracia oficialista española de aquellos años.

En Madrid Costa Fleming no resultaba del todo fácil determinar hacia dónde se inclinaba la ideología del autor, que aunque franquista reconocido, al menos en ese libro tomaba cierta distancia ante los acontecimientos que narraba y su forma de entender las cosas. No es el caso en esta novela, cuyas páginas rezuman condescendencia y lástima, sí, lástima por todos aquellos que no tienen la suerte de ser españoles (y franquistas, se entiende). La sociedad que nos muestra es machista, clasista, racista y homófoba. Se alaban los delitos económicos llevados a cabo por alta sociedad, la aristocracia y la clase empresarial emergente. Puede que sean perseguidos por el Ministerio de Hacienda y penados por la ley, pero el pueblo no puede evitar admirar el ingenio de quienes los perpetran en una suerte de actualización de la picaresca a los nuevos tiempos. Se ridiculiza a los turistas, especialmente a los asiáticos, todos los cuales entran en la categoría genérica de 'chinos', para ser descritos puntualmente con el simpático término de 'chinorris'. Sin embargo con los norteamericanos de raza negra clientes del hotel es mucho más ambiguo, ¿tal vez por las buenas relaciones que el régimen mantenía con los EE.UU. desde la firma de los Pactos de Madrid de 1953? Las 'suecas', es decir las extranjeras jóvenes de cualquier nacionalidad que disfrutaban libremente de su vida sexual, son vistas como meros objetos para goce del españolito medio, que sin embargo las desprecia abiertamente por indecentes. Y por supuesto tener sexo fuera del matrimonio se condena no solo con la vergüenza que un acto tan abyecto conlleva, sino con además con una humillante sífilis. Los homosexuales españoles están estereotipados hasta la saciedad: amanerados, insidiosos, histéricos, intrigantes. Si son tolerados entre las clases altas es por su papel bufonesco, algo que en ningún caso los libra de recibir calificativos despectivos (maricas, invertidos, sarasas). Los turistas parecen recibir mejor trato, ya que Palomino empieza por denominarlos simplemente homosexuales, sin duda un concepto más neutro. Pero al poco ya pasan a ser pederastas, término totalmente equivocado con que pretende además criminalizarlos.

En definitiva es complicado no sentir indignación a medida que van cayendo las páginas. Lo cual no quiere decir que a nivel narrativo sea un mal libro. No lo es, como tampoco es alta literatura. Pero es entretenido, adictivo y fácil de leer. El problema radica en las ideas tan perversas que transmite. Pero no olvidemos que así era España hace cincuenta años, así que se trata de un documento impagable que refleja el modo de vida y el pensamiento del tardofranquismo.

6 sept 2021

La voz melodiosa - Montserrat Roig

Recupero hoy el innoble arte de fusilar el resumen editorial para dar una idea de la trama de La voz melodiosa. Lo copio de la contraportada porque me parece acertado, breve y porque sugiere una idea global sin revelar ningún detalle que pueda condicionar al lector. Ahí va:
La extrema fealdad de Alpargata determina que su abuelo le eduque aislado del mundo, en un ambiente bello y armonioso. Pero, ¿qué sucederá cuando el horrible y sensible Alpargata se enfrente a la sombría realidad de la Barcelona de posguerra?
Bueno según lo transcribía me he dado cuenta de que tan acertado no es. Yo no diría que la Barcelona de los años 1960s, que es cuando el veinteañero Alpargata sale por fin al mundo, sea exactamente la Barcelona de la posguerra. Excepto por ese punto en particular, convenientemente corregido por este párrafo, doy por válido el resumen.

Estamos ante una novela muy emotiva que hace un recorrido muy fuera de lo convencional por la Cataluña y la Barcelona de la dictadura de Franco. El señor Malagelada, que es el abuelo del protagonista, es el último descendiente de una de las primeras familias de la burguesía catalana más acomodada. Ha podido mantenerse bastante incólume frente al desastre que ha supuesto la Guerra Civil Española (tanto el lo físico como en lo económico). Sin embargo la relación con su nieto, cuya madre -su hija- falleció a las pocas semanas de dar a luz, se ve marcada por el rechazo más absoluto a la victoria del bando sublevado. De ahí que decida aislar a su nieto del mundo poniendo como excusa su fealdad, pero a la vez le ofrecerá unos vastísimos conocimientos, mucho más ricos que los que podría haber conseguido en los terribles años de la posguerra en que creció el pequeño, en especial por haber eliminado la cultura catalana de un plumazo. Con algo más de veinte años Alpargata decide salir al mundo y estudiar una carrera de Letras en la universidad. Será entonces, en un momento en que el rechazo a la dictadura empezaba a provocar la movilización de los universitarios, cuando el joven se tope con la realidad de las relaciones humanas. Desde la amistad, el cariño y el amor, hasta facetas mucho más deleznables como el egoísmo, la crueldad, la traición, etc.

La prosa de Montserrat Roig es deliciosa, una gozada para leer. Incluso cuando la trama atraviesa momentos terribles, su estilo sigue siendo sorprendentemente amable. Tengo la sensación de que lo consigue porque los aspectos crudos se alternan con una justificación que nos hace comprenderlos desde el punto de vista humano. De esa manera, al otorgarles un significado visceral salido de lo que somos (nos guste o no), no puedes evitar sino rendirte ante su buen juicio. Por otro lado, resulta curioso que el protagonista apenas tenga voz en la narración. Su existencia es explicada casi siempre desde el punto de vista de otros personajes. Esto hace que el verdadero Alpargata sea un misterio para nosotros a lo largo de prácticamente todo el libro. Solo al final, en las dos últimas partes de las cuatro que tiene (muy breves, dos y tres capítulos respectivamente), tendrá oportunidad de hablarnos por sí mismo. Otra característica muy destacable es el uso del flashforward. Roig lo utiliza con mucho tino a lo largo de todas las páginas. A veces son simples notas para dotar de detalles de mucha sensibilidad a la historia. Otras son elementos claves que articulan el argumento pero cuya magnitud tardaremos en conocer.

Resumiendo, la novela me ha encantado tanto en la forma como en el fondo. Hace tres meses no sabía quién era Montserrat Roig y ahora tengo la sensación de que me estoy perdiendo a una escritora magnífica. No es que el libro sea perfecto, para empezar la fealdad del protagonista no me parece necesaria para contarnos la historia. Y también he detectado algunos fallos que solo se pueden calificar de pre-wikipédicos. Son las típicas frases de relleno que resultan incorrectas por desconocimiento del tema de que se habla, aunque en realidad no tienen ninguna trascendencia en la trama (por ejemplo se clasifica a las cucarachas de coleópteros cuando pertenecen a otro orden diferente de insectos). De todas formas son bobadas sin importancia que no menoscaban las sensaciones tan poderosas que provoca esta lectura. Una mezcla excelente de novela histórica y Bildungsroman que termina enfrentando a todos sus personajes a los aspectos menos amables del ser humano en uno de los momentos más oscuros de nuestra historia reciente.

3 sept 2021

El Día del Ajuste - Chuck Palahniuk

Hay una página de Internet que tiene una lista con los personajes más odiados de EE.UU. Cualquier persona puede ser nominada y los usuarios que la frecuentan pueden votar por cualquiera de ellos. La popularidad de esta web es tal que ya se debate sobre su conveniencia y la necesidad de prohibirla. Igual de popular se ha vuelto un misterioso libro llamado 'El Día del Ajuste', del mismo autor que ha ideado el website: Talbott Reynolds. En sus páginas se critica el sistema democrático estadounidense, al cual se tacha de meritocracia de acceso exclusivo a las clases más poderosas y lo responsabiliza del drama social existente (pobreza, precariedad, falta de expectativas, etc.). Sus propuestas radicales pretenden arrebatar el poder a las élites para otorgarlo a las personas con valor y el coraje suficiente para tomarlo por la fuerza. Este tomo se ha vuelto un objeto de culto entre la clase trabajadora y los marginados. Y con la amenaza de una declaración de guerra que llevará a la muerte a millones de hombres jóvenes universitarios de clases medias, su popularidad de está extendiendo peligrosamente.

Chuck Palahniuk es un viejo conocido de este blog. Su estilo es bastante singular y característico. Está claro que no se anda con chiquitas: el tono de sus libros es crudo, radical, cruento. Aunque unas veces le resultan mejor y otras peor. No sé si será por esa familiaridad con las características de su obra o porque nuestro hombre no estaba demasiado inspirado, pero la cuestión es que El Día del Ajuste me ha parecido una novela poco convincente y más bien irregular. En las entrevistas de promoción no se ha dejado de alabar su capacidad de anticipación, pues se puede interpretar el asalto al Capitolio de enero de 2021 como una expresión de la propuesta de toma de control político por la fuerza que se recoge en esta novela. Desde luego no seré yo quien le quite ese mérito, pero esas posibles dotes adivinatorias no bastan para que el libro resulte satisfactorio.

El primer problema que he encontrado es que la narración resulta bastante enrevesada. Estamos ante una novela coral con un número considerable de personajes, cuya presencia va tomando sentido a medida que avanza la trama. Hasta que se alcanza ese momento el lector va un poco a trompicones, avanzando sin saber muy bien de qué va todo esto. Palahniuk alterna secciones dedicadas a cada uno de ellos con la intención de mostrar el mosaico social previo y posterior al cambio de régimen político. Basura blanca. Élites. Negros. Maricas. Y como son tantos (y se van añadiendo nuevos según conviene a la historia), y se cambia con tanta frecuencia de personaje, hasta que no me adentraba en la sección en cuestión no sabía muy bien de quién o qué hablaba. Eso sí, una vez alcanzada la mitad del libro más o menos ya estaba tan metido en la acción que las transiciones se volvieron menos abruptas. De todas formas tengo que admitir que en general esta molestia me la provocan todas las novelas corales (Contrapunto se lleva la palma).

Palahniuk demuestra ser un observador muy agudo de la sociedad norteamericana. La descripción de los problemas endémicos de su país y del capitalismo, del cuál siempre se ha enorgullecido de ser un ejemplo modélico, es certera, incuestionable. Sin embargo lo que peor sabor de boca me ha dejado es que aunque sus argumentos son imbatibles, el enfoque satírico de la obra no da la talla y queda muy por debajo de las críticas que plantea. Las banaliza. Por supuesto es su libro y es muy dueño de crear un nuevo mapa político de los antiguos EE.UU. compuesto de tres nuevos países destinados a la población de raza blanca por un lado, negra por otro y el colectivo LGTBIQ+ en el tercero, pero es difícil encontrar sentido a nada de lo que propone. También es verdad que él mismo no parece tomarse muy en serio, de hecho más de una vez define al libro ficticio que articula la novela como poco más o menos que un conjunto de verdades de perogrullo. Además en un alarde de intertextualidad, se recogen las posibles similitudes entre lo que en él se plantea y las propuestas que un tal Chuck Palahniuk hacía en un libro llamado El club de la lucha. Y no voy a negar que hay momentos muy elocuentes y divertidos, como la absurda deriva medieval plagada de elementos propios de las mitologías centroeuropea y nórdica que se implanta en Caucasia, el enfoque afrofuturista que da a Negrotopía o la heterofobia institucional que surge en Gaysiatouché!). Por resumir, me ha parecido un libro entretenido y muy ocurrente a ratos. Está plagado de buenas intenciones pero por desgracia se desinflan bien pronto. Y el final es de los más flojos que he leído hace mucho, mucho tiempo.
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