27 sept 2010

El Origen - Thomas Bernhard

En la primera entrega de su autobiografía, Thomas Bernhard repasa sus experiencias mientras era escolar y estudiante de secundaria. La verdad es que no estaba muy seguro de cómo abordar las reseñas sobre estos relatos, si comentarlos uno a uno o bien con un solo post una vez finalizados los cinco. Tras terminar El Origen. (Una Indicación) me he quedado tan desolado que he preferido ir poco a poco para poder asimilar más facilmente tantísimas desgracias. Y es que haber vivido la II Guerra Mundial en la Austria anexionada al III Reich no debió de ser plato de buen gusto para cualquier persona con un mínimo de sensibilidad, y menos todavía para un joven solitario que acaba de entrar en la adolescencia.

El libro se compone de dos relatos, Grünzkranz y El Tío Franz. En el primero arremete contra la brutalidad del nazismo desde la perspectiva del alumno que es educado en dicho régimen; en el segundo hace lo mismo contra las maneras del catolicismo, que tomó control de Salzburgo tras la victoria aliada. Según el autor, aunque distintos en el fondo, eran idénticos en las formas. Citando sus propias palabras:

"Así, en el internado y en esa, como se denomina a Salzburgo con clarividencia, Roma alemana, fuimos primero educados para nuestra perdición y, día tras día, para la muerte en nombre de Adolf Hitler, y luego, después de la guerra, en nombre de Jesucristo, y el Nacionalsocialismo tuvo en todos esos jóvenes el mismo efecto devastador que ahora el Catolicismo."

No hay ni un solo punto y aparte en ninguna de las dos mitades. Por suerte la densidad de la prosa de Bernhard se combina con la brillantez de su análisis. Estilísticamente este escritor es muy particular, ya que sus textos se desgranan repitiendo cada poco alguna palabra clave de la narración, retomando así con frecuencia una idea ya expuesta con anterioridad. Buscar una similitud visual comparándolo con volutas o espirales no me resulta suficientemente preciso. Yo mas bien lo equiparo a una trocoide lingüística (y perdón por el palabro), porque como en estas curvas, se avanza en los hechos, sin embargo llegado un momento y con cierta periodicidad se vuelve a zonas que ya habíamos recorrido, y por tanto se retrocede, aunque sólo para seguir progresando tras dar una vuelta extra sobre algún punto que ya se había tratado, pero que es necesario recordar brevemente para que sepamos por qué estamos en este punto de la narración.

Todo el libro es terriblemente sombrío y deprimente, repleto de sufrimiento, desgracias y muerte. Un horror vaya, pero también es de una lucidez extrema, porque Bernhard no deja títere con cabeza y denuncia sin miramientos la hipocresía de la sociedad de su ciudad, Salzburgo, que por extensión es la hipocresía de toda la humanidad. Me ha gustado tanto y hago propias tantas de sus observaciones, que habría copiado extractos del mismo hasta casi reproducirlo por entero. Y tampoco es eso.

Hay una reseña de estos dos primeros relatos en MeLibro. En Literaturas hay un artículo sobre este autor que da buenas pistas sobre su vida y su obra, y para terminar, en la Revista de Cultura Ñ también podemos leer sobre este conjunto de relatos.

21 sept 2010

Cita con Rama - Arthur C. Clarke

Cita con Rama es una interesante novela de ciencia ficción dura. Arthur C. Clarke justifica gran parte de los acontecimientos que se relatan en la misma desde una perspectiva científica, intercalando hábilmente explicaciones físicas o matemáticas al alcance de prácticamente cualquier lector.

Se podría decir que esta novela es una mera descripción del objeto espacial Rama y de los extraños seres de naturaleza híbrida entre lo mecánico y lo biológico ("Biots"), que empiezan a habitarlo al aproximarse a nuestro sol. Pero también hay que aclarar que tiene capítulos de verdadero infarto, en los cuales los humanos exploradores del interior de este mundo artificial se enfrentan al desconocido entorno alienígena. En verdad cuando terminas de leerla te quedas sin saber gran cosa de la raison d'être de ese enorme cilindro de más de 50 kilómetros de largo que atraviesa el Sistema Solar, totalmente indiferente al antropocentrismo de la civilización humana, que ya coloniza Marte, la Luna, Mercurio y algún que otro satélite de Saturno, Júpiter o Neptuno. Quizás precisamente por ese misterio no resuelto yo me he quedado con ganas de más, así que intentaré hacerme con la primera de las secuelas, escritas a medias entre Clarke y Gentry Lee.

Tenéis más reseñas de este libro en el Portal de Ciencia Ficción, La Biblioteca del Kraken y La cinta de Moebius.

10 sept 2010

Incordie a Jack Barron - Norman Spinrad

Incordie a Jack Barron es una novela bastante previsible. Es entretenida y está muy bien escrita, cierto, pero el resumen de la solapa te da practicamente todo lo que necesitas para saber cómo se va a ir desarrollando. Y la verdad, decepciona un poco comprobar que la trama se despliega ante tí poco más o menos como habías supuesto a medida que vas quemando páginas.

Tiene eso sí algunas particularidades narrativas destacables. A mí me ha gustado especialmente la forma en que el autor plasma los diálogos interiores de los protagonistas. Admito que ha sabido volcar muy bien al papel la dinámica mental de generación de pensamientos y razonamientos. Parecen flashes, fogonazos, destellos que te iluminan y se enlazan los unos con los otros a toda velocidad, sin pausas. Esto configura un texto sin comas para separar las diferentes ideas que surgen, al contrario, las une con guiones, imbricandose todas ellas para plantear dudas, mostrar alternativas o generar conclusiones. Además Spinrad ajusta muy convincentemente la estructura del pensamiento a los rasgos psicológicos y de personalidad de cada uno de los personajes principales: el protagonista, Jack Barron, un antiguo activista de la izquierda radical transformado en estrella de la T.V., se descubre arrollador y narcisista. Su rival, un multimillonario al frente de una corporación que se dedica a la suspensión criogénica y tiene un método secreto para conseguir la inmortalidad, un paranoico en toda regla. Y la novia del primero, que no parece muy centrada y a la menor oportunidad toma drogas para alcanzar estados alterados de conciencia, una desequilibrada con ligeros rasgos esquizofrénicos.

Como curiosidades propias del momento en que fue escrita (finales de los 1960s), hay detalles de ambientación prospectiva que con el paso del tiempo han perdido validez, pero que impregnan al relato de un encantador toque retrofuturista. Por ejemplo esa obsesión de los autores New Wave de la ciencia ficción por la legalización de la marihuana, que también aquí se comercializa en forma de cigarrillos, al igual que ocurría en Todos sobre Zanzíbar. O la tecnología, descaradamente obsoleta para el lector de siglo XXI, pero a la vez entrañable: videoteléfonos, sofisticados estéreos montados en consolas, generadores de visuales psicodélicos, etc. En resumen, entendida como un entretenimiento no demasiado (in)trascendente, Incordie a Jack Barron es una lectura muy agradable.

Tenéis más reseñas de este libro en uno de mis últimos descubrimientos en cuanto a blogs dedicados a la scifi, Rescepto Indablog. Desde ahí podéis a su vez saltar al Sitio de Ciencia Ficción y al Blog de Jack Moreno entre otras propuestas.

3 sept 2010

Aparato de Vuelo Rasante - J. G. Ballard

Hay algo que me gusta mucho de J.G.Ballard, se trata de lo bien que describe la desolación de las ciudades y los parajes en que trascurre la acción de muchas de sus novelas y relatos cortos, como ocurre en varios incluidos en la recopilación Aparato de Vuelo Rasante. Abandonados desde hace décadas y semiderruidos, víctimas de un lento declive originado por alguna hecatombe silenciosa pero implacable, se nos presentan diferentes acontencimientos que conducen irremediablemente al ocaso de la civilización. El agotamiento de los combustibles fósiles y la paralización de la sociedad de consumo. Una mutación que frustra los embarazos provocando una reducción drástica de la población mundial. La acción se sitúa además habitualmente en no-lugares que socavan por completo la moral de cualquiera: aparcamientos, hoteles, vertederos industriales, centros comerciales, pistas de aterrizaje, etc. No me sorprende en absoluto la facilidad con que yo mismo experimento el desasosiego de esos entornos.

Pero claro, si he empezado el post diciendo que hay algo que me gusta de Ballard, es porque hay una particularidad suya que por el contrario, me resulta algo irritante. Y es que desde mi limitado conocimiento de su obra (El Mundo Sumergido, Bienvenidos a Metro Centre), me queda la sensación de que este autor británico tiene tendencia a escribir historias que se limitan a la presentación y el nudo. No hay un desenlace demasiado explícito. No me quedo con la sensación de cierre, de final, de rematar la trama, de concluirla con éxito. A los personajes les suceden cosas, sí, cosas bastante desagradables la mayor parte de las veces, y eso me gusta, pero excepto en contadas ocasiones, ha sido terminar los cuentos de esta colección y preguntarme: ¿Esto es todo? ¿No hay más? ¿Se puede acabar así?

No he encontrado muchas reseñas de este libro, podéis eso sí, leer el comentario de El sitio de Ciencia-Ficción.
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