Cuando empecé con Das Bücherregal hace diez años me dio muy fuerte por la colección Acervo ciencia/ficción. En aquel entonces el mercado de libros usados era la única manera de hacerme con muchos títulos descatalogados, que por desgracia siguen sin reeditarse. A aquel entonces pertencen Todos sobre Zanzíbar de John Brunner, Incordie a Jack Barron de Norman Spinrad, Noche de luz y Los amantes de Philip J. Farmer o Candy man de Vincent King, que en su gran mayoría leí y reseñé en 2010. Con La quinta cabeza de Cerbero de Gene Wolfe termino con todos los tomos de esa editorial que compré hace ya una década. Alguien podrá preguntarse por qué no di cuenta de esta novela en su momento. Pues bien, puedo señalar a la serie El libro del sol nuevo de este mismo autor como responsable del ostracismo a que he sometido a este libro durante tanto tiempo. Los cuatro libros que leí de esa pentalogía(1), más próxima al género fantástico de espadas y mazmorras que a la ciencia-ficción, me provocó un rechazo total a su obra. Sin embargo la novela que comento hoy no tiene absolutamente nada que ver: estamos ante un texto asombroso que, desde un enfoque que recoge lo mejor de la New Wave, pone en evidencia algunas de las inmundicias que caracterizan al ser humano.
La acción transcurre en los planetas gemelos Sainte Anne y Sainte Croix, a 20 años luz de la Tierra. Ocupados originalmene por colonos francófonos, perdieron su control en una guerra posterior ante otra potencia terrestre que no se especifica. Se cree que en Sainte Anne había una especie humanoide nativa capaz de transmutarse físicamente en otros seres. Apenas un par de generaciones después de la colonización, la posible existencia de estos aborígenes se ha transformado en una leyenda de tintes mitológicos. De hecho, la Hipótesis de Veil especula con la posibilidad de que los abos aniquilaran y reemplazaran a todos los humanos, de tal forma que los colonos y sus descendientes son en realidad, la raza original que habitaba el planeta.
La obra se compone de tres novelas cortas: La quinta cabeza de Cerbero, "Una historia", por John V. Marsch y V.R.T. La primera tiene un lenguaje y estilo bastante convencional. Supone la toma de contacto con este universo creado por Wolfe. La segunda se redacta en forma de leyenda original de los nativos de Sainte Anne; es quizás la más complicada de enteder debido a todas las imágenes oníricas y primitivas que se expresan con la dificultad propia de un pueblo que tecnológicamente se encuentra en el paleolítico. La tercera es la más innovadora a nivel narrativo. Se trata de una serie de textos en formato variado (las notas de cuadernos de campo de un antropólogo, transcripción de entrevistas, entradas de un diario, etc.), que leídos por un tercero nos dan una composición de lugar sobre un estudio de los anneses originales.
A mí el contexto me ha resultado tremendamente original, no solo por la ambientación en esos dos mundos gemelos sino también por las particularidades del pueblo aborigen. De igual forma resulta sorprendente la habilidad de Wolfe para componer las narraciones en formatos muy dispares para que se adapten al objetivo de las mismas. Por cierto que el escritor apenas ofrece información concreta, obligando al lector a atar cabos en base a un texto repleto de datos parciales y que carece de respuestas claras. Y para finalizar las críticas a las miserias del colonialismo no pueden ser más obvias: el exterminio y olvido a que se ha sometido a los nativos de Sainte Anne no es en absoluto diferente al que históricamente han padecido muchos pueblos de la Tierra. Por resumir y al contrario que la serie que he mencionado antes, este libro queda recomendado a más no poder.
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(1) Ver La sombra del torturador, La garra del conciliador, La espada del Líctor y La ciudadela del Autarca
Y terminó por encantarme también el Onceavo Doctor.
Hace 3 horas
4 comentarios:
¡Pero qué feas que son las cubiertas de Acervo, madre mía!
De pequeño tuve un profesor que, de vez en cuando, nos obligaba a usar los plastidecores menos populares y, por tanto, menos gastados, y así retrasaba el momento de tener que pedir cajas nuevas porque se habían gastado los colores más populares (amarillo, azul, rojo, verde).
Pues creo sinceramente que los dibujos que mis compañeros y yo hicimos con combinaciones de negro, color pis y color caca eran mucho bonitos que las ilustraciones de las cubiertas de Acervo.
A mí esta colección me encanta, los libros editados te podrán gustar más o menos, pero casi todos son muy originales. Me gustan hasta las portadas :)
Al menos eran tapa dura :P que ahora si Minotauro se le ocurre sacar algo en tapa dura será la enésima edición de Crónicas marcianas. Ni digamos ya Gigamesh (con todo el cariño que se le pueda tener).
@el convincente gon, @Palimp, @Kirilov Myshkin: En contenidos la colección Acervo Ciencia/Ficción es increíble (por cierto que hay volumenes en tapa dura y otros en rústica). Las portadas para mi gusto no están mal del todo, las hay mejores y hay peores, pero en general los libros están tan gastados que el poco o mucho atractivo que puedan tener lo pierden porque los colores amarillean, las sobrecubiertas tienen roturas, manchas, etc. etc.
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