Lo que empieza siendo una inocente comida campestre se torna en tragedia cuando tres niñas y una profesora desaparecen misteriosamente entre los recovecos de Hanging Rock, un imponente conjunto de rocas rodeado de la salvaje y asfixiante vegetación australiana. La única chica que logra regresar, presa de la histeria, no recuerda nada de lo sucedido.Una de las cosas que más me ha sorprendido de este libro es que su planteamiento me parece muy moderno, muy contemporáneo. Más propio de las series de TV de misterio, terror o ciencia-ficción que se vienen produciendo en los últimos años que de una novela escrita en 1967. La desaparición de las tres jóvenes y una de las institutrices sirve de catalizador a Joan Lindsay para centrarse en los efectos que esta desgracia provoca en el entorno más cercano a las cuatro desdichadas mujeres, quedando el funesto acontecimiento en un segundo o tercer plano tras ser explicado en el primer capítulo. Y en lo que ha demostrado ser un golpe maestro, ni siquiera llegaremos a tener una explicación de lo que ocurrió. El libro se cerraba con la misma pero según nos indica la Wikipedia, la autora australiana lo eliminó de la versión final a sugerencia de su editor.
La ambientación temporal y geográfica de la obra es magnífica. Tenemos de la opresiva e incómoda moda femenina victoriana. La exuberante, salvaje y peligrosa flora y fauna australiana. Se palpa la diferencia de clases heredada de Gran Bretaña. La brecha social entre los acaudalados residentes de Lake View, Alto Macedon, -con el Coronel y la Sra. Fitzhubert y su sobrino el honorable Michael a la cabeza-, y su sus numerosos sirvientes -cocineras, jardineros, mozos de cuadra, etc.- queda muy bien reflejada en los rígidos usos y costumbres. Resulta por tanto inevitable verse transportado al Colegio Appleyard para señoritas en 1900, y disfrutar así de las numerosas desgracias que desencadenará ese aciago suceso. Aunque hay que reconocer que el regusto que deja es algo amargo. En apenas mes y medio asistiremos al progresivo declive del exclusivo centro escolar; a la caída en desgracia de su fundadora y directora, la Sra. Appleyard; al cruel tratamiento a que ésta somete a Sara Waybourne, una interna huérfana en situación más indefensa; a la renuncia de una de las profesora, la Srta. Dora Lumey, debido al ambiente insoportable del centro, etc. Incluso me ha parecido intuir que tras la amistad entre Michael y Albert Crundall, el cochero de los Fitzhubert, había una cierta inclinación homoerótica por parte del joven de clase alta. Resumiendo, una novela entretenidísima y muy adictiva, con multiples voces que aportan gran variedad al texto y repleta de misterios sin resolver. Creo intuir eso sí, que no gustará a aquellos que necesiten obtener respuestas. Tenéis más reseñas en Fabulantes y Solo de libros, donde han quedado tan encantados como yo mismo, y en Las inquilinas de Netherfield, que son del tipo que he mencionado en último lugar.
2 comentarios:
¡No has mencionado mi reseña! ¡¡¡¡Que los Dioses te castiguen!!!!
PD: A mí también me encantó esta novela, de lo mejor en lo que va de año.
@Oriol: ¡¡¡Ay, por dios, qué bochorno!!! ¡Con lo fans que soy yo de ULAD! Venga, que no se diga, aquí va la reseña de uno de mis blogs de cabecera: Picnic en Hanging Rock según ULAD.
XD
Aunque suene a excusa barata, como ya no uso Google sino DuckDuckGo me resulta más complicado encontrar casi todo. Google es un excelente buscador y tiene indexadas muchísimas más páginas, pero es un precio que acepto pagar gustosamente por evitarme rastreos no solicitados para mejorar una experiencia que yo no he pedido que mejore. Como siempre, gracias por pasarte por aquí y comentar.
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