12 jun 2018

Caviar - Theodore Sturgeon

Caviar es una antología de relatos cortos a cargo del insigne Theodore Sturgeon. En esta compilación no hay solo ciencia-ficción, que es el género por que más fama adquirió, sino también incursiones en el terreno de lo fantástico (tratando casi siempre hechos sobrenaturales) y un singular ejemplo de thriller psicológico. Escritos entre 1941 y 1955, solo dos de ellos se pueden incluir en periodo que abarca la Edad de Oro de la ciencia-ficción (de 1938 a 1946). Sin embargo los que tratan ficción especulativa están escritos en los 1950s y siguen girando en torno a las temáticas habituales de eses periodo: mutantes y discriminación, conquista del espacio, asombrosos descubrimientos científicos, etc. Esto me lleva a pensar en lo arbitrario de esos límites, que visto lo visto se podrían extender hasta la aparición de la Nueva Ola a principios de los 1960s. Solo que Philip K. Dick apareció en escena a principos de los 1950s(1), y aunque los contextos en que transcurrían sus relatos eran muy Edad de Oro, los enfoques no tenían absolutamente nada que ver con lo que trataban el resto de los escritores. Pero basta ya de divagaciones que yo he venido aquí a hablar no de mi libro, sino del de Sturgeon. Os dejo a continuación la lista de cuentos incluídos junto con su temática (podéis ver los años en que se escribieron en la ficha de la Tercera fundación).

  • Un rayo de luz (Thriller psicológico)
  • Un dios microcósmico (Ciencia-ficción)
  • Fantasma (Fantástico)
  • Distinto (Ciencia-ficción)
  • Medusa (Ciencia-ficcion)
  • Bocazas (Fantástico)
  • Sombras en la pared (Fantástico)
  • Twink (Ciencia-ficción)
Los relatos son impecables desde un punto de vista formal. Presentación, exposición del conflicto, resolución del mismo. Un esquema clásico que no defrauda, menos aún con el estilo nítido y preciso de este autor. De todas formas se notan los años que han pasado desde que se escribieron. Para empezar los temas resultan un poco manidos y todo lector aficionado al género ya se ha topado con variaciones de los mismos hasta la saciedad. ¿Que Sturgeon fue de los pioneros? Pues no lo voy a negar y le reconozco el mérito debido por ello, pero la experiencia al leerle no aporta frescura ninguna. Pero bueno eso no es culpa de nadie, sólo de las circunstancias. Luego tenemos la condenada manía de tener que meter un giro inesperado en el argumento para resolverlo. Ya se sabe que esto era una condición casi obligatoria para publicar un cuento en aquellos años, pero resulta un poco cansino. Y ojo, que a veces está bien logrado, pero repetir el mismo formato una y otra vez hace que pierdas un poco de interés. Finalmente, como elemento cultural digno de mención: el machismo y racismo que pulula por algunos textos es alarmante. Pero la sociedad en los 1950s era así, no queda más remedio por tanto que considerarlos como un reflejo de la realidad de aquel entonces. A pesar de estos pequeños inconvenientes, me queda muy buen sabor de boca, más incluso por los de género fantástico, con mucho fenómeno paranormal y misterio de por medio. Tenéis otra reseña en el Sitio de ciencia-ficción, donde hacen además un breve resumen de cada relato (los títulos varían ligeramente por tratarse de una edición distinta a la de Minotauro, que es la que he leído yo).



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(1) En un ejercicio de egolatría sin igual hasta la fecha de hoy, recurro al archivo del blog para aclarar que de acuerdo con mi reseña de Cuentos completos I de este autor, su primer relato data de 1947, aunque su producción empieza a ser publicada a principios de los 1950s

2 comentarios:

el convincente gon dijo...

Lo leí hace mucho pero recuerdo que me había gustado bastante, sobre todo el primer relato: de esas veces en que notas que es el buen pulso de la narración lo que te tiene inmerso en la historia a un nivel emocional (parecido a lo que se siente con Hitchcock).

Y también recuerdo lo que comentas de los finales sorpresa. Totalmente innecesarios. Lo mejor del relato nunca estaba al final.

Puede que se haya quedado anticuado pero, para mí (y creo que ya lo he dicho alguna otra vez en tu blog), Sturgeon era de esos escritores que saben que tienen que dar batalla en cada frase.

Cities: Moving dijo...

@el convincente gon: Tienes toda la razón del mundo, cada frase de estos cuentos es un pulso contra el lector, quien si no fuera por esos giros inesperados tan forzados, quedaría totalmente derrotado por la historia. De todas formas y aún a costa de repetirme, me parece muy buena selección.

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