Moses E. Herzog tiene cuarenta y siete años y es Doctor en Filosofía. Actualmente se dedica a la enseñanza aunque cuando era más joven escribió Romanticismo y Cristianismo, un libro con que consiguió hacerse -muy merecidamente-, un nombre en la comunidad académica. Sin embargo ahora no se encuentra en su mejor momento. No hace mucho se ha divorciado de su segunda esposa, Madeleine, quien lo ha dejado por su mejor amigo, Valentine. Desbordado por todos los fracasos que acumula (éste era su segundo matrimonio, no consigue ampliar sus estudios sobre el Romanticismo, las aventuras con otras mujeres nunca llegan a nada serio porque se aterra ante la perspectiva), Moses se pasa todo el verano yendo de un lado para otro sin saber qué hacer con su vida. Durante esa agitada temporada conoceremos su historia personal y familiar, así como un buen puñado de reflexiones filosóficas sobre la situación en que se encuentra el hombre de la segunda mitad del S. XX.
Herzog es una novela muy entretenida que gira principalemente en torno a la crisis de la mediana edad de su protagonista. Judío e hijo de emigrantes rusos que llegaron a Canadá pero se mudaron posteriormente a Chicago, Saul Bellow y Moses comparten muchos elementos biográficos. Da la impresión además de que estas características podrían ser arquetípicas del hombre judío norteamericano de mediados del siglo pasado, porque el retrato que este escritor hace del mismo coincide en muchos puntos con los personajes salidos de la pluma de Isaac Bashevis Singer: vitalistas, mujeriegos, impulsivos, irreflexivos, inestables, meditabundos, etc. El viaje a través de la atribulada vida del Herzog está plagado de familiares y amigos que irán pasando sin mucha pena ni gloria a través de la páginas, pero que por otro lado harán que el relato sea muy animado y ágil. Hay un profundo drama existencial de fondo en la narración, pero hay también muchos elementos divertidísimos. En este sentido destacan las disparatadas cartas (reales o imaginarias) que escribe a cualquier persona, viva o muerta, bien conocidos suyos o bien personajes públicos, en las cuales expone los temas más variopintos. Estas misivas incluyen sin embargo meditaciones certeras y profundas que hacen honor a su profesión. La muerte, la sociedad podrida que hemos creado entre todos, o la mentira y la culpa como motor y freno respectivamente para acercarnos a la felicidad, son algunos de los asuntos que se tratan, ya sean con sus propios análisis o haciendo referencia a reconocidos filósofos: Heidegger, Spinoza, Proudhon, etc.
La prosa de Bellow es una auténtica maravilla, sencilla y sin artificios pero capaz de transmitir ideas complejas con total facilidad, como ocurre con las cavilaciones filosóficas. Los diálogos alternan con las partes más reflexivas a una cadencia adecuada para hacer la lectura más amena. Como curiosidad estilística, el narrador en tercera y primera persona se combinan con una imprudencia que podría parecer temeraria pero que en manos de este autor se comprende con naturalidad. A pesar de las cuatrocientas y pico páginas que tiene la edición del Círculo que he leído y de una cierta atención exigida en las partes más profundas, he devorado el libro sin apenas esfuerzo y me ha resultado muy ameno. No obstante, no he terminado de encontrar el punto de excelencia de que habla Vargas Llosa en el prólogo. Sin ser malo en absoluto, me ha parecido un libro interesante, simpático y agradable, que son todos calificativos muy tibios. Positivos, pero tibios. Entiendo sin embargo que en su momento fuese un éxito multitudinario de ventas, porque sin serlo, sigue cierta dinámica propia de los best-sellers: los temas tratados son muy generales y puede interesar a todo el mundo, tiene un ritmo acelerado que engancha, una trama con poca cohesión global pero entretenida, etc. De todas formas tengo muy claro que repetiré con Bellow, que por algo debe tener el premio Nobel de Literatura de 1976 (claro que también lo tiene su prologista y no lo soporto). Más reseñas en Langosta literaria y La antigua Biblos, donde han quedado muchísimo más emocionados que yo. Por cierto que yo diría que lo que aparece en Crítica de libros no es sino el prefacio de Vargas Llosa a que hacía mención un poco antes.
Trilogia de la Terra Fragmentada - N.K. Jemisin
Hace 1 hora
2 comentarios:
Me gusta, me gusta mucho...a conseguirlo en las librerías. Gracias por la reseña
@Scabbers: ¡A por él entonces! No creo que te cueste encontrarlo en librerías de segunda mano en una buena edición. Como siempre gracias por pasarte por aquí y comentar.
Publicar un comentario