Gran decepción, me temo no puedo decir otra cosa sin mentir. La famosa Trilogía de Deptford de Robertson Davies ha ido cayendo en picado para mi gusto. Lo que fue un deslumbrante y prometedor comienzo (El quinto en discordia), dio paso a una desconcertante historia (Mantícora) que tocaba solo tangencialmente la trama iniciada en la primera entrega. Y lo peor del caso es que vista en restrospectiva, la segunda parte me ha resultado de muchísimo más interés que el final que nos llega con El mundo de los prodigios.
Tal y como esperaba, este último volumen se centra en el personaje de Magnus Eisengrim, el gran mago y prestidigitador nacido en Deptford bajo el nombre de Paul Dempster. A lo largo de capítulos interminables nos revela la historia de su vida, desde su desaparición con apenas 11-12 años del pueblo de donde también eran Boy Stauton y Dunstan Ramsay. Es este último, profesor e historiador retirado, quien de nuevo conduce la narración, que se nos presenta como una autoconfesión del artista en su madurez. Aprovechando que es el protagonista de un biopic sobre el ilusionista francés Jean Eugène Robert-Houdin, el director del film considera que conocer su verdadera historia le permitiría dar un enfoque más verídico a la película a través del subtexto expuesto en la misma. La cuestión es que la novela avanza sin que la intriga iniciada en el primer libro tenga la más mínima importancia, que es lo que despertó en interés en mí (no sé si a todos los lectores les habrá pasado igual). Eisengrim nos desvela las penurias que vivió de niño, de adolescente, de joven adulto. La gente que conoció, casi todos bichos malos del mundo de la farándula, aunque algunos hubo que le trataron bien. Luego hay datos pormenorizados de sus viajes por Canadá con un espectáculo ambulante. La posterior huída a Europa por problemas con la ley, donde se embarca en otra feria de fenómenos, descrita con pelos y señales. Su llegada a Londres donde por fin parece que su vida empieza a tomar buen rumbo y de la que no nos ahorra ni un pis que haga antes de irse a dormir. Un posterior traslado a Suiza donde conoce a la mujer que le ayudará a convertirse en el gran y archiconocido mago que ha logrado ser. Mucha tramoya, mucha maquinaria de relojería con sus pequeñas piezas y ruedas dentadas expuestas para que no se nos escape un detalle.
Llega un momento en que vemos que el libro que se acaba, que ya no nos queda nada por saber de las vivencias personales del ilusionista, y de la tan cacareada muerte de Stauton no se ha dicho ni mu. Ramsay, en un arrebato metido con calzador para dar continuidad a la trilogía, la saca a colación y en un par de capítulos finales queda expuesta la verdad. O al menos la verdad a la que cada personaje tiene acceso. En ese sentido el fallecimiento del millonario queda resuelto con mucha habilidad y muy inteligentemente. Sin embargo, la biografía del mago, al igual que pasó en la segunda entrega con los problemas psicológicos del hijo de Stauton, no es más que un cúmulo de datos que no aportan nada a la (supuesta) trama principal. Que conste que resulta entretenido y no se hace pesado de leer, pero vamos, sinceramente una vez terminada no creo que merezca la pena pasar del primer libro. Antes de sugerir otras opiniones, una curiosidad sobre la traducción: de cuando en cuando se han elegido términos con un registro vulgar que no encaja con el tono general del texto. No son muchos, pero cuando llegas a ellos chirrían escandalosamente. Y ahora sí, para saber lo que otros blogs piensan de este libro, echad un vistazo por ejemplo El placer de la lectura y Solo de libros. Con los primeros me pasa lo mismo de siempre, que dicen muchas cosas pero al final no sé si les ha parecido bien o mal. Todo lo que queda es una bruma de indefinición que ojo, tiene su punto y reconozco que no debe de ser fácil de lograr. Los segundos son bastante más claros, resumen diciendo que es un final deslucido para la trilogía, algo con lo cual no puedo estar más de acuerdo.
Pedro Juan Gutiérrez: Anclado en tierra de nadie
Hace 6 horas
2 comentarios:
Vaya, yo del autor he leído 'Espíritu festivo' libro sin mucha trascendencia pero muy divertido. Dejaremos esta trilogía de lado por el momento.
@Palimp: Es que no sabe uno cómo acertar ;) Reconozco que el primer volumen de la trilogía me dejo boquiabierto, pero los dos restantes aun siendo entretenidos, no están a la altura de primero. Para mi gusto, evidentemente.
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