Donald M. Thomas ficciona en El Hotel blanco un supuesto caso de éxito de Sigmund Freud. Se trata de una joven cantante de ópera de fama relativa que ha somatizado unos terribles dolores localizados en el seno y ovario izquierdo debido a una prolongada depresión nerviosa . Su enfermedad le ha obligado a retirarse temporalmente de los escenarios poniendo en riesgo su carrera, así que decide dar una oportunidad al reputado doctor vienés
La narración es un colección bastante heterogénea de textos en diferentes formatos. Empieza con un prólogo epistolar con varias cartas intercambiadas entre Freud y un colega y discípulo. El contenido de las mismas nos permite conocer la situación personal del psicoanalista en el momento en que está realizando la terapia objeto de la novela. A continuación se recogen dos escritos elaborados por la paciente: un poema y un diario. En la tercera parte asistimos al estudio de Anna G. (nombre ficticio para garantizar el anonimato) por parte de Freud. El examen de los textos expuestos en la primera y segunda parte, ambos de fuerte contenido sexual y plagados de imágenes y personajes simbólicos, así como las sesiones de terapia con sus correspondientes batallas dialécticas entre paciente y psiquiatra, sin duda harán las delicias de los fans de la serie En terapia/In treatment. En los restantes apartados es la propia Anna G. quien toma la voz del narrador para acercarnos a su vida después de haberse repuesto de sus problemas psicológicos. Tras muchas vicisitudes y haber recuperado el control de su vida, Frau Elisabeth Erdman, que así se llama en realidad, vuelve a los escenarios, conoce gente muy agradable y se siente por fin medianamente feliz, querida y realizada. Con los años termina casandose con un tenor ucraniano judío bastante mayor que ella, a quien conoció durante una suplencia que hizo en la Scala de Milán. En la quinta parte y en un sorprendente y magnífico giro de transfondo histórico nos encontramos en plena II Guerra Mundial. El ejército del III Reich ha invadido Kiev, donde malvive Lisa en compañía del hijo del anterior matrimonio de su marido, desaparecido en una purga estalinista. La sexta y última parte transcurre en un escenario irreal y fantástico: el estado de Israel durante los primeros años de existencia. A modo de redención, la protagonista y todos sus seres queridos por fin pueden tratarse como iguales y empezar a llevar una relación sana.
Otro autor a quien no conocía de nada pero como con Updike, me dejé llevar por la oferta de RBA tras leer el resumen de la trama en la web de la editorial. Afortunadamente esta vez he acertado de lleno. El libro tiene mucho de intrigra, pues al fin y al cabo el proceso de psicoterapia tiene mucho de investigación en la cual el psiquiatra debe desentrañar los misterios de la turbia y atormentada psique de su paciente. Esta parte es interesantísima, pero es que las siguientes no lo son menos: la recreación de la Europa de entreguerras primero, y sobre todo la ventana al Holocausto que se nos abre en la penúltima sección a través de la masacre de Babi Yar son impresionantes. Resulta imposible permanecer indiferente tras conocer las atrocidades que los nazis cometieron allí, algo que en gran parte se debe a que Thomas logra que nos identifiquemos con Lisa sin remedio. Tenéis una reseña excelente de esta obra en La Nación.
Pedro Juan Gutiérrez: Anclado en tierra de nadie
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