Animado por un lado por las reseñas que iba leyendo, y por otro por la buena impresión que me causó Doctor Pasavento hace solo unos meses, me decidí a comprar el último lanzamiento de Enrique Vila-Matas poniendome como excusa ampliar mis lecturas más allá de todas las antiguallas (clásicos quiero decir, perdón) de la ciencia-ficción que tanto me gustan y que suponen un amplísimo porcentaje del fondo de posts de este blog. Hasta ahora mi única experiencia con el autor barcelonés me había dejado la duda de saber si toda su producción sería esa mezcla, extraña pero atractiva, de narrativa y ensayo. Pues bien, no es el caso, Aire de Dylan es una novela fantástica en donde Vila-Matas derrocha una imaginación desbordante y emplea unos excelentes recursos para relatar desde mil perspectivas diferentes una historia original, entretenidísima, y con muchas referencias y homenajes literarios, todo a la vez.
La trama se presenta inicialmente con un toque de misterio e intriga: el famoso y reconocido escritor Juan Lancastre aparece muerto inesperadamente víctima de lo que parece ser un ataque al corazón. Tras el entierro, su hijo Vilnius, que mantenía una relación espantosa con su progenitor y que explota su parecido con Bob Dylan para vivir un poco del cuento, empieza a pensar que ha heredado sus recuerdos y que de cuando en cuando, el fantasma de Lancastre toma posesión de su pensamiento para transmitirle su deseo de venganza, porque su muerte, al contrario de lo que piensan, es resultado de un asesinato. La historia va progresando a base de constantes choques entre la orgullosa exaltación de la indolencia y apatía de Vilnius, quien se autodefine como artista aunque la verdad es que con 30 años cumplidos no ha producido obra de interés (solo un cortometraje), y la cultura del esfuerzo y la dedicación absoluta al trabajo tanto del muerto como del narrador, un escritor cuyo nombre no se revela pero que por sus características recuerda sin remedio a Vila-Matas. Este narrador, harto de ficcionar (esto es, mentir) en sus novelas, ha decidido retirarse de la escritura e incluso dejar de hablar, pero casualmente entra en contacto con Vilnius y a partir de ahí sus planes se desbaratan. Vilnius junto con Débora, su actual novia y antigua amante de Lancanstre, y el narrador, formarán un grupo en donde la escritura de unas memorias transversales y totalmente infundadas sobre el difunto autor permitirán definir y establecer nuevas relaciones entre ellos y con el escritor fallecido.
Al margen del argumento central, hay un montón de personajes muy bien caracterizados y con personalidades fuera de lo común, de los que el autor se aprovecha para retorcer las situaciones con unos golpes de humor divertidísimos. Así tenemos a por ejemplo a Laura Verás, la madre de Vilnius, alcohólica y agitadora cultural de Barcelona que no ha dejado nunca títere con cabeza y que sencillamente disfruta haciendo el mal, algo que su hijo ha experimentado en sus carnes largo y tendido. Claudio Aristides Maxwell, amante de Laura y especialista en el Hollywood clásico, con físico y aspecto de gánster también clásico. Débora, a quien ya he presentado, muy inestable psicológicamente y que pasa a ser motor junto con Vilnius de la absurda sociedad artística infraleve "Aire de Dylan", que carece de objetivos creadores reales y se regocija en la autenticidad de su fracaso. Shekhar, el portero hindú del hotel Littré, donde vive Vilnius, capaz de organizar dramas insoportables sobre cualquier nimiedad. Los Interumpidores, socios del Club de Lectura Lancastre, que se reune en la Librería Bernat, etc. ec.
Resumiendo, lectura super recomendada. Para mi gusto y debido a su gran calidad, yo la haría obligada. Más reseñas en El Lamento de Portnoy y DeQueVa.
Trilogia de la Terra Fragmentada - N.K. Jemisin
Hace 3 horas
7 comentarios:
Ya me lo había recomendado una colega de otro blog y ahora tú. Me habéis despertado la curiosidad...
@el convincente gon: A mí me ha encantado, tan sencillo como eso.
Yo me la tuve que dejar a la mitad. Me parece la peor de Vila-Matas con diferencia... creo que este hombre va a peor y que escribe sobre la marcha sin pensar nunca mucho qué poner en el próximo capítulo.
@Mike Libros: ¿En serio? La verdad es que con mi limitado critero hasta el momento (Doctor Pasavento y ésta), igual no tengo mucha perspectiva para comparar. Si realmente está empeorando como dices, desde luego no me puedo quejar porque aún me quedaría por leer lo mejor. Por cierto: se admiten propuestas.
Eih, que yo soy la minoría y a todo el mundo le sigue gustando tanto como siempre. A mí por ahora, y me he leído varios, el pequeñín de Bartleby y Compañía es el que más me gusta. ¡Voy a ver si yo también me leo alguno más!
Pues venía animado con este Dylan, porque quería leer algo de Vila-Matas pero ahora estoy dudando... me leeré los dos :)
@Mike Libros: Gracias, ¡tomo buena nota!
@Palimp: Ya nos contarás, estoy seguro de que te va a gustar.
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