De un Castillo a Otro forma parte de la trilogía(1) autobiográfica en que Louis-Ferdinand Céline cuenta su exilio tras la liberación de Francia en la II Guerra Mundial. Debido a su marcado antisemitismo y su participación en el gobierno colaboracionista de Vichy, el autor hubo de huir junto con su esposa y más de 1400 personas a Sigmaringen, donde el III Reich les proporcionó refugio en el castillo y otras dependencias de la ciudad y alrededores. El libro va saltando temporalmente entre tres puntos de la historia personal de Céline. El primero de ellos es el momento de la redacción de la novela en la segunda mitad de los 1950s, en el que era el presente del escritor y médico. Ya había sido amnistiado y malvivía en Francia prácticamente al borde de la pobreza. Desde ahí hace breves incursiones al tiempo que pasó en Dinamarca, entre juicios y cárceles, y donde verdaderamente se explaya es los días que pasaron en aquella pequeña ciudad del estado de Baden-Württemberg bajo la tutela de Tercer Reich.
Bajo mi punto de vista resulta difícil enfrentarse sin prejuicios a la obra de Céline una vez conocida su ideología y simpatías. No obstante mejor empezar a leerle cargado de prejuicios que no hacerlo nunca, porque como el resto de su producción tenga el nivel de De un Castillo a Otro, entonces su fama de ser uno de los grandes escritores que ha dado Francia está totalmente justificada. Para empezar su escritura se intenta asemejar todo lo posible a la lengua hablada y al hilo de conciencia: escupe frases muy cortas sin descanso, una tras otra, que separa por puntos suspensivos como para darnos a entender que tiene que meditarlas antes de lanzarnoslas directamente a la cara. Toda la frustración y rencor hacia quienes considera culpables de su situación se traduce en constantes imprecaciones, en airadas exclamaciones de furia y rabia contra sus editores, sus amigos, sus vecinos, su familia, personalidades públicas, etc. Lo interesante del caso es que aún asumiendo -solo en parte- su responsabilidad, nos enfrenta a la contradicción que supone que ciertos personajes muy bien valorados en su país tengan pasados mucho más turbios que el suyo. El texto nos transmite también su total devoción a la profesión médica, cómo vela por la salud de sus pocos pacientes aún a costa de la suya propia. Y desde luego el relato de las vivencias de los refugiados en Sigmaringen es extraordinario. Debido a las durísimas condiciones impuestas en la convivencia entre colabos franceses, refugiados de otros países y los propios alemanes, los encontronazos, los absurdos y los despropósitos están al orden del día. Y Céline tiene una capacidad increíble para narrarnos ese día a día de penurias, haciendolo con tanta intensidad, vitalidad y sarcasmo que yo por lo menos no he podido evitar reirme en numerables ocasiones. Y que conste que las risas me han provocado un pequeño conflicto ético, pues es obvio que a pesar del drama y la desesperación, o quizás como mecanismo de defensa ante los mismos, la narración resulta divertidísima.
Otro libro totalmente recomendable y otro autor a quien volveré en cuanto pueda. El apartado final de todos mis posts, en donde recomiendo otras reseñas, queda en esta ocasión desierto. Me ha sido imposible encontrar más opiniones sobre este libro, aunque en Internet abunda la información sobre este autor y otras de sus publicaciones.
-----------------------
(1) Via Wikipedia me entero de que las otras dos son "Norte" (1960) y "Rigodón" (1969).
Trilogia de la Terra Fragmentada - N.K. Jemisin
Hace 8 horas
2 comentarios:
Gran reseña, perfecta conclusión de cómo es conveniente vencer ciertas reticencias ante ciertos escritores. Cualquier día me convences para leer a Cela, al paso que vas.
@Francesc Bon: LOL! Muchas gracias, de todas formas para poder convencerte de leer a Cela alguien tendrá que vendermelo a mi muy bien previamente.
Publicar un comentario