Para que os hagáis una idea rápida, La Noche de los Tiempos es una versión amable y con algunas variaciones de la película La Cosa/The Thing (John Carpenter, 1982). Veamos, una estación francesa de investigación en la Antártida -francesa y no de otra nacionalidad que por algo René Barjavel nació en l'Hexagone- hace un descubrimiento totalmente inesperado con ayuda de un nuevo equipo de sondeo: los restos de lo que parece ser una antigua civilización bajo una capa de casi un kilómetro de hielo que cubre la superficie del continente. La cosa no queda ahí, pues además detectan una señal radioeléctrica proveniente de un punto aún más en el interior del terreno. Se reclama ayuda internacional y comienzan las prospecciones, que darán lugar a un hallazgo insólito: una cápsula con dos seres humanos, un hombre y una mujer, hibernados desde aproximadamente 900.000 años de acuerdo con las estimaciones iniciales. La mujer es reanimada y empieza a revelar detalles de la historia de las civilizaciones que existían en la Tierra por aquél entonces, cómo eran sus sociedades, muy avanzadas en lo tecnológico, y también la turbulenta situación que condujo a su elección como candidata a la hibernación.
La novela no está mal aunque empieza con un aire un poco mojigato que me provocó cierto rechazo. Sin embargo el relato se va endureciendo en su punto justo a medida que avanza para de esta forma, lograr captar el interés del lector. Durante el primer tercio el peso de la narración recae en todas las tribulaciones que va pasando el personal destacado en la estación internacional hasta descubrir la cápsula de suspensión criogénica. Una vez que se revitaliza a la mujer, los agitados sucesos de las antiguas culturas empieza a tomar fuerza y a mezclarse habilmente con las intrigas de poder que los descubrimientos tecnológicos del pasado prometen ofrecer al mundo actual. Hay un capítulo que incluye una predicción de lo más curiosa teniendo en cuenta que el libro data de 1968. Se trata de algo que no puede ser calificado de otra forma que una rave, una fiesta de música destinada a los jóvenes y comandada por un individuo que a modo de dj, controla la evolución de un grupo musical. Aún cuando no se trate de música electrónica, lo cierto es que el autor acertó bastante al imaginar cómo iban a divertirse los jóvenes del futuro en que transcurre la acción. Lo que no se resuelve de ninguna forma es el evidente conflicto entre la realidad descrita en la novela y el marco temporal geológico que conocemos y que permite representar la historia de la Tierra. En fin, consideremoslo solo una "pequeña" licencia estilística del autor.
A pesar de mis anteriores elogios, hay un problema que no se puede obviar en este libro: la traducción. No recuerdo haberme topado con una traducción más infame en toda mi vida. Hace años eché pestes de una edición de bolsillo de 2001, pero en aquella ocasión era principalmente porque los términos técnicos estaban muy anticuados. En el caso que me ocupa hoy, no se trata sólo de un léxico completamente inventado (términos como "congeladura" o "relevamiento"), sino de expresiones y sintaxis forzadísimas que aunque comprensibles, son totalmente inexistentes en español. En fin, espero que el resto de títulos de esta vieja colección de Círculo de Lectores que he ido comprando no tenga el mismo problema. Ahora que caigo, Qué Difícil es ser Dios de los hermanos Strugatsky tenía una traducción correcta. Por cierto, que la identidad gráfica de la colección es obra de mi admirado Yzquierdo.
Como viene siendo habitual cuando se trata de rarezas descatalogadas, para conocer otras opiniones sobre esta novela os recomiendo echar un vistazo a los comentarios de los usuarios de La Tercera Fundación.
Pedro Juan Gutiérrez: Anclado en tierra de nadie
Hace 5 horas
2 comentarios:
Me gustaría leer este libro, no pido otra cosa, puede ser?, si hay tanto problema agradezco los resumenes, que...
¿Ya lo pudiste leer? yo tuve que descargar una versión on line.
La verdad me gustó mucho!
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