Bueno, esto va camino de convertirse casi en una tradición: llega el verano y aprovecho para leer alguno de los libros de bolsillo de Bruguera que siempre andan dando vueltas por casa. Si el año pasado fue el volumen 3 este año le ha tocado el turno al 5, cuyo contenido es bastante flojo.
En primer lugar tenemos 'Una Oportunidad', de Keith Laumer, con un tema super manido: la colonización de un nuevo planeta por superpoblación de la Tierra. Mediocre y prescindible.
A continuación 'Ángeles Ignorantes' de Zenna Henderson, también con una trama muy machacada: debido a un accidente en su nave espacial, unos extraterrestres terminan atrapados en la Tierra y se ven obligados a vivir entre los humanos. Este al menos tiene una pizquina de originalidad por estar ambientado en los USA del S.XIX e incorporar la intolerancia religiosa como Leitmotiv. Aún así, suspende por simple.
A mitad del libro nos encontramos con 'Domus Vitae' de Michael Harrison que es el único que recibe el aprobado (alto). Se trata de una historia de terror construída sobre un libro maldito y ambientada en el Londres victoriano. Podría perfectamente haber sido el guión de un episodio de Dimensión Desconocida, de esos que te dejan muy mal cuerpo.
En 'El Monstruo Oportuno' de Leslie Charteris nos encontramos ante una mojigata historia de El Santo, que se va de vacaciones a Escocia y como no podía ser de otra forma, tiene que resolver un misterio en donde Nessie está implicado. Suspenso y oprobio público para el autor.
Y para finalizar, 'El Fiero Dragón' de Avram Davidson es una mezcla de fantasía mediaval y scifi involutiva (tipo Dune) sobre la caza de dragones como motor de la economía de la Tierra en un futuro muy, muy lejano. Ridícula y aburrida.
A pesar de lo desastrosos que son estos relatos, no me ha importado lo más mínimo leerlos, es verano y en verano cosas así me resultan hasta entrañables.
Pedro Juan Gutiérrez: Anclado en tierra de nadie
Hace 4 horas
1 comentarios:
Mítica colección que se encuentra de saldo por doquier...nunca suelen ser excelentes pero a veces te encuentras sorpresas agradables.
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