John Cunningham es un psiquiatra que ejerce en Tynemouth, una ciudad costera del noreste de Inglaterra muy cercana ya a Escocia. Está especializado en «terapia de vida pasada», también conocida como «terapia de reencarnación». A través de la hipnosis lleva a sus pacientes a supuestas vidas pasadas donde se encontraría el origen de sus traumas y problemas. En realidad él no cree en la reencarnación, pero prefiere considerar su tratamiento como una mentira piadosa que ha ayudado a muchos pacientes para los cuales los terapeutas freudianos, jungianos o lacanianos han sido inútiles. Pero John tiene un alter ego, se trata del escritor de novelas de terror Jack Cannon. Y ocurre que Jack usa los historiales clínicos de los pacientes de John para inspirar sus best-sellers. Hasta el momento el psiquiatra ha conseguido mantener a raya al escritor para evitar problemas, pero uno de sus pacientes actuales, Tony Smith, presenta un caso que es un reto profesional para el psiquiatra y un filón que el escritor puede ficcionar. Las sesiones de hipnosis apuntan a que Tony ha sido traumatizado por una misteriosa entidad sobrenatural primigenia, una especie de gusano que se integra en las profundidades de la cueva de la costa de Tynemouth en que habita, y con la cual se lleva encontrando en varias vidas anteriores. Jack se transformará en la personalidad dominante del dúo con la intención de resolver la historia, sin que importen las consecuencias.
Aquí tenemos una vez más a Ian Watson, casi un recién llegado a Das Bücherregal pero que está escalando puestos en los autores más leídos de este blog a pasos agigantados. El gusano de fuego es una novela de terror tremendamente original que está desarrollada a la perfección. La acción principal ocurre a finales de los 1980s, con la crisis del SIDA sobrevolando la trama y condicionando a la población a un aislamiento físico y psicológico por miedo a la enfermedad. La batalla interna entre John y Jack se va desplegando sutilmente a medida que vamos recorriendo las vidas pasadas de Tony. Relatadas en forma de flashbacks, el escritor británcio no deja fleco suelto en ninguna de las tres que llegamos a conocer, número éste que se repite casi de manera constante en sus novelas cuando se trata de hilos argumentales a incluir o como en este caso, relatos embebidos en la novela. Ya sea a principio de los 1950s, en la Inglaterra victoriana o durante las guerras entre Escocia e Inglaterra en la Edad Media, cada una de estas reversiones a vidas pasadas se expone con una verosimilitud y unas dosis de intriga que van in crescendo, aumentando la tensión un poco más en cada capítulo.
Pero no penséis que Watson tira de recursos facilones para lograrlo. En absoluto. Tanto los aspectos históricos que se contemplan como los puramente literarios están cuidados al máximo y se nota a la legua el gran trabajo que hay detrás de ellos. Ha resultado inevitable compararla con El Inca de Marte, El viaje de Chéjov o El kit Jonás por lo asombrosamente bien cuidado que está el argumento. Y tras el tono fatalista de toda la narración, llegamos a un desenlace siniestro, oscuro y tenebroso. Es perfecto para la atmósfera desapacible del norte de Inglaterra y deja una sensación amarga y desesperanzadora que resulta deliciosa para el aficionado al género.
Pedro Juan Gutiérrez: Anclado en tierra de nadie
Hace 2 horas
3 comentarios:
Tiene muy buena pinta.
Aviso. En septiembre nueva recopilación de relatos de Ted Chiang. Editorial Sexto Piso.
@Lucas Despadas: Sin duda una buena opción si vas a leer a Watson, aunque cualquiera de las otras tres que indico en el post están a la altura.
@el convincente gon: ¡Eso sí que es un notición! Ahora si me das fecha para los cuentos completos de Ballard en Alianza Editorial soy capaz de ponerte en mi testamento
:P
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