Paul Hammond es un astrofísico que investiga las señales de radio del espacio profundo. Los análisis que él y sus colaboradores han realizado con ayuda de un radiotelescopio en México resultan determinantes para corroborar su teoría de la expansión del universo, que como efecto colateral, demuestra la existencia de Dios en unos términos que no agradarán a nadie. Mientras tanto, un adulto y un criajo ruso son encontrados en una barca a la deriva al norte de Hokkaido, Japón. Procedentes de unas instalaciones científicas situadas al sur de la isla de Sajalín, URSS, el niño, de apenas seis años y con las dificultades verbales y cognitivas propias de la edad, dice ser Gueorgui Knipóvich Nilin, un cosmonauta dado por muerto en el lanzamiento de una misión espacial soviética. El gobierno ruso reclama la devolución de los dos fugitivos y exige la entrega de los mismos al centro de investigación de donde procedían. La inteligencia militar norteamericana, que se está encargando del caso, se pregunta qué hace un potente ordenador IBM 370-185 en dichas instalaciones, que supuestamente se dedican a mejorar la pesca industrial. A todo esto, Richard Kimble es un ayudante de Hammond experto en análisis de espectros y aficionado a las ballenas. Kimble ha publicado un estudio desglosando los diferentes niveles de señales acústicas presentes en los chasquidos y clicks que usan los cachalotes para comunicarse. Sin saber muy bien el porqué, es convocado por el gobierno estadounidense para viajar a Sajalín y colaborar con los científicos rusos.
La editorial Gigamesh se ha propuesto recuperar la obra temprana de Ian Watson en nuevas traducciones. Como primera entrega de dicho ambicioso proyecto ha publicado Incrustados y otros delirios racionalistas, un volumen triple que además 'Incrustados', incluye 'El kit Jonás' y 'Orgasmatón'. Si me he decidido a empezar leyendo 'El kit Jonás' y no 'Incrustados' es porque hace algunos años leí este último en una edición super añeja de Martínez Roja bajo el título de Empotrados. No voy a ocultar que no me convenció, a mi reseña me remito. El problema no estaba en la originalidad de las ideas que recogía, sino más bien en una trama enrevesada difícil de seguir y algo hinchada. Y una tradución deplorable que no ayudaba para nada, la cosas como son. Por cierto que años después leería La historia de tu vida, el cuento de Ted Chiang que sin llegar al grado de profundidad psicolingüística de Watson, especula sobre las mismas ideas del lenguaje como herramienta determinante a la hora de modelar la percepción de la realidad (magníficamente adaptado por Denis Villeneuve en la película de 2016 La llegada/The arrival).
A estas alturas del post es posible que estéis preguntándoos por qué me decidí a comprar este tomo si Empotrados me pareció pesada y enrevesada. Muy fácil: creo que Gigamesh tiene muy buen tino en todo lo que publica. El libro cuesta algo más de 30€, pero seamos justos, incluye tres novelas con lo cual cada una sale a 10 euros de nada. Y conseguir una novedad editorial (o una traducción actualizada, lo mismo me da), a 10€ es casi imposible en el mercado español. Si a eso le sumas esa portada tan chula el desembolso queda más que justificado, y más todavía si consideramos que 'El kit Jonás' ha resultado ser una novela con una trama muy bien elaborada que exige bastante del lector (hay una edición anterior bajo el nombre de El modelo Jonás).
El título resulta un poco críptico pero su elección cobrará sentido cuando descubramos que kit -modelo para ensablar- es homófono con la parabra rusa para ballena: кит. Hay tres hilos simultáneos perfectamente entralazados, el tercero de los cuales he ocultado deliberadamente en mi resumen habitual porque creo que anularía el placer de descubrilo por uno mismo. De nuevo el escritor británico trabaja un montón de ideas muy originales y con mucho poso científico: astrofísica, teoría de la computación, matemáticas,... Evidentemente no tengo el conocimiento suficiente para poder validarlas, pero lo importante es que resultan verosímiles. Otro factor que me ha hecho disfrutar muchísimo de la lectura es tono desesperanzador que impregna la acción. La novela rezuma el profundo pesimismo que se vivía a finales de los 1970s, no en vano data de 1977. Crisis económicas, desastres medioambientales, hambrunas y pobreza, las intrigas habituales de la Guerra Fría, tensiones políticas resultado de la II Guerra Mundial. Watson nos entrega un texto cruel y despiadado en el que el fin justifica los medios. Así comprobamos por ejemplo que los actores del mismo manipulan y utilizan a los demás en su propio beneficio con una indiferencia implacable, y los métodos que emplean carecen de los principios éticos más elementales. El resultado es devastador, la promesa del desastre se cumple al finalizar la acción, dejandote completamente satisfecho pero con un regusto amargo y desagradable. Y ya sabemos cuánto disfruto yo de los finales funestos, sobre todo cuando dejan al ser humano a la altura del betún.
Resumiendo, una verdadera joya; una obra tremendamente inteligente y bien desarrollada. No lo pone fácil al lector, pero la atención que le obliga a prestar se ve recompensada con creces. Además se incluyen comentarios del propio autor para cada novela a modo de epílogo. Una vez terminada me han entrado unas ganas terribles de leer 'Incrustados' en esta nueva traducción, aunque lo más probable es que antes caiga antes 'Orgasmatón'. Os dejo un estupendo artículo de C, el hijo de Cyberdark que comenta el volumen al completo. Aviso que da más pistas del argumento de las que yo he creído conveniene comentar, y su resumen del mismo difiere ligeramente del mía. En cualquier caso es muy recomendable y están tan entusiasmados con la obra de Ian Watson como yo mismo.
Pedro Juan Gutiérrez: Anclado en tierra de nadie
Hace 34 minutos
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