Esta es mi toma de contacto con la narrativa breve de Heinrich Böll, de quien ya he dado cuenta de un buen número de novelas. Algo va a suceder y otros relatos incluye un total de 22 textos escritos entre 1950 y 1970 (no en vano el título original es Erzahlungen, 1950-1970). Se trata de una colección de cuentos bastante irregular en casi todos los sentidos. Por un lado la extensión de los mismos se mueve entre apenas tres páginas y alguno que casi llega a la categoría de novela corta, aunque la media puede estar en torno a las diez. La calidad de los mismos tampoco es uniforme. Los hay que a duras penas se pueden calificar de relato, sino que habría que considerarlos poco más que una anécdota sin gracia estirada lo suficiente para que por número de palabras se pueda hacer pasar por tal. Y por desgracia no son pocos, sobre todo entre los primeros años de su producción. Pero para compensar, entre algunos cuentos que no están del todo mal, hay auténticas maravillas que responden a las características habituales de su obra y que sin duda compensan la lectura de esta antología.
El Nobel de Literatura de 1972 da lo mejor de sí en los relatos bélicos, o mejor dicho, antibelicistas. Ambientados lógicamente en la Alemania de la II Guerra Mundial, los protagonistas de los mismos son por lo general católicos que ponen en tela de juicio los dogmas y las formas de la Iglesia de Roma. Sin embargo la perspectiva de la realidad que les rodea está marcada profundamente por su educación en dicha religión. Son jóvenes muy cultos e instruídos con una visión muy crítica de la contienda. Aunque han entrado a formar parte de la gran maquinaria bélica como opción menos mala (ya sea por inercia, por prolongar la supervivencia en la medida de lo posible, o por miedo a las consecuencias de una deserción), cuestionan sus motivaciones apelando a los mismos sentimientos elevados que usan los jerarcas nazis para justificarla: Patria, Pueblo, Tradición, Historia, etc. De igual manera, se consideran incapaces de alinearse con la resistencia que plantearon comunistas o socialistas, cuyas carencias también son capaces de identificar. Así pues, se sitúan en una tierra de nadie marginados y aislados de todo lo que les rodea. Que es un poco la pose misma del autor, católico que nunca se cansó de censurar esta religión pero que por otro lado siempre cuestionó a los ateos. 'Cuando estalló la guerra', 'Cuando terminó la guerra' y 'Alejamiento de la tropa' son para mi gusto los mejores relatos del lote. Responden a la perfección a lo que uno puede esperar del mejor Böll: una exposición cruda de lo que significa la guerra, con un análisis demoledor de sus miserias pero a la vez, llena de tiernas escenas costumbristas que suavizan el horror en la medida de lo posible.
Por otro lado, desconocía la faceta cómica de este escritor. Ha resultado una sorpresa muy agradable tropezarme con cuentos que manejan un humor absurdo pero terriblemente ingenioso. Más aún porque hasta el momento siempre me había parecido un literato muy serio y súper sesudo. El cuento que abre y titula esta compilación es quizás el mayor exponente de esta habilidad para provocar la risa, aunque 'Alejamiento de la tropa' tiene una gran componente humorística de índole escatológico que hace mucho más llevadero ese drama bélico. Por resumir y como ya he comentado más arriba, una colección de relatos un tanto irregular, aunque no obstante contiene algunas perlas que son Böll en estado puro. Los legos en su obra quedáis avisados, y los fans siempre podremos encontrar cuentos que nos gusten. No hay reseñas de este libro en la blogosfera. Es eso o que yo no he sabido encontrarlas, y he tirado de Google y todo, ¡no digo más! Así que hoy no puedo sugeriros otras opiniones diferentes y no os queda más opción que creeros lo que yo digo (o bien leerlo vosotros mismos, por supuesto).
La mia pandemia
Hace 43 minutos
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