En la cena de celebración de su vigesimo primer cumpleaños, Roy recibe una noticia inesperada: su padre, rector de la iglesia del pueblo, le confiesa que es adoptado y que desconocen quienes son sus padres biológicos pues su esposa y él lo encontraron abandonado. A esta noticia tan perturbadora, se van sucediendo eventos cada vez más inquietantes: poco después el rector muere trágicamente en un accidente durante una exhibición de las fuerzas aéreas en la feria del condado. Su novia Bess, la hija de los taberneros, de quien está locamente enamorado, se está acostando con un arrogante teniente del aeródromo y cuando es descubierta, no muestra signos de arrepentimiento. Hace años que las instalaciones militares dominan el paisaje local, pero ahora, debido a oscuros mandatos gubernamentales van a tomar posesión de las tierras y propiedades del entorno, de manera que todos los lugareños pasarán a ser empleados del mismo. En este estado de las cosas, el protagonista, apoyado por la viuda del rector y deslumbrado por el brillo de la vida militar y el oden que promete poner en su atribulada entrada en la mayoría de edad, decide solicitar en ingreso en el cuerpo aéreo. Allí pronto destacará y se convertirá rápidamente en la mano derecha del máximo responsable de las instalaciones, el vicealmirante del aeródromo.
En la introducción a cargo de Anthony Burgess, el autor de 'La naranja mecánica' nos cuenta que 'El aeródromo' es una alegoría del enfrentamiento entre el fascismo y la democracia. Bien, no seré yo quien le contradiga, aunque sí puntualizaré que la historia narrada por Rex Warner demasiado alegórica no es. Al contrario, está todo muy claro y teniendo en cuenta que fue escrita en 1941, las referencias al nazismo no pueden ser más obvias. De hecho el vicealmirante le cuenta a Roy, cuando ya ejerce como su asistente de confianza, que se está gestando un gran plan que supondrá la eliminación del pueblo insignificante y la instauración de un nuevo tipo de hombre superior. Cómo se logrará no es el objeto del libro, sino que la narración se centra en el conflicto del joven ante lo que considera una amenaza a la libertad del individuo, y su consiguiente rechazo a las promesas del nuevo orden que la fuerza aérea pretende fundar en nombre de la mejora de la raza, bla, bla. Siento parecer un descreído, pero es que viendo que la libertad individual que tenemos es la de elegir ropa nueva y barata todas las temporadas o cambiar de coche cada cuatro años, la cantinela de la "libertad individual" suena muy importante en abstracto, pero una vez traducida a hechos tiene lamentables resultados: desigualdad, consumismo, devastación del medio ambiente, contaminación, agotamiento de recursos naturales, etc.
Volviendo a la novela, hay que advertir que el cuerpo de crítica a los totalitarismos ocupa aproximadamente el tercio final, porque los dos tercios anteriores son más bien un complicado drama de crecimiento personal del protagonista, provocado por una interminable colección de desgracias. Al autor no le bastaba con el enigma de su nacimiento, la muerte de su pardre y la infidelidad de Bess para poner a Roy contra las cuerdas. ¡Qué va!, hay muchas más fatalidades en su vida, tanto antes de entrar en el cuerpo aéreo como una vez sirviendo a la patria. Sorprende que se las tome con tanta sangre fría, cuesta creer que un joven de 21 años sea capaz de tener tanto control sobre sus sentimientos y sea tan racional en cuestiones emocionales. Bueno, al margen de esta pequeña queja por mi parte, tengo que reconocer que como historia está muy bien construida y todo está tan mascado para el lector que yo personalmente lo agradezco, porque los terrenos alegóricos me son bastante resbaladizos. No he encontrado reseñas en la blogosfera pero sí un breve artículo en diario asturiano LNE.
Trilogia de la Terra Fragmentada - N.K. Jemisin
Hace 1 hora
1 comentarios:
No quiero presionar (claro que quiero) pero ¡a ver qué dices de 'Flores para Algernon'!
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