César es un escritor que se gana la vida haciendo traducciones y que lleva una vida secreta de científico loco. Poco después de ganar una fortuna resolviendo el enigma centenario que encerraba el extraño monumento conocido como el Hilo de Macuto, es invitado a un congreso de literatura en la pequeña ciudad de Mérida. Camuflado bajo el aspecto de un inofensivo escritor, en realidad se propone llevar a cabo un plan maestro: clonar a Carlos Fuentes y crear un ejército de intelectuales poderosos para así dominar el mundo. Algo que no le sale exactamente como esperaba.La verdad es que esta novela corta repite la estructura y técnicas que aparecían en Cómo me hice monja, reseñada aquí mismo hace tan solo unos meses. Coincidencia de autor y protagonista. Amor/desamor, madurez/juventud. Imaginación desbordante a la que no se le exige lógica alguna (no linealidad, no causalidad) . Bruscos cambios de tema en el argumento (improvisación, experimentación). Una querencia a la violencia como elemento para resolver los temas.
Sin embargo, en esta ocasión nada de lo que ha escrito César Aira me ha hecho gracia. ¿Será que tengo la serotonina baja por el otoño? En fin, tampoco tengo mucho más que decir. El libro se lee un pispas y no me ha gustado. Yo creo que bastantes letras he conseguido poner juntas para la apatía que me ha provocado. Eso sí, la portada me encanta. Más reseñas en Un libro al día, Librografías y El ojo crítico. No me creo ni una palabra de lo que dice ninguno de ellos, pero ahí las dejo por si tenéis curiosidad.
3 comentarios:
A mí también me dejó completamente frío. Lo he hablado alguna vez con admiradores de Aira. La técnica de psar de una cosa a otra sin ninguna relación a veces da buenos resultados, pero la mayor parte de las veces no. Esta es una de ellas. Aira escribe muy bien y, por suerte, este tipo de novelas son muy cortas. Pero aunque he leído tres novelas del autor absolutamente memorables reconozco que he leído cuatro o cinco tan olvidables que no me atrevo a leer nada más.
@Palimp: Estuve revisando los comentarios de 'Cómo me hice monja' una vez leído este libro, y el tuyo en particular cobró un sentido completamente nuevo en retrospectiva.
Mi progreso fue: Emma, la cautiva. Magnífico. Una novela chia, deslumbrante. Las noches de Flores. Primer encuentro con el estilo despiste. Como me hice monja. Estilo despiste pero bien. La mendinga. Sigue el despiste. El que ahora comentas. Punto y final, no leo más si no vienen bien recomendados.
Pero los dos primeros ¡ay, que belleza!
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