3 abr 2014

Ruido de Fondo - Don DeLillo

Ruido de Fondo es otra de esas novelas extrañas pero fascinantes en las que me cuesta ser consciente de qué narices he leído, pero que sin embargo me dejan una agradabilísimo regusto. La trama, así muy en pocas frases: familia compuesta por una pareja próxima a los 50 con un largo historial de matrimonios y aún más larga progenie engendrada en cualquiera de su relaciones. Viven en una pequeña ciudad universitaria estadounidense de provincias donde papá es profesor de especializado en estudios sobre Hitler y mamá es un ama de casa con multitud de intereses altruistas en su comunidad. Sin saberlo ambos comparten un visceral e incontrolable miedo a la muerte. A raíz de un accidente ferroviario en las proximidades con escape de productos tóxicos a la atmósfera se ven obligados a evacuar sus viviendas, lo que favorecerá que a la larga terminen revelándose mutuamente la existencia de ese temor irracional y se vean forzados a enfrentarlo. En el camino serán convenientemente desveladas un montón de sorpresas (investigaciones farmacéuticas, infidelidades, crímenes varios, etc.) que harán que la trama sea muy entretenida.

A lo largo de toda la narración se percibe una crítica descarada a la sociedad norteamericana contemporánea (y por extensión, occidental): hiperconsumista, crédula, manipulable. La prosa de Don DeLillo es limpia, sin sofisticaciones ni florituras innecesarias. Esta característica va estupendamente para que los personajes se cuestionen la realidad que les ha tocado vivir con un entusiasmo y una precisión envidiable, difícilmente rebatible. Este análisis puede esperarse sin dificultad de Jack y Babette (los protagonistas), o de otros docentes de la universidad. Sin embargo el personaje estrella a la hora de enjuiciar la arbitrariedad de las normas, usos y costumbres sociales e incluso la incertidumbre del mundo físico es Heinrich, el hijo adolescente de Jack. Líder indiscutible del sarcasmo entre todos los personajes, a cuál más ocurrente y más ácido, no le tiembla la voz al lanzar perlas del tipo:
Los animales cometen incesto constantemente. ¿Hasta qué punto puede ser antinatural?
En fin, como he dicho al principio, no puedo afinar más. El desarrollo de esta novela de tintes filosóficos y humor sarcástico transcurre entre críticas y análisis de las relaciones humanasy y prodigiosas revelaciones existenciales, que no por estar hechas desde una cotidianeidad pasmosa son menos certeras. Tenéis mas reseñas en:

  1. El Niño Vampiro lee, que aporta una interpretación de la novela tal, que cualquiera diría que hemos leído libros distintos
  2. El Lamento de Portnoy, donde parece hacer referencia a una tercera novela, que no es la que he leido yo ni la del niño vampiro, sino una de ciencia-ficción de inspiración dickiana. Lo curioso del caso es que en cierta forma lleva razón.
  3. La Tormenta en un Vaso, que coincide en parte con la mía y la del niño vampiro, porque reconozcamos que hay que ser todo un iluminado para detectar a Philip K. Dick entre las líneas.

4 comentarios:

condonumbilical dijo...

Lo tengo comprado, esperándome en la estantería. Dicen que es el mejor de DeLillo. No he leído tu reseña por si acaso. Cuando lo lea me vuelvo a pasar.

Ana Blasfuemia dijo...

Lo había visto, pero la sinopsis no me decía mucho. Mucho mejor ahora después de leerte :) La parte del humor sarcástico y sobre todo la crítica a las relaciones humanas son argumentos más que suficientes para que me lo lleve bien apuntaditos.

Gracias y un saludo

Cities: Moving dijo...

condonumbilical: Como estoy otra vez absorbido por el curro no se me ocurre otra cosa que decir que: We'll be expecting your comments.

Ana Blasfuemia: Yo me tiré a la piscina un poco confiando en la buena prensa y esta vez me ha salido bien.

MenteLectora dijo...

Pues me tiro yo también. Tiene muy buena pinta. Me gusta esa crítica que se puede entrever hacia el consumismo y lo manipulable que es la gente -aunque se centre en EE.UU.-.

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...