Así que Los Propios Dioses te aburrió por convencional y creías que El Bandido iba a ser suficiente para estimular tus lecturas con propuestas narrativas más originales, ¿verdad? ¡Pobre pardillo! ¡No te podías ni imaginar la que se te venía encima con La Exhibición de Atrocidades! ¿No querías caldo? ¡Pues toma dos tazas!
Este libro de mi admirado J. G. Ballard es, por clasificarlo de alguna manera, literatura experimental, así que si no sois fan del británico, mi recomendación más sincera es que os pongáis a otra cosa. Los quince capítulos que lo componen se publicaron independientemente en diferentes medios antes de ser recopilados y agrupados en este volumen (via Wikipedia). Existe una intrincada relación entre todos ellos, tanto en los temas subyacentes como en los personajes, aunque no tengo del todo claro que estos vínculos sean lo suficiente fuertes como para que se pueda concebir como una obra global.
¿Y qué materias se tratan? Pues principalmente violencia, sexo y locura. Violencia desde una perspectiva de descontextualización por los mass media. Publicado el 1970, resulta inevitable que las atrocidades de guerra de Vietnam aparezcan como telón de fondo. Sexo perturbado como expresión del vacío del ser humano, donde los accidentes automovilísticos, en un adelanto de lo que sería su siguiente novela, Crash, actúan bien como catalizadores, bien como objeto fetichista del deseo. Locura como resultado del entorno hostil y alienante en que el individuo está condenado a existir. Los tres elementos se entremezclan en cada capítulo: violencia como detonante del deseo sexual o como terapia de la locura, locura como resultado de la exposición a la violencia, etc. Y todo esto, naturalmente, desarrollado en los habituales y desasosegantes entornos ballardianos de desolación urbana y abandono. Playas solitarias y resorts turísticos, edificios de aparcamientos, terminales de aeropuerto desiertos, viejos autocines en desuso,... Desde un punto visual la narración es muy potente. Los capítulos se componen de fragmentos de un párrafo con títulos impactantes inspirados en los tres temas generales tratados. El propio autor los denominó "novelas condensadas" y consigue marcar un interesante ritmo a base de repetir y alternar ciertas palabras constantemente en cada uno de ellos: cemento/hormigón, geometría, automóvil/coche, etc. Además para dar más fuerza al ideario que se pretende transmitir, hay constantes referencias a mitos populares (Marilyn Monroe, Lee Harvey Oswald, Jackie Kennedy, Brigitte Bardot, Malcom X, etc.) y a la cultura/arte pop: un capitulo titulado El Gran Desnudo Americano, los bizarros documentales de Jacopetti, incluso la doble interpretación exposición/exhibición que se puede dar al título original, The Atrocity Exhibition.
Para finalizar y como ya he adelantado más arriba, si buscáis presentación/nudo/desenlace olvidaos de este libro. Admito que cuesta entrar en la narración porque su carácter vanguardista, incluso artie, pero si no nos resistimos y nos dejamos llevar, conseguiremos zambullirnos sin peligro en el devastado y transgresor universo de Ballard.
Tenéis otras reseñas en el Sitio de Ciencia-ficción, Incredibly Strange Books o Txisko.com: escritos sobre cenizas. Yo personalmente no creo que estemos ante una historia de ciencia-ficción, así que como podéis comprobar, no le he asignado la etiqueta en cuestión.
Y terminó por encantarme también el Onceavo Doctor.
Hace 2 horas
2 comentarios:
Hombre, me encanta cuando alguien escribe una reseña y deja en claro su amor por el autor n turno, lo prefiero, especialmente por que yo tambien adoro a Ballard.
Asi que entre vecinos te veas.
Saludos. Te dejo comment.
@Hugo Hernandez Menanth: Encantado de tenerte por aquí. Un saludo.
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