La escritora norteamericana nos trae historias que transcurren en contextos contemporáneos y desarrollan enfrentamientos en las relaciones personales y familiares. ¿Y a qué nos suelen llevar nuestras personas más cercanas? No obligatoriamente a un infierno, pero la literatura necesita exponer un conflicto, así que nada mejor que aprovechar nuestro entorno más cercano para mostrar cómo la vida se nos torna más difícil por esa necesidad humana de rodearnos de nuestros iguales. Algo que a base de mantenerse en el tiempo no diré que conduce a la amargura, no en todos los casos, pero desde luego sí provoca el abatimiento. Las batallas previas a una ruptura sentimental, la crisis tras un divorcio, la incertidumbre ante nuestras nuevas parejas, las complicaciones de ser una madre soltera, la incomprensión que causan los hijos adolescentes, la desesperación de la vejez o la soledad.
La visión de Moore sobre los problemas que nos preocupan es muy acertada y sus reflexiones son agudas y muy atinadas. Hay también mucho humor en los textos, un humor muy ácido que se explota el lado divertido de la situación los protagonistas para quitarle hierro al drama que se está construyendo en su vida. Los cuentos tienen esa característica típicamente postmodernista que hace que no sean unidades compactas, sino piezas abiertas que no concluyen. En definitiva la realidad no es estanca, se ajusta mucho mejor a la idea de continuo temporal del cual la autora nos muestran solo un trozo. En ese sentido me han recordado a los de Joy Williams, pero con una chispa agridulce que los hace mucho más llevaderos. Su prosa es muy elaborada, se nota a la legua que ha trabajado sus textos con minuciosidad para lograr que sean fácilmente entendibles. Esto nos queda bien claro cuando nos topamos con alguna de sus abundantes frases complejas: a pesar de su extensión, las oraciones de relativo incrustadas o las enumeraciones que incluye, el mensaje y la intención se captan y asimilan sin dificultad alguna. Por comentar algún punto en contra tengo que admitir que cuando se pone ocurrente, en muchas ocasiones se vuelve demasiado resabiada. Muchas de esas salidas ingeniosas que aparecen para romper el tono pesaroso general pecan de artificiosas. Pero vamos, que como queja es bastante inconsistente, así que os animo a leerlos. Y como son solo ocho y la reseña me ha quedado moderadamente escueta, os dejo a continuación los títulos de los cuentos.
- Muda
- El enebro
- Pérdidas de papel
- Enemigos
- Alas
- Referencial
- Sujeto a registro
- Gracias por la compañía
2 comentarios:
Lo leí por recomendación de un escritor con el que suelo coincidir en gustos. Fue una decepción. Me pareció realmente un libro muy flojo: los relatos no me conmovieron y tampoco me divirtieron. En un país que ha dado escritores de relatos tan geniales como Cheever o Carver no entiendo la fama de Moore.
Saludos
@Gabriel Diz: En fin, para gustos los colores. Aunque yo no sabía que esta escritora era tan conocida ni tenía tanta fama. Gracias por pasarte por aquí.
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