Casi un año depués de leer el
primer tomo, le toca hoy el turno al tercer volumen de
Mapas en el espejo, que recopila toda la narrativa breve de
Orson Scott Card hasta 1990. El título
Mapas en un espejo. Fábulas y fantasías nos da una pista clara acerca de la temática de los diez cuentos que incluye. Efectivamente la gran mayoría son fábulas de fantasía en el sentido más clásico de magia, espadas y dragones. Hay dos que sin embargo se pueden clasificar sin problema de ciencia-ficción. Uno de ellos encaja muy bien el tono general del volumen, a pesar de ser claramente distópico y estar ambientado en una sociedad evolucionada de manera perversa. El segundo y último de la compilación, rompe completamente la línea general y por mucho que el autor se empeñe en defender su inclusión en este tomo en la apostilla final, en mi opinión tanto interés solo viene a demostrar que su aparición aquí es claramente cuestionable. Os dejo a continuación los títulos junto con una somera calificación el género.
- Sonata sin acompañamiento / Scifi distópica
- Un largo viaje para matar a Richard Nixon / Fantasía - trama contemporánea
- La salamandra de porcelana / Fantasía - tradición clásica europea
- Mujer media / Fantasía - tradición clásica europea
- El bruto y la bestia / Fantasía - tradición clásica europea
- La princesa y el oso / Fantasía - tradición clásica europea
- La magia de la arena / Fantasía - tradición clásica Oriente Medio
- El mejor día / Fantasía - tradición clásica europea
- Plaga de mariposas / Fantasía - tradición clásica Oriente Medio
- Los monos creían que todo era jolgorio / Scifi
Los relatos recogen toda la tradición de cuentos clásicos tanto europeos como de Oriente Medio siguiendo la estela de
'Las mil y una noches'. El planteamiento y desarrollo de los mismos se basa en un enfrentamiento maniqueo entre la bondad y la maldad, que evidentemente funciona a la perfección en este género. Princesas bellísimas y de corazón noble por un lado, príncipes codiciosos y crueles por otro. Gigantes bonachones y generosos que solo reciben burlas como pago a su altruismo. Padres viudos que se desviven por una hija que padece las graves consecuencias de un acto irreflexivo de su progenitor. Niños a quienes unos guerreros despiadados dejan huérfanos y se ven obligados a vagabundear buscando venganza. Para tranquilidad de todos, la lección moral final se puede considerar de validez universal y no está mancillada ideológicamente por las creencias religiosas reaccionarias de
Card. De hecho las moralejas tienen un cierto poso budista en tanto en cuanto intentan hacernos ver la importancia de apreciar la vida tal cual es, con sus alegrías y sus desdichas, y que nos esforcemos siempre por buscar el amor y el perdón en contraposición al odio y el rencor.
No voy a negar que las historias me han sorprendido muy gratamente a pesar de que casi ninguna es el colmo de la originalidad y el desarrollo es bastante predecible. Pero a ver, que son cuentos que en su mayoría se podrían leer a los niños sin problema, basta tener en cuenta la intención para disfrutar de ellos. De hecho algunos me han emocionado bastante porque reflejan muy bien la basura a que se ve sometido a diario el ser humano por parte de sus congéneres y aun así, los profundos deseos de amor y aceptación que laten en nuestros corazones. La verdad es que el autor se podía aplicar las enseñanzas de sus escritos a sí mismo y
dejar de ir pidiendo el recorte de libertades para los que no pensamos como él ni compartimos su credo religioso. Tenéis otras reseñas de este tomo en
El cubil del Cíclope y
La hora falsa. Los dos describen el argumento de todos los cuentos, el primero de manera muy extensa y el segundo mucho más brevemente.
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