He tenido la mala suerte de leer La Señora Dalloway justo después de Viaje al Fin de la Noche. A pesar de que se trata de una novela que tiene muchos puntos destacables, el tono general de la misma, con todos esos sentimientos de chichinabo que de por sí me aburren soberanamente, me ha resultado total y absolutamente intrascendente en comparación con la inmediatez, descaro y rabiosa ferocidad de la novela de Céline, que tan fresca tengo.
Ya he dicho más de una vez que la glorificación gratuita de los sentimientos, así porque sí, porque lo lírico es maravilloso y nos hace verdaderamente humanos y qué bonita es la sensibilidad y el amor y la amistad etc. etc. etc., pues no es lo mio. No me va, no, que no me dice nada. Punto. Y lamentablemente para mí estamos ante una novela que no hace otra cosa que circunnavegar en torno a todos estos temas que tanto rechazo me provocan, ¡argh!. Aunque he dado cuenta de ella en un par de sentadas, tengo que admitir que Virginia Woolf me ha hecho sufrir de lo lindo con todas esas descripciones interminables que se anidan en tantos niveles que dejas de saber de qué estaba hablando. Por no hablar de las constantes menciones a las nubes, las rosas y las hortalizas (y mira que a mí, que solo me alimento de productos de origen vegetal, las hortalizas me encantan). ¡Qué cansina! Si el libro llega a tener 10, sólo 10 páginas más, lo dejo antes de terminar.
Sin embargo, también es verdad que dejando de lado tanta tontuna sentimentaloide, toca temas muy interesantes (auge del feminismo y derechos de la mujer a principios del S. XX, homo/bisexualidad, depresión y enfermedad mental), y sobre todo a nivel narrativo me ha sorprendido por su originalidad. La acción transcurre en Londres en un solo día, aunque está plagada de flashbacks para dotar de fondo a la historia. Al empezar toma la voz la Señora Dalloway, una mujer de 52 años perteneciente a lo mejor de la sociedad londinense que va a dar una fiesta en su casa esa misma noche, y a partir de ella, la autora -muy hábilmente todo hay que decirlo-, va cediendo la palabra y enlazando personaje tras personaje de una manera aparentemente casual, tomando siempre un detalle nimio para hacer de nexo entre ellos. De esa forma va cediendo la palabra al siguiente al vincularlo con un elemento cualquiera de áquel a quien se la quita. Lo cierto es que de esta manera teje una trama bastante elaborada, donde al final, todos están relacionados de una forma muy inteligente y sutil. En cierto sentido, me ha parecido muy moderna, muy visual y cinematográfica. Lástima que me traigan completamente sin cuidado los problemas de la clase alta británica de los años de entreguerras.
Para finalizar, un breve comentario sobre la edición que he leído, publicada por Losada. Por un lado está bastante bien de precio (casi 4 euros menos que la de Lumen), pero por otro la traducción tiene giros y dialectalismos típicos del español de Argentina, cosas como 'pilotear', que ya sabemos todos que quiere decir 'manejar un carro' y se entiende sin problemas, pero por lo menos en mi caso, estas diferencias consiguen que desvíe la atención del texto. Podéis echar un vistazo a otras reseñas en Encuentros de Lecturas, Un Libro al Día y Tras la Lluvia, Literatura. No en todos los casos sale bien parada.
Pedro Juan Gutiérrez: Anclado en tierra de nadie
Hace 4 horas
4 comentarios:
Era de lectura obligatoria en la carrera y recuerdo que me costó muchísimo hincarle el diente. Me leía una página y ya estaba empalagado; lo dejaba. Pero un día de sol (no sé por qué, pero me concentro mucho mejor los días de sol) lo cogí con decisión, leí la primera página, pasé a la segunda, seguí leyendo y conseguí romper la maldición. Hasta le encontré el punto.
@el convincente gon: Bueno tienes razón, a mi tb. me ha pasado con algunos libros que ha sido empezar a leerlos y tener que dejarlos porque no había manera. Te estoy hablando de maravillas como 'El Retrato de Dorian Gray' o 'Memorias de Adriano'. A pesar de ese rechazo en el primer intento, meses/años más tarde he insistido y he disfrutado de ellos como nadie. Creo que gran parte de la culpa de mi mala experiencia con 'La Señora Dalloway' viene de haberlo leído después de esa maravilla de Céline. En fin, so ist das Leben.
No es la mejor obra de la Wolf, de la que soy rendido admirador. Recomiendo 'Al faro' o 'Las olas'.
@Palimp: Pues estuve a punto de comprar tb. 'Al Faro' pero en un momento de lucidez pensé que mejor probar primero con 'La Señora Dalloway', que por otro lado era más barato. A pesar de todo lo que digo en el post, estoy seguro de que lo intentaré de nuevo con alguna de las dos que comentas.
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