Casi 100 años han tenido que pasar para que los relatos de terror de Stefan Grabinski puedan leerse en castellano. Ha sido la editorial Valdemar la encargada de publicar este volumen, que incluye en primer lugar los nueve cuentos que integran su libro más conocido ('El demonio del movimiento', de 1919), y en un segundo bloque una selección de ocho piezas de narrativa breve extraida de diferentes obras suyas (sin duda esos 'otros relatos de la zona oscura' con que se subtitula la antología; podéis ver lista completa en la ficha de la Tercera fundación).
Todos los textos de la primera parte están ambientados en el ferrocarril, que además de proporcionar un medio de transporte rápido, fiable y accesible a todas las economías, permitió al autor polaco crear un universo fantástico donde maquinistas, revisores y viajeros coexisten con posesiones, espíritus, habilidades sobrenaturales y entidades interdimensionales. La segunda parte mezcla temáticas variadas que tocan el terror psicológico, el gótico-romántico, e incluso alguno de inspiración lovecrafiana.
Los cuentos son entretenidos aunque bastante predecibles en la mayoría de los casos. El desarrollo es muy lineal y convencional, lo cual a priori no tiene por qué ser un problema, todo lo contrario. Por desgracia más de uno y más de dos falla en el desenlace. Con el ánimo de finalizar la historia con un quiebro (supuestamente) inesperado, lo que consigue más bien es interrumpir abruptamente el hilo argumental, dejando regusto a poco pulido. También tengo que reconocer que en la segunda parte hay un par de relatos, tres quizás, que coquetean con la locura y los trastornos psicológicos. Insinuando que quizás la percepción y el raciocinio de los protagonistas se ven alterados por alguna enfermedad mental, Grabinski compone unos relatos muy angustiosos y con un tratamiento muy moderno del terror psicológico. En éstos, la fractura de la realidad tiene efectos más espeluznantes que cualquier demonio del inframundo: las obsesiones, las paranoias o quién sabe si la esquizofrenia de los personajes les harán experimentar unas situaciones terroríficas que nunca llegaremos a saber sin son reales o solo el producto de una mente perturbada. Como bien apunta Jesús Palacios en el prólogo, se pueden considerar precursores o influencias claras de películas como Repulsión (1965) o El quimérico inquilino (1976) de su compatriota Roman Polanski. Aunque solo sea por estos 2-3 cuentos en particular, el libro ya merece la pena. Echad un vistazo a Fantífica si queréis conocer otros puntos de vista sobre El demonio del movimiento y otros relatos de la zona oscura.
Romola
Hace 1 hora
4 comentarios:
Me gustaron muchísimo las dos películas de Polanski que comentas. Últimamente me apetece algo de terror gótico, así que miraré si lo tienen en mi biblioteca. La edición es reciente, ¿no?
@Lucas Despadas: Pues sí, está calentito, la edición es de 2017. Espero que tengas suerte con la biblioteca, yo ultimamente todo lo que son novedades las pillo tb. en una biblioteca pública de la Comunidad de Madrid que tengo cerca de casa y que tiene un catálogo surtidísimo.
Yo estoy viviendo ahora en Granada y hay bibliotecas buenas, aunque no están siempre todas las novedades. No obstante, este tipo de rescate de autores olvidadísimos es algo que siempre me ha atraído bastante. Voy a mirar y si no está intentaré pedirlo para la próxima remesa por si hay suerte y lo traen.
Casi cuatro años después, al fin, pude leerlo y coincido plenamente contigo. Hay cuatro o hasta cinco relatos buenos e, incluso, dos o tres muy buenos, pero el resto no aporta demasiado. Aún así, merece la pena.
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