Con La Corrupción de un Ángel finaliza la tetralogía 'El Mar de la Fertilidad' del ínclito Yukio Mishima. La trama se retoma a principios de los 1970s. Shigekuni Honda está próximo a los 80 años, se ha quedado viudo y en su vejez ha establecido una íntima relación de amistad con Keiko Hisamatsu, a quién conocimos en el volumen anterior. Pasan gran parte de su vida juntos, se hacen compañía, comparten su soledad y los problemas propios de la ancianidad. Un día mientras pasean por la costa se topan con un joven huérfano de 16 años que comparte una peculiar característica física con el que fuera su gran amigo de juventud, Kiyoaki Matsugae. Así pues, el concepto de reencarnación sigue rigiendo en la última entrega de la serie. Tras Isao Iinuma en la segunda parte y la princesa Ying Chan en la tercera, es Toru Yasunaga quien parece portar el alma de su amigo íntimo. El juez retirado decide adoptar al joven, quien tendrá acceso a una buenísma educación y posición (no en vano, Honda ha conseguido amasar una gran fortuna). Sin embargo a pesar de su contención e inteligencia, Toru es un personaje perverso y maquiavélico que no dudará en ocultar sus verdaderas intenciones hasta llegar a la mayoría de edad.
Esta novela constituye un cierre de la serie a la altura de lo que Mishima me tenía acostumbrado. Tras una tercera parte algo más endeble, el autor japonés vuelve a componer una novela extraordinaria. Quizás en ésta el lirismo que le es habitual no sea tan destacable. Hay largas descripciones cuya precisión y preciosidad son marca de la casa, pero me queda la impresión de que en esta entrega prima un lenguaje más desapasionado y objetivo, cuya intención es exponer con claridad y objetividad muchas ideas de índole filosófico. A destacar las implicaciones de la vejez, que abarcan desde un mayor conocimiento, comprensión y aceptación del mundo, hasta por supuesto el dolor, la decrepitud física y la enfermedad. Se contraponen a la juventud, con la vitalidad, ingenuidad y también estupidez que le son propias. Pero es en los 5 capítulos finales donde la narración se vuelve sensacional. De pronto, la visión budista de la existencia humana, cuyas diferentes escuelas con tanto ahínco nos mostró en la tercera parte, da sentido a toda la serie y se emplea para moldear uno de los finales más maravillosos que he tenido ocasión de leer. Tenéis más reseñas en Ordenar la Biblioteca y Literatura + 1.
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