Tenía muchas ganas de leer algo de Stefan Zweig. Mi impresión es que he acertado de pleno al abordarle precisamente con Ardiente Secreto, porque me ha parecido un relato maravilloso, tanto en el fondo como en la forma. Cuento o novela corta, son ciento poco páginas que se leen en un ratito y que consiguen capturar el interés y la atención del lector prácticamente desde la primera frase.
Se trata de una sencilla historia de seducción: tenemos un exclusivo resort turístico en la ciudad austriaca de Semmering a principios del siglo XX, un noble urbanita conquistador nato deseoso de acción y una madre de muy bien ver algo aburrida de su vida burguesa y un poco desatendida de su siempre ocupado esposo. Ella también está pasando unos días de vacaciones en este hotel aunque a solas con su hijo de 12 años, recién recuperado de una enfermedad grave. La narración sigue principalmente el punto de vista del pequeño, quien se enfrenta por primera vez en su vida y con total desamparo a las artimañas y mentiras del mundo adulto. El choque brutal entre la candidez infantil y la picardía de los mayores provocada por la lujuria está planteado sin compasión alguna. El autor consigue describir de manera excelente los deseos e inquietudes de los tres personajes, de forma que resulta imposible no experimentar sentimientos encontrados: por un lado nos rendimos al dolor del pequeño, que se ve ultrajado sin saber el motivo, pero por otro queremos experimentar la excitación de ver que la aventura sexual culmina.
En fin, no cuento más para no destripar la historia. Lo recomiendo a todo aquel que quiera pasar un par de horas emocionantes. Por lo que he podido curiosear, toda la blogosfera lo recomienda. Echad un vistazo si queréis al Lector Ileso o De Libros y Diretes.
Pedro Juan Gutiérrez: Anclado en tierra de nadie
Hace 20 minutos
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