Yo ya no sé que pensar, lo digo totalmente en serio. De los 18 relatos que incluye
Fantasmas de lo Nuevo de
Ray Bradbury, sólo me han gustado 4. Después de la gran decepción que me supuso
El Signo del Gato, a la que tengo que añadir la del libro que hoy comento, estoy en un momento en que no sé si reconsiderar mi opinión sobre
Fahrenheit 451 y
Crónicas Marcianas, dos libros que siempre he tenido entre mis favoritos. Desde luego ahora mismo no se me ocurriría releerlos por nada del mundo, no vaya a ser que con la perspectiva de los años me defrauden.
Los cuatro afortunados de esta compilación son:
- 'Las Mujeres', una oscura fantasía sobre una sirena que se encapricha de un hombre y se acerca a seducirle a la playa donde él está pasando la tarde con su esposa/pareja.
- 'El motel de la Gallina Inspirada', un relato muy amargo sobre la Gran Depresión y un retrato implacable de la familia.
- 'Llamada Nocturna', donde el autor retoma Marte como escenario de un triste cuento de soledad, abandono, vejez y locura. Un relato al nivel de lo que recuerdo de Crónicas Marcianas.
- 'Canto el Cuerpo Eléctrico', una emotiva historia de robots/androides donde se pone de manifiesto la delgada línea que los puede llegar a separar del ser humano.
El resto, bueno, el resto me ha parecido tan ñoño y sentimentaloide que no pienso perder el tiempo ni en copiar los títulos. Muchos niños en proceso de crecimiento y aprendizaje de "las cosas de la vida", mucho adulto rememorando momentos de gran carga emocional de la mano de sus padres (es decir, el progenitor de sexo masculino, cuidado que la aclaración no es superficial) o bien reflexionando sobre su vida y el pasado, y qué bonito es ser escritor, o la belleza de esto o aquello, patatín, patatán. En definitiva,
Bradbury tira de recursos facilones para tocar la fibra sensible del lector. Y que conste que no están mal escritos, es solo que
la cursilería a mi no me va. Por eso los relatos que he salvado de la quema son, precisamente, los que destilan cierta crudeza. Por cierto, como ya pasara en
El Signo del Gato, esta compilación también se cierra con un absurdo e intragable relato-poema titulado
'Cristo-Apolo' que mezcla cristianismo y exploración espacial y que yo, para no romper la costumbre, tampoco me he molestado en leer.
Tenéis otras reseñas de esta recopilación de cuentos en
El Mundo de Yarhel, donde se comentan todos los relatos, y en
Derrelictos. En ambos casos sus opiniones son mucho más benévolas que las mías.
2 comentarios:
Leí mucho de Bradbury y me harté. Me cansé, como bien dices, de tanta cursilería y tanto tiempo pasado que fue mejor. Y eso que era joven e inexperto.
@Palimp: Pues yo me he hartado con bastante menos, así que no insisto: Bradbury queda aplazado sine díe.
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