7 feb 2011

Meridiano de Sangre - Cormac McCarthy

Menudo coñazo ha resultado ser Meridiano de Sangre. Eso sí, ha sido diferente a los dos últimos libroñazos que me ha tocado sufrir. No ha sido tan insoportable como para tener que dejar de leerlo, como me pasó con Pensad en Flebas, pero ha llegado a un nivel de absurdo y pesadez comparable al de Imajica-El Quinto Dominio, aunque cierto es que la sensación de tedio me la ha provocado desde una aproximación completamente diferente a este último. Parafraseando a Leon Tolstoi: todos los libros buenos se parecen, los malos lo son cada uno a su manera.

Empecemos por la trama. Nos encontramos a mediados del S.XIX en los territorios fronterizos entre EEUU y México y ante una historia que es, detalles aparte, una hipérbole de El Grupo Salvaje de Sam Peckinpah. En principio esto no parece mala referencia, sin embargo la inmediatez de lo visual se pierde al trasladar al lenguaje escrito las fechorías de un grupo de bandoleros y tenemos todo el rato lo mismo: forajidos, desierto, violencia, desierto, apaches masacrados, desierto, mexicanos masacrados, desierto, miserias humanas, desierto, masacres, montañas, huídas, montañas, masacres, montañas, traiciones, montañas, maldad, desierto, forajidos mascrados, desierto. Así un capítulo, y otro, y otro, hasta llegar al final. Claro, que igual el motivo de que se pierda el impacto visual de la película de Peckimpah lo tiene el peculiar estilo narrativo del autor: petulante, cansino, lento, gongorino, retorcido, repetitivo. ¿Como no va a ser repetitivo, si capítulo tras capítulo se cuenta prácticamente lo mismo pero cambiando levemente el decorado y unos pocos actores? Es difícil terminar una página y no encontrar una parrafada del siguiente calibre:

Desplegados por aquella llanura avanzaban en constante elisión, agentes tonsurados de lo real repartiéndose el mundo que encontraban a su paso, dejando lo que había sido y ya no volvería a ser extinguido por igual a sus espaldas. Jinetes espectrales, pálidos de polvo, anónimos bajo el calor almenado. Por encima de todo parecían ir totalmente a la ventura, primordiales, efímeros, desprovistos de todo orden. Seres surgidos de la roca absoluta y abocados al anonimato y alojados en sus propios espejismos para errar famélicos y condenados y mudos como las gorgonas por los yermos brutales de Gondwanalandia en una época anterior a la nomenclatura cuando cada uno era el todo. (Cáp. XIII, pág. 183)

Lo siento pero no lo veo, ¿qué pretende conseguir Cormac McCarthy con semejante nivel de rebuscamiento? Por no hablar de las peregrinas descripciones del paisaje, colmadas de sobreabundantes e innecesarios detalles geológicos o botánicos:

Al despuntar el día escalaron entre esquistos y roca volcánica bajo la pared de un pliegue monoclinal cuyas torretas se erguían como profetas de basalto y a la vera del camino vieron pequeñas cruces de madera apuntaladas en montones de piedra donde algún viajero había encontrado la muerte. (Cap. V, pág. 71-72)

Nunca sabré cual ha sido la intención al abrumarnos con este nivel de erudición, pero desde luego en mi caso ha conseguido que lea pasando muy por encima y haciendo un esfuerzo nulo por asimilar nada lo escrito. Da la casualidad de que acabo de empezar a leer Ficciones de Borges, en cuyo prólogo el argentino expresa a la perfección la sensación que me ha quedado al terminar:

Desvarío laborioso y empobrecedor el de componer vastos libros; el de explayar en quinientas páginas una idea cuya perfecta exposición oral cabe en pocos minutos.

Las pocas reseñas que he tenido la paciencia de leer hacen lo posible por ponerse a mismo nivel de afectación de la novela: Literatura en los talones, Proscritos, El ojo en la paja o Videodrome.

6 comentarios:

Francisco Guillermo dijo...

“todos los libros buenos se parecen, los malos lo son cada uno a su manera.” Jajaja, frase buenísima.
Por otro lado, sólo he leído de Cormac “No es país para Viejos”, y a mi parecer la forma de escribir del autor me resultó algo extraña, ya que todo es narrado en enunciados cortos, ya que no utilizó comas, todo era punto y seguido. Pero bueno, no por eso me dejó de gustar la novela, no fue nada del otro mundo, y por eso comente en mi blog que era la primera vez que a mi parecer la película era mejor que el libro; más el libro tiene lo suyo y me agrado. Por otra parte el autor ya no me cayo bien cuando hizo comentarios acerca de que existe muy poca literatura, ya que según él si no se habla de un tema de vida o muerte no se debe considerar literatura, y creo hacía referencia a varios autores conocidos. Pero bueno cada persona tiene sus ideas.

¿Has leído el libro de “El Hombre que Fue Jueves”? Estoy considerando seriamente volver a leerlo, porque me gusto mucho cuando lo leí y ya no recuerdo bien si entendí o no el final.

Saludos!!!

Cities: Moving dijo...

La Carretera no me pareció nada malo, de hecho por eso me animé a leer este otro, que aparentemente es su mejor novela. Creo que de momento he roto con McCarthy.

No conocía El Hombre que Fue Jueves, acabo de buscar referencias en la red y no pinta mal. Apuntado queda, ¡gracias por la pista!

muftillo dijo...

“Nunca sabré cual ha sido la intención al abrumarnos con este nivel de erudición, pero desde luego en mi caso ha conseguido que lea pasando muy por encima y haciendo un esfuerzo nulo por asimilar nada lo escrito.“

Muy cierto, no has asimilado nada de lo escrito.

Di que no te has enterado de lo que has leído y nos ahorras leerte el ladrillo.

Cities: Moving dijo...

@muftillo: Creo que deberías respirar profundamente 300 veces antes de hacer comentarios tan condescendientes y tan vacíos. Como hoy me he levantado con espíritu conciliador, te invito a releer el post, porque creo que dejo bastante claro los motivos por que no me ha gustado el libro. Dichos motivos son, como todo lo que escribo en este blog, estrictamente personales y relativos, porque lo absoluto, para tu información, no existe. Por supuesto que se puede estar de acuerdo o no con ellos, que según veo en tu caso, es más bien no. Todo esto es para que te quede claro que me importa muy poco lo que el resto del mundo piense de este libro y del autor, a ver si es que ahora no se va a poder tener opinión propia. Pero si vienes a rebatir una opinión y pretendes que se te tome en serio, al menos esfuerzate en dar argumentos, aunque por muy buenos que sean, a mí el libro me seguirá pareciendo una pérdida de tiempo, poco más o menos como lo que estoy haciendo contestando a tu ¿comentario?

muftillo dijo...

Segundo ladrillo.

Cities: Moving dijo...

@muftillo: Bueno, aunque en expresión verbal andas bastante limitado por lo menos contar sabes. En cualquier caso gracias por seguirme, sin duda tus ingeniosas aportaciones enriquecen este blog.

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