A través de una entrevista que le hizo
Kiko Amat en
El Periódico, me entero de que
Claire Vaye Watkins empezó a escribir los relatos cortos que se incluyen en
Nevada con veintidós años. Si lo llego a saber, no me acerco ni a cinco kilómetros. Ya me enfrentaba al libro cargado de prejuicios porque este volumen se publicó en 2012, cuando ella se acercaba a los treinta (nació en 1984). Pensaba que sin duda iba a ser otro
hype más, como tantos y tantos nos venden los medios culturales. Otra autora joven que no nos debemos perder. Y poco importan los premios en EEUU, que los tiene. La mayoría de las veces eso no quiere decir nada. Total que preveía un bluf de la siguiente promesa menor de treinta que viene a romper el aburrido panorama literario con un volumen que ha cosechado elogios de autores consagrados bla, bla, bla. ¡A mí me la van a dar, ja! Pues nada de eso, otra gran pifia que acumular a mi largo historial. Por suerte para mí, no podía estar más equivocado. Porque los diez cuentos que incluye son diez piezas breves de realismo crudo que a pesar de insuflar un desánimo devastador en el lector, refleja a la perfección la realidad más oscura del sueño americano, ése que ni es feliz ni termina bien. Os dejo los títulos a continuación:
- Fantasmas, cowboys
- Lo que menos falta nos hace
- Rondine al nido
- Pasado perfecto, pasado continuo, pasado simple
- Ojalá estuvieras aquí
- Carabela portuguesa
- La archivista
- Las excavaciones
- Virginia City
- Graceland
La prosa de
Watkins es impecable, certera y se reduce a lo esencial. Cero florituras, cero afectación, cero postureo narrativo. Las frases y palabras que elige son siempre necesarias y cruciales para la comprensión de la historia y no una simple exhibición de erudición y dominio de técnicas literarias, algo que por desgracia suele ser habitual en los escritores jóvenes y/o primerizos. ¡Y qué decir de los personajes! Una galería maravillosa que abarca todo el rango imaginable de gente abocada al fracaso, personas a quienes la vida les ha dado pocas o ninguna opción para alcanzar la felicidad. Casi no creen en sí mismas, mucho menos en los demás. Matrimonios jóvenes o mujeres solteras que de pronto se enfrentan a un bebé; relaciones paterno-filiales difíciles (un filón eterno para la buena literatura); ancianos que viven en soledad; adolescentes violadas por familiares; mineros en plena fiebre del oro sin expectativas de éxito en su empresa; prostitutas que se aprovechan de turistas jóvenes e ingenuos. Y además está ese otro personaje silente, pero severo, inclemente: Nevada. Casi todos los cuentos transcurren en diferentes localizaciones de dicho estado: el desierto de Black Rock, Las Vegas, Virginia City, Reno. Podríamos decir que sus características geomorfológicas o socioeconómicas moldean a los protagonistas.
Resumiendo, el libro es una auténtica maravilla y prueba palpable del gran talento de esta escritora. No voy a negar que he quedado impactado por la madurez que reflejan sus textos. No sé si tendrá algo que ver, pero quizás el hecho de ser hija de uno de los miembros de la
Familia Manson puede haber influido en esa manera tan aguda y descarnada de ver la realidad. Un acontecimiento de ese calibre no puede dejarte indiferente una vez que lo procesas. Tiene que tener algún tipo de efecto. Y si esto es lo primero que ha escrito, ¿qué no nos puede deparar en el futuro?
3 comentarios:
Apuntado queda.
Anda la osa!! Espero que en el futuro siga mejorando, se agarra para este mes, muchas gracias :)
@Palimp & Scabbers: Espero que os guste. La verdad es que no me puedo quejar porque en lo que va de año estoy teniendo bastante suerte con las lecturas. Ojalá sigan así de bien. Gracias por pasaros y comentar.
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