Un hombre espera en su casa junto al mar a una antigua amante, con quien tiene asuntos sentimentales pendientes de resolver. Es de noche y hay tormenta, así que cuando llaman a la puerta abre rápidamente esperando que sea ella. Sin embargo es una mujer joven y muy atractiva que dice llamarse Amparo Dávila y ser una gran escritora. O haberlo sido en el pasado. Un rato después aparece por fin su antigua amante, febril y a punto de desmayarse. La instalan en un dormitorio, donde será cuidada por Amparo mientras el hombre se marcha al hospital para enfermos terminales en donde ejerce de médico. Las dos mujeres empezarán a tomar posesión de su hogar ignorando su presencia, con lo cual se verá forzado a confrontar a la extraña para saber qué ha venido a hacer allí.
La cresta de Ilión es una extraña pero fascinante novela de misterio. Misterio que abarca todos y cada uno de los aspectos de misma: trama, personajes, transfodo, desenlace. Todos y cada uno de ellos se perfilan de manera ambigua, incierta, inespecífica. Las refencias contextuales al espacio y el tiempo en que transcurre la acción son reconocibles pero completamente genéricas, no ancladas a ninguna geografía existente ni momento histórico real. Sabemos que el gobierno que rige la sociedad tiene tintes totalitarios por los controles militares en las ciudades y las patrullas en las carreteras. Esa misma rigidez y control se percibe en la dirección de hospital Granja del Buen Descanso. Por otro lado el invierno, que ya dura demasiado, el frío y la lluvia nos agotan e incomodan. La soledad de las viviendas junto al mar y el aislamiento del sanatorio nos angustian. No cabe duda de que Cristina Rivera Garza ha sabido crear una historia con la que envolver al lector y atraparle, por más que no lleguemos a saber con certeza cuáles son las razones que guían el desarrollo de la misma. Se perciben unas frangancias kafkianas que nos hacen intuir la existencia de un orden superior que por desgracia no vamos a poder reconocer. Quizás más que desgracia es una suerte, porque desde luego a mí me ha resultado tremendamente atractivo.
Puestos a buscar significados, ya que se nos revela muy poco o nada de la intención del libro, he querido percibir cierto cuestionamiento de la identidad que creamos de nosotros mismos en base a nuestros recuerdos y nuestro pasado. Hay algo de eso en la elección de la escritora Amparo Dávila como personaje y también en sus motivaciones. Pero esto es un poco hablar por hablar porque en mi opinión no hay necesidad de darle vueltas, ni se obtiene ningún beneficio extra en descubrir intenciones. El texto se disfruta a la perfección como una obra de misterio, intriga y terror psicológico. Y ello se debe a la portentosa imaginación de la autora y a su prosa impecable, sin un frase de más ni de menos. A destacar el español tan neutro con que está escrito, algo que sin duda ayuda a que la novela no sea fácil de situar en unas coordenadas espaciales. En definitiva una sorpresa extraordinaria que me ha dejado bastante desubicado pero como me pasa con el arte abstracto, he disfrutado por las sensaciones que evoca, más que por lo que objetivamente pueda significar.
Pedro Juan Gutiérrez: Anclado en tierra de nadie
Hace 3 horas
4 comentarios:
Tomo nota, me llama
@Aurelio: Un novela algo inclasificable pero que sin duda he disfrutado. Espero que sea tb. tu caso cuando te animes a leerla. Gracias por pasarte y comentar.
la pelotita, para que te encante esto debe ser oro, anotado y comprado de verdad, nada de decir "lo leeré" y pasan 6 años. Muchas gracias por la reseña
@Scabbers: Espero que sea dinero bien invertido y lo disfrutes, ¡qué gran responsabilidad cargo a mis espaldas! ;) Como siempre gracias a ti por pasarte y comentar.
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