28 ene 2021

El buen soldado - Ford Madox Ford

Mediados de la década de los 1900s. John y Florence Dowell son una acaudalada pareja norteamericana que está pasando el verano en el balneario de Nauheim, Alemania. En este paraje tan exclusivo, donde Florence recibe tratamiento a sus problemas de corazón, conocen a Edward y Leonora Ashburnham, un matrimonio inglés que también está en esas termas para tratar las cardiopatías de Edward. Entre ellos surge una gran amistad desde el primer momento y será John quien nos narre en primera persona cómo evoluciona la misma durante aproximadamente diez años.

Según el propio Ford Madox Ford, El buen soldado es su mejor obra. También ha aparecido muy arriba en varias listas de lo mejor de la literatura británica y en lengua inglesa publicadas por aquí y por allí. Sin conocer ni el resto de títulos de este autor, ni por supuesto el resto de seleccionados en ninguna de las listas mencionadas, he de admitir en cualquier caso que me ha parecido una novela maravillosa a todos los niveles. Para empezar nos narra una historia de relaciones humanas que resulta totalmente verosímil, donde se exponen miserias, engaños, pasiones y emociones sin tapujos y con una credibilidad incuestionable. Pero por si esto no fuera suficiente, a nivel formal cuenta con varias características que hacen que la lectura sea tremendamente adictiva.

John Dowell nos relata el progreso de la amistad y las relaciones entre las dos parejas de forma fragmentaria. Para ello recurre a flashbacks que saltan de uno a otro momento en el tiempo según lo va necesitando y según le condicionan los detalles que nos va revelando. Bascula además sobre algunos instantes concretos en los que se producen hechos de mucha importancia, algo que nos permite contar con unos puntos de apoyo sobre los cuales construir nuestro esquema mental. Sin embargo estamos ante un narrador cuya perspectiva de las cosas cambia a medida que se van conociendo particularidades de cada uno de los personajes. No sé si a eso se le puede denominar narrador no fiable, aunque de hecho lo es en el sentido de que en varias ocasiones nos da datos que se contradicen. Sin embargo respecto a su tarea de narrar las afinidades y desavenencias de las dos parejas, yo no diría que es no fiable, sino que simplemente a cada poco se ve obligado a reevaluar su punto de vista sobre los demás. Este aspecto me ha parecido súper interesante porque creo que es algo que a todos nos ha pasado. Todos nos vemos obligados a recomponer nuestro concepto de los demás, contínuamente. Y no por ello nuestra opinón sobre ellos se puede calificar de dudosa o no confiable. Simplemente está supeditada a nuestras impresiones en cada momento de la relación.

Ford logra componer una crítica demoledora a la hipocresía de la sociedad, construida sobre unas apariencias que se demuestran escandalosamente engañosas a poco que se profundice en los individuos. La capacidad de mentir, engañar y ocultar de todos los personajes solo es superable por la tristeza, el daño y el dolor que provocan sus acciones. El propio John se presenta como un individuo tremendamente anodino y desapasionado que simplemente se deja llevar por las convenciones y por lo que se espera de él. También es verdad que su incapacidad para percatarse de las emociones de los demás juega en favor de la narración, ya que cada confidencia que recibe se traduce en un giro en su forma de ver los hechos. En realidad la novela es un drama de proporciones descomunales, pero debido al distanciamiento del narrador y su aparente falta de empatía, yo no lo he percibido como tal. Al menos no en las dimensiones objetivas del mismo. De hecho a lo largo de los capítulos aparecen elementos inequívocamente cómicos, unos agudos golpes de humor incrustados en medio de descubrimientos sobrecogedores. Y por crudo que pueda resultar, es imposible contener la risa.

En definitiva, una lectura apasionante y que recomiendo sin ninguna reserva. Curiosamente, a pesar de que los personajes pertenecen a las clases más pudientes de principios del siglo XX, ni el elitismo ni la exclusividad de su forma de vida me han provocado rechazo. Esto se debe creo yo a que los conflictos que se exponen en la acción son universales e inherentes al ser humano, la esencia de lo que somos, por desgracia. La clase social actúa en este caso como un decorado meramente anecdótico y su sustitución por personajes de clase media, trabajadora o marginales no cambiaría apenas la naturaleza del relato. Pero cuidado que no todo podía ser bueno. Después de leer un libro tan bueno y tan bien escrito se genera cierto recelo de cara a tus próximas lecturas. Porque a ver quién es el autor (autora) que está a la altura de semejante maravilla.

5 comentarios:

Gabriel Diz dijo...

Hola Cities:

Una novela fenomenal que fue escrita hace más de cien años. En mi opinión una obra adelantada a su tiempo que ha envejecido estupendamente.

Saludos

abc dijo...

Una reseña excelente de una de las novelas clásicas del siglo XX. Cuando yo la leí, hace ya años, me impresionó la precisión y elegancia del narrador, frío y desapasionado, aunque está en el meollo de la historia, que contrastaba con la caldera de sentimientos, enredos y engaños que constituyen la base del argumento y se prolongan durante varios años. La novela es una historia de amores apasionados, envuelta entre sedas, balnearios y conversaciones elegantes. O sea: todo este gran mundo de la aristocracia y las clases altas anglosajonas de principios del siglo XX es falso. La elegancia y las buenas maneras encubren otras cosas, insospechadas para nuestro ingenuo narrador, un caballero puritano de Boston, creo. Y este juego del engaño se va descubriendo poco a poco con detalles que salpican la novela, una pequeña enciclopedia de los modos y maneras de las clases altas de 1900. El narrador trata de dotar a sus recuerdos inconexos de una cierta coherencia, al igual que el lector, admitiendo que las cosas pudieron ser realmente de otra manera a como él las recuerda e interpreta tantos años después; este juego ambiguo, casi metaliterario, de apariencia-realidad, le da al libro un notable espesor intelectual y una gran brillantez técnica. Por cierto: sin una gota de pedantería. "El buen soldado" no puede estar mejor escrita y ser más sencilla de leer: transparente, pero falsa; al igual que sus personajes; y es que la procesión va por dentro. A los personajes no se los juzga moralmente. El buen soldado que da título al libro es realmente un tipo estupendo: un oficial inglés victoriano llegado de la India, apasionado, generoso, guapo y de buen corazón. Su historia y la novela terminan allá por 1913, me parece. Se acaba un mundo. Una maravilla de libro.

Saludos cordiales

el convincente gon dijo...

Me alegra que te haya gustado. No las tenía todas conmigo, por aquello de tu rechazo a las clases altas.

Mi opinión sobre el protagonista no es tan benévola como la tuya. Lo veo más como un caradura aprovechado que se hace el distraído y el poquita cosa para dar la impresión de que se mantiene al margen. Pero lo suyo con la chiquita, por ejemplo, es de una desfachatez descomunal. En cualquier caso, la variedad de interpretaciones no deja de ser un signo de que se trata de una gran obra.

Me has dado ganas de releerla y todavía no ha pasado ni un año desde que la leí por primera vez.

Palimp dijo...

Como dije en mi reseña, si me hubieran contado por encima de qué iba, no la hubiera leído nunca. También me dan sarpullido las clases altas. Y sin embargo ¡que novela! No solo me gustó, sino que -como me pasa de vez en cuando con alguna obra de ficción- hizo que tomara algunas decisiones inspirado en el texto.

Cities: Moving dijo...

@Grabriel Diz
@Unknown
@el convicente gon
@Palimp:


Por lo que se ve la opinión sobre este libro es unánime: sin duda se trata de uno de los clásicos universalies de la literatura ante los cuales no hay discusión posible, solo el asombro que produce su luctura. Efectivamente a pesar de tener más de un siglo se trata de un texto super moderno que podría haber sido escrito hace un par de años, ya que todos los recursos que emplea son los que asociamos a la novela contemporánea y además, están empleados con muchísima habilidad. También coincido en que hay más de una lectura posible, sobre todo del personaje de John Dowell. En fin, ha sido todo un acierto haberme dejado aconsejar por @el convicente gon para leerla. Muchas gracias a todos por vuestros comentarios.

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