Como me pasa tantas veces con tantos libros, compré El arte de tener razón solo porque el título me parecía atractivo. El título, el diseño de la portada y la tipografía, las cosas como son. Si hubieran usado un tipo serif seguro que no lo compro. Nada más empezar, en el prólogo a cargo de Franco Volpi, se nos advierte (no en vano 'Advertencia' es como se titula el prólogo), que estamos ante una obra de extensión corta que Arthur Schopenhauer no llegó a publicar en vida. Su contenido formó parte, eso sí, de sus clases, y también se incluyeron partes de ésta en una obra más extensa llamada 'Parerga y Paralimónema'.
Este tomito, al que yo me enfrentaba con un desconocimiento total de su contenido, es poco más que un manual breve que recoge 38 estratagemas diferentes que nos permitirán ganar en una discusión sobre el tema que sea. Tengamos o no razón. Hay bastante referencias a los clásicos griegos de la dialéctica y mucho término culto que puede llegar a despistar, pero en realidad se habla de cosas como dar la vuelta a la tortilla, marear al contrincante mediante palabrería sin sentido, elegir términos que nos hagan parecer mejores que al oponente y escoger para él los que tengan una connotación negativa, etc. etc. Así hasta la 38. La última se recomienda si vamos perdiendo la batalla verbal y tenemos pocas opciones de ganar. Consiste en olvidarnos del tema de la discusión e insultar a nuestro adversario. Ser grosero, maligno, ofensivo. No voy a negar a ratos tiene gracia, y además hay algún apunte de interés sobre la naturaleza humana. Algo que hace la lectura más o menos entretenida. Pero en general resulta un poco tomadura de pelo, la verdad.
El opúsculo de Schopenhauer no llega ni a 80 páginas. El resto del libro hasta completar casi 130 es una aproximación histórica a la dialéctica por parte del prologista, experto en filosofía alemana. Empecé a leerlo y no pasé de la tercera página. Ni lectura transversal, ni nada. Lo cerré.
Pedro Juan Gutiérrez: Anclado en tierra de nadie
Hace 47 minutos
4 comentarios:
Oye, Cities, que Schopenhauer se ha leído tu reseña y me pide que te diga de su parte: "¡Pues tú más!"
De Schopenhauer he leído "El arte de tratar a las mujeres". Otro opúsculo que tiene su gracia, aunque advierto que no te lo puedes tomar demasiado en serio.
Que sepas que si quieres parte dos, Schopenhauer también tiene "El arte de insultar", pero, vamos, me transmite cero curiosidad.
@el convincente gon, @Oriol, @Lucas Despadas: La casualidad ha querido que Peter Singer, con cuya 'Liberación animal' estoy terminando, de un repaso a las posiciones que diferentes filósofos de todas las épocas han mantenido frente a la relación del hombre con los animales. Schopenhauer es uno de ellos, y ya os adelanto que no sale muy bien parado. A pesar de que el filósofo alemán toma conciencia del maltrato que el ser humano infringe de continuo a los animales, trata muy por encima la cuestión de matarlos para comernoslos. Singer apunta que Schopenhauer influyó en la introducción de ideas sobre filosofía oriental en Occidente y que era plenamente conocedor del enfoque que budistas e hindúes hacen de esta cuestión (básicamente que los animales no se matan ni para comer). Sin embargo, en una reacción típica de la disonancia cognitiva cierra la cuestión diciendo: "sin alimento animal la raza humana no podría ni tan siquiera vivir en el norte". Sin que lleguemos a saber el porqué de esa cuestión tan geográfica. Como para repetir con él, vaya.
Publicar un comentario