La verdad es que hace tiempo que vengo observando bastante complacencia en casi todas las reseñas leo. Da igual el género, da igual si es una novedad o un libro editado por última vez en 1972 que se ha rescatado de una tienda de segunda mano. Rara vez algún blog se sale de las líneas maestras que marca el inconsciente colectivo. No sé si se deberá a que la mayoría de bitácoras que comentan libros se nutre de aportaciones editoriales gratuítas y no quieren hacerles un feo, o si realmente el lector medio es muy receptivo y capaz de ver siempre un lado bueno en cualquier texto.
Esta introducción no quiere decir que no me haya gustado Axiomático, una colección de relatos cortos scifi a cargo de Greg Egan. En absoluto, mi enfrentamiento con el mainstream aparece más bien porque prácticamente todo el mundo alaba el lado ciencia ficción dura de sus textos, y justo ahí es donde yo discrepo. Ojo, es encomiable la habilidad del autor para incorporar los últimos avances científicos al género, que ya iba siendo hora, pero es que algunos cuentos se apoyan tantísimo en la ciencia y la tecnología para pretender hacerlos plausibles que según lo veo, pierden fuerza. En mi opinion no lo necesitan: la trama subyacente de todos ellos es tremendamente original y no hace falta una justificación científica hasta el detalle infinitesimal para advertir que estamos ante relatos muy buenos.
Afortunadamente, así es en la mayoría de los casos, de manera que nos topamos con cuentos con sabor a thriller o novela negra en mundos donde la realidad virtual, la ingeniería genética o la nanotecnología permiten hacer cosas impensables hoy dia ('Un Secuestro', 'La Caricia', 'Hermanas de sangre', 'Axiomático', 'El Paseo'). Egan parece tener especial interés en coquetear con los límites de la conciencia humana y el concepto psicológico de "yo" para expandirlo o manipularlo perversamente con ayuda de la medicina o la nanotecnología y de esta forma, plantear conflictos metafísicos al lector ('Aprendiendo a ser yo', 'Cercanía', 'Un amor apropiado', 'La caja de Seguridad', 'Eugene'). Hay también una aventura emocionante y angustiosa basada en un agujero de gusano incontrolado ('Hacia la Oscuridad') que en muchos párrafos me hizo contener la respiración por la emoción.
Sin embargo, para mi gusto hay tres ovejas negras que dejan un sabor agridulce en el lote completo por hilar demasiado fino en el plano hard. Se trata de 'El Asesino Infinito', un thriller sobre drogas y universos multiples, con una insufrible explicación matemática sobre conceptos de topología de conjuntos; 'El virólogo virtuoso', una crítica feroz contra el fundamentalismo religioso, en donde la información sobre ingeniería genética y virología es apabullante; y por último 'El Diario de Cien Años-Luz', que obliga al lector a soportar varias páginas de explicaciones físicas del principio de Causalidad y hacernos ver hipótesis por las cuales es posible que acontecimientos futuros sean conocidos de antemano, algo que sirve para dar cuerpo a esta historia de pareja e infidelidades.
Con todo, insisto en que me ha parecido muy buen libro. Hay más reseñas de esta colección de historias cortas en Simbiontes, el Portal-Cifi y en las reseñas múltiples del Sitio de Ciencia-Ficción.
Pedro Juan Gutiérrez: Anclado en tierra de nadie
Hace 6 horas
2 comentarios:
Sentido de la maravilla. Eso definía en su origen a la ciencia ficción. Al madurar el género, se perdió por el camino.
Pero al leer este libro, volví a sentirlo. A emocionarme ante la nueva realidad que la tecnología puede traernos. Fui de nuevo ese adolescente asombrado ante futuros posibles.
Como los pioneros, Egan trae a la ciencia más vanguardista, y, como aquellos, tampoco la acaba de entender muy bien. Los errores son notorios y algunas situaciones, inverosímiles.
Pero ¿A quíen le importa? A mí no. En su momento hice una reseña, pero la mejor recomendación es que lo leí dos veces en un año.
@Palimp: Un comentario precioso el tuyo, pura poesía. Gracias por pasarte.
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