Al parecer, Madre Noche es la única novela de Kurt Vonnegut sin ningún componente de ciencia ficción, algo que importa bastante poco porque el resultado es magnífico. Las tramas que se van presentando están perfectamente hilvanadas y mediante un buen forro de flashbacks, entretejidos cada pocos capítulos, se va revelando información al lector, que no tiene posibilidad alguna de escapar de la narración a medida que la historia va tomando forma. Relatos bélicos y cuentos de espías, nazis alemanes y nazis americanos, humor negro y personajes absurdos, paranoia y Guerra Fría. Un libro que está además bordado con un montón de frases redondas, ésas que te parecen increíbles por la sencillez de su redacción y lo atinado del juicio que expresan, pero que lamentas que no se te hayan ocurrido a tí. Mi favorita sin duda es la que sigue por el punto nihilista con que se cierra:
"[...] no puedo pensar en términos de fronteras. Esas líneas imaginarias me resultan tan irreales como los duendes y las hadas. Me resisto a creer que señalen el fin o el principio de nada que interese realmente a un ser humano. Las virtudes y los vicios, los placeres y los dolores cruzan las fronteras a su antojo".
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Pedro Juan Gutiérrez: Anclado en tierra de nadie
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