Los últimos meses venía preparando la mini reseña de cada libro nada más terminarlo, porque como ya comenté a finales de septiembre, dejar el resumen de todos ellos para el final conlleva el riesgo de olvidarme de muchas cosas de interés que mencionar. Así que aunque voy a mantener el formato (posts breves, nada de links a otras reseñas, etc.), voy a intentar ir subiéndolos individualmente en la medida de lo posible. De esta manera tengo la sensación de que estoy dedicando algo más de atención al blog. Y para empezar nada mejor que Retrato de grupo con señora, una novela que hace un recorrido por la vida de Leni Pfeiffer, nacida Gruyten, a través de los recuerdos y opiniones que sobre ella tiene su entorno más cercano: amigas, monjas catolicas que fueron sus profesoras, compañeros de trabajo, jefes, etc. Su semblanza abarca desde el auge del nacionalsocialismo en Alemania, cuando era tan solo una adolescente, hasta principios de los 1970s.
Heinrich Böll construye la narración en forma de falso documental: la trama avanza mediante entrevistas con los diferentes personajes; nos da detalles muy visuales y cinematográficos sobre la ubicación en que tienen lugar; se adelantan acontecimientos importantes para engancharnos y a continuación se desarrollan; aprovecha los traslados entre entrevistas para reflexionar y extraer conclusiones, a modo de voz en off sobre imágenes de archivo. También hay una componente metaliteraria importante, pues ante cualquier contrariedad o aparente incoherencia, el narrador se dirige directamente al lector para dejar muy claro que a pesar de los problemas, busca un retrato lo más objetivo posible de la protagonista. Por cierto que Leni no solo es muy callada, sino que además no tiene voz en su propia biografía. Esta paradoja es precisamente la que guía toda la obra, pues el Nobel alemán vuelve a soprender otra vez con una novela que tiene un marcado tono humorístico. Tono que contrasta de manera muy pronunciada con la descripción de todas las atrocidades que los nazis llevaron a cabo. Si a esto le sumamos las miserias humanas que salen a la superficie en situaciones límite, uno se esperaría un dramón de los que te cierran el estómago. Es admirable que bajo ese relato aparentemente ligero (una serie de anécdotas intrascendentes o absurdas para revelarnos quién es Leni), Böll sea capaz de exponer con pelos y señales todas las barbaridades que los alemanes llevaron a cabo durante la II Guerra Mundial. Y lo hace con tal habilidad que parece que solo las menciona porque nos permiten entender la persona en que Leni se ha convertido.
Por ponerle alguna pega, tengo que reconocer que el número de personajes es muy elevado. Por momentos he tenido que pararme a pensar quién era quién y cuál era el origen de su relación con la protagonista, ya que una vez presentados el narrador/autor da la palabra sin descanso a uno tras otro para que nos den su visión personal de acontecimiento tras acontecimiento. Pero bueno esto es marca de la casa, casi todas las obras de este escritor exigen mucha atención al lector. Eso sí, el esfuerzo se ve recompensado con creces por la satisfacción que producen sus libros.
John Tresch. La razón de la oscuridad de la noche
Hace 2 horas
6 comentarios:
Leí esta novela hace más de treinta años y poco retengo de ella, pero sí una imagen que me ha quedado grabada. Cuando Leni se enamora del prisionero ruso y durante los bombardeos van juntos a la cripta a hacer el amor apasionadamente mientras dura el lanzamiento de bombas. No sé más. Recuerdo que me gustó mucho y no se me hizo lioso la abundancia de personajes. Lo cierto es que no la tengo muy presente a estas alturas. Saludos.
Da gusto tenerte de vuelta. A mi Böll me satura mucho precisamente por lo que señalas, requiere de muchísima atención por parte de quien lee. No es para cualquier momento ni la va a disfrutar todo el mundo. Eso sí, la satisfacción de enterarte de lo que va pasando es muy grande.
¡Has vuelto! ¡¡¡Bien!!!
Después de 10 reseñas de Böll has conseguido que me apetezca leer uno de sus libros. Esa estructura de falso documental que comentas me atrae mucho (creo que ya habías comentado algo parecido sobre El honor perdido... y me lo anoté mentalmente, aunque todavía no lo he leído).
¿Será este el año de Cortázar? ¿Cuántos libros de Ballard te guardas en la recámara? ¿No se han comido los ácaros todavía todos los libros de Farmer que quedan en España? ¿Habrá sorpasso de Lem en tu lista de autores más reseñados? ¿A cuántos autores antropocéntricos harás morder el polvo?
Dios, cuánta expectación.
@Joselu: La relación de Leni con el prisionero ruso tiene mucho peso en la trama, así que no me extraña que sea lo poco que recuerdas. Me alegro de que la disfrutaras, a mí también me ha encantado, el tema de la sobreabundancia de personajes no deja de ser un mal menor. Gracias por pasarte por aquí.
@Lucas Despadas: No es nada densa si la comparamos con Billar a las nueve y media, pero a nivel de personajes y estructura tiene un formato bastante parecido. Gracias por tu fidelidad, a ver si consigo prestarle un poco más de atención al blog .
@el convincente gon: Intentaré mantener el nivel de expectación que me exigís todos seguidores. Ya te adelanto que tengo tres libros de PKD pendientes y quiero dar cuenta de ellos en 2020, así que veo difícil que algún autor lo supere (porque si no me equivoco Lem está tercero a fecha de hoy). ¡No pierdas detalle!
Ya me he leído " El honor perdido..." y me ha gustado mucho. La verdad es que tus reseñas me son muy útiles para anticipar si un libro me puede gustar o no:
- Ciencia ficción: te gustan muchas más cosas y en mucha mayor medida que a mí; si no es Sturgeon mejor pasar.
- Humor: no nos hacen gracia las mismas cosas; si algo te hace gracia, mejor pasar.
- Drogas y autodestrucción: nunca jamás leer un libro que te encante por esa temática.
- Ejercicios estilísticos apreciables: confiar.
- Clásicos: no tener demasiado en cuenta que a ti no te haya gustado, pero sí tenerlo en cuenta en caso de que te haya gustado.
Con Cortázar te la juegas. Te aviso.
Nota para nuevos lectores del blog: no soy un troll ni un hater de Cities, solo un pesado que se cree simpático. Perdónenme.
@el convincente gon: Tienes que pasarnos la metodología que usas para realizar esos análisis tuyos tan completos ;) Me alegro de que lo hayas pasado bien con Böll y Blum. Ha sido una apuesta inteligente porque es una novela divertida, crítica y tb. bastante corta en extensión.
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