
Marie es católica, pero ella y Hans no estaban casados. Esta circunstancia y el ateísmo de su compañero han estado siempre en conflicto su fe, tanto que al final, y a pesar del gran amor que se tenían, ha provocado la separación. El payaso telefonea desde casa a sus amigos, conocidos y familiares, buscando ayuda económica y respuestas. Según sea su relación con el interlocutor, va desgranando sus opiniones sobre los diferentes factores que han intervenido en esa ruptura. Sus apreciaciones son tremendamente perspicaces, inteligentes y se expresa a la vez con una ironía y una determinación admirables.
A la cabeza de sus críticas lógicamente se encuentra el catolicismo, religión hipócrita obstinada en hacer notar su opresiva y castradora presencia en la sociedad (dicho sea de paso, nada que no sepamos los españoles). La rabia de Hans se manifiesta a través de los diferentes integrantes del grupo católico del que su ex formaba parte, y donde a la postre estaba el que pasó a ser el esposo de Marie. No obstante también tenemos oportunidad de revivir el clima social y político que existía en Alemania a principios de los 1960s. Es incuestionable la vergonzosa presencia del nazismo como recuerdo muy fresco y palpable en forma de antiguos dirigentes transformados en altos cargos gubernamentales o gestores de grandes empresas. También la funesta y aniquiladora influencia de la familia y de la educación reciben gran parte de los reproches de Schnier. A medida que el día pasa y cae la noche, el clown va levantando cabeza, incluso su dolorida rodilla mejora ostensiblemente. A pesar de no haber aclarado gran cosa ni haber conseguido un marco de nadie, vemos que vuelve a tomar las riendas de su vida. Heinrich Böll nos regala al acabar esta narración el que para mi gusto es uno de los finales más fantásticos y bien ideados que se han podido escribir nunca.
Más comentarios sobre Opiniones de un Payaso en Solo de Libros y El Marcapáginas de la UNED. En La Pasión Inútil y Crítica de libros hay dos análisis super detallados de esta novela.
Se me olvidaba, la cubierta de la edición que he leído es otro trabajo de Yzquierdo para el Círculo de Lectores.