David es un chico de apenas dieciocho años que ha vivido siempre en un pueblo de algún estado sureño de los EEUU. Sin embargo cuando lo conocemos está haciendo su primer viaje en tren alejándose del valle, el único lugar que había conocido hasta entonces. Desde el incómodo asiento del vagón, el joven nos relatará su vida a modo de memorias. Empezando con sus primeros recuerdos, con unos cuatro años, hasta llegar a las circunstancias que le han obligado a dejar atrás el que hasta entonces era su hogar.
Creo que La conjura de los necios es el libro que más veces he leído. Tres o cuatro, tampoco puedo afinar más. Y nunca me ha defraudado. Es más, con cada lectura he ido añadiendo detalles y matices a esa maravillosa novela de John Kennedy Toole. Por lo tanto era cuestión de tiempo que me hiciera con La Biblia de neón, la otra novela que nos dejó este malogrado autor. Se trata de una novela de crecimiento en la que el protagonista se va enfrentando a toneladas de prejuicios desde su más tierna infancia. La trama abarca el periodo desde finales de los 1930s a principios de los 1950s. Por tanto se enfrenta a los últimos coletazos de la Gran Depresión y a la economía de guerra provocada por la II Guerra Mundial. Y a las penurias económicas se unen la intolerancia y el fanatismo religioso que domina la pequeña ciudad en que vive. A decir verdad la novela es un dramón con las seis letras y son pocas las oportunidades que se le presentan a David para ser feliz.
Estamos ante un texto primerizo que Toole escribió cuando tan solo tenía dieciséis años. Evidentemente eso se nota en el estilo, que desprende cierta ingenuidad y candor literario (frases y estructuras muy sencillas; repetición de ideas, palabras y expresiones, etc.). Sin embargo, las reflexiones que transmite son de una madurez tal que quitan importancia a esa simpleza. El por aquel entonces jovencísimo autor norteamericano no deja títere con cabeza y expone sin tapujos la bajeza moral de todos aquellos que en nombre de Dios y la decencia marginan y excluyen al diferente. Así, desde pequeño David se posiciona contra una sociedad que abusa de los débiles (él mismo), las mujeres que no encajan en el modelo de madre y esposa (su propia tía, actriz y cantante retirada), los homosexuales (uno de sus profesores del colegio), los enfermos mentales (su propia madre), etc. En ese sentido destaca la sensación de incredulidad y estupefacción que transmite el texto, los que uno esperaría de alguien que se tiene que enfrentar por primera vez a las miserias del ser humano. Desde mi punto de vista resulta imposible no admirar a un escritor adolescente capaz de enfrentarse a un tema tan complejo como éste y hacerlo con esa sensibilidad. Lo cual no es óbice para reconocer que esta novela ha visto la luz por ser de quien es y por las circunstancias que lo rodearon (el propio Toole admitió en una carta a un editor que el libro era malo).
"Clorofilia" de Cristina Jurado se publicará en inglés
Hace 30 minutos
4 comentarios:
Joyita primeriza del gótico norteamericano. La Biblia de neón como símbolo de una falsa religiosidad que encubre todo tipo de mentiras, represiones y violencias. Y la lucha desesperada del protagonista para salir de este círculo de piedad infernal.
Saludos
@abc: Para ser una novela escrita por un joven de 16 años a mí me ha parecido bastante decente.
La conjura de los necios, de Toole es junto al proceso, de Kafka. Dos ejemplares que siguen aguardando en mi biblioteca hace años, tal vez ya es momento de por lo menos leer la novela del norteamericano. Excelente reseña.
@Escritor anubarrado: Cruzo los dedos para que te guste. Al igual que somos legión los fans y defensores acérrimos de 'La conjura de los necios', no son menos quienes la detestan con toda sus fuerzas. Ya nos contarás a qué grupo te incorporas una vez la leas.
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