A finales del siglo XXI los viajes en el tiempo son habituales, gracias al descubrimiento tan solo dos décadas antes del concepto de submente/sobremente a cargo del doctor Wenlock. Estos viajes no necesitan de ninguna tecnología, sino tan solo de la activación de ciertos estados alterados de conciencia con la ayuda de una droga psicoactiva, el CSD. Una de las particularidades de dichos desplazamientos es que solo se pueden realizar a épocas muy remotas, siendo imposible -al menos por el momento- desplazarse a periodos en los cuáles la humanidad ya estaba sobre la faz de la Tierra. Edward Bush es un artista especialmente hábil a la hora de desplazarse por el continuo de tiempo que trabaja para el Instituto Wenlock . Tras una última estancia de más de dos años explorando pretéritas eras geológicas, regresa a su presente en 2093 para encontrarse con que una dictadura militar ha tomado control de su país debido a graves conflictos económicos y sociales derivados, precisamente, del auge de los viajes en el tiempo. El nuevo gobierno quiere contar con sus singulares destrezas para hacer frente a una corriente disidente que amenaza con desmontar los conceptos más básicos de la realidad sobre la que se fundamenta la existencia humana tal y como la conocemos.
Unos días atrás falleció Brian W. Aldiss, el viernes 19/08/2017 para ser exactos. Elogiado como uno de los grandes autores de la New Wave británica, yo hasta el momento no había conseguido leer nada suyo que me hiciera alinearme con esa opinión. Así que cuando me enteré de su óbito me propuse intentarlo de nuevo. Hice un amago con A cabeza descalza, recomendada hace años por un conocido muy aficionado al género. Pero no era el momento para algo tan... er... digamos "experimental". Así que lo dejé a un lado rápidamente y me puse con otro de sus textos más conocidos, Criptozoico, que una vez terminado, puedo decir que tiene muchos elementos que lo hacen atractivo y que se pueden etiquetar como propios de la "nueva ola", pero que para mi desgracia, fracasa globalmente.
No voy a quitarle los méritos en ningún caso, pues hay que reconocer que todo el planteamiento de viajes temporales, con sus condicionamientos y características concretas es muy original. Tanto es así que por momentos he llegado a pensar que sirvió de inspiración a Ken Russell para Altered states, (1980), conocida en España como Viaje alucinante al fondo de la mente. Los fundamentos científicos que los sustentan son muy endebles y dan un poco de lástima, pero bueno como se habla de física (entropía, efecto doppler, gases, etc.), de psicología (percepción, procesos cognitivos, etc.) o fisiología/psiquiatría (organización del cerebro, teoría freudianas, etc.), dan el pego. Si uno se deja llevar y no es demasiado exigente, encajan decentemente. Por otro lado los elementos distópicos consiguen dotar a la trama de una atmósfera opresiva y falta de esperanza muy bien lograda. También hay referencias puntuales al mundo del arte (no olvidemos que el protagonista realiza composiciones espaciocinéticas) bastante interesantes, que visualmente se adaptan muy bien con las sensaciones que se intentan transmitir mediante la espacialización del tiempo en que se fundamenta la novela. Entoces, ¿qué hace que la novela sea un fiasco? Pues nada más y nada menos que un error de manual que uno no espera de un supuesto maestro de la ciencia-ficción. Aldiss se mete en un berenjenal argumental de tres pares de narices del cual no va a conseguir salir con dignidad, así que pierde los papeles y recurre al deus ex machina para poner punto final a la narración. Y eso, en mi humilde opinión, es tomarle el pelo lector. Tenéis una reseña en el Sitio de Ciencia-Ficción, donde recomiendan la novela e interpretan positivamente el final como una "sorpresa" que espera al protagonista, y otra más en Kindlegarten, muy extensa y mucho más certera según mi experiencia personal con el libro.
Bien tarde en el día, de Claire Keegan
Hace 3 horas
2 comentarios:
Recurrir al "deus ex machina" es algo "normal"...pero en la televisión, suiendo perjudicial si está en el papel, no obstante también he visto buenas críticas de este autor. Lo mejor es siempre leer dos o tres obras y evr si son todas simialres, me pongo en ello apenas termine algunos títulos que tengo en la mesita. Buena reseña :)
@Scabbers: La novela está bastante bien, solo flaquea (y mucho) el final. Una pena que Aldiss no pudiera cerrarla con más maña. Gracias por pasarte por aquí.
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