Finales de los 1970s. Walter F. Starbuck es un funcionario anodino de algo más de sesenta años que fue condenado por su implicación en el escándalo de Watergate. Hoy termina su condena en una cárcel de mínima seguridad y se reincorpora a la sociedad. Lo acompañaremos en sus primeros días de libertad tras salir de prisión y conoceremos su historia, que nos narrará a modo de memorias.
Durante un discurso en el festival de Cannes de 2018, Spike Lee dijo que "EEUU se construyó sobre el genocidio de los pueblos nativos y la esclavitud". Tras leer Pájaro de celda de Kurt Vonnegut resulta difícil no incluir a la clase obrera en la perversa lista de colectivos que han sido utilizados y diezmados para crear ese estado ruin. De la mano del protagonista recorreremos alguno de los episodios más oscuros del movimiento obrero en USA. Algunos de ellos son bastante conocidos, como el caso de los anarquistas Sacco y Vanzzeti o el de las chicas del Radio, pero en un quiebro metaficcional, personajes reales y ficticios se entremezclan con otros casos de abusos sobre la clase trabajadora, que según nos explica el propio autor en el prefacio, son producto de su imaginación pero tienen una contundente y siniestra base real detrás.
Conociendo la afinidad de Vonnegut por el socialismo, a nadie sorprenderá en tono de denuncia que destilan todas y cada una de las páginas de la novela. Reciben merecidas críticas también la persecución de los comunistas norteamericanos durante el mccarthismo, la corrupción del gobierno de Nixon o los vericuetos de las grandes corporaciones. El autor norteamericano no tiene pelos en la lengua y cuestiona sin ambages el capitalismo y el supuesto "sueño americano". Podrá gustar más o menos, pero sus argumentos son imbatibles. Sin embargo que nadie espere un panfleto incendiario. Su prosa es amable y tranquila. Si hay un sentimiento que transmite, es la aceptación de la naturaleza humana tal cual es, incluyendo por supuesto la resignación ante sus aspectos más mezquinos. En ese sentido se puede decir que este título complementa a Birlibirloque, ya que tanto en planteamiento como en forma es totalmente similar. Por supuesto queda totalmente recomendado.
Gracias por la reseña, que me parece espléndida e invita a releer a Kurt Vonnegut. Leí "Pájaro de celda" hace ya mucho, lo menos veinte años, o más, cuando Vonnegut era uno de mis escritores favoritos. El estilo simpático y sencillo de Vonnegut, pero de una sencillez que se nota muy trabajada y calculada, con sus notas constantes de crítica a la sociedad yanki, resulta seductor por fuerza para cualquier veinteañero aficionado a leer. Vonnegut parecía un saltimbanqui o un payaso, pero eso le añadía encanto. Era como el bufón que ante la corte cuenta las verdades del barquero envueltas entre chistes, falsos halagos a los poderosos y una leve crítica permitida, no sea que peligre su cabeza. De hecho, en los 60 Vonnegut era un ídolo en los campus norteamericanos de la contracultura, la condena de la guerra de Vietnam, las luchas raciales etc. Todos estos conflictos atraviesan de parte a parte su narrativa. Pero la gracia de Vonnegut es que su literatura nunca es panfletaria: su ironía, humor y trabajada sencillez se lo impiden. El tono naif de Vonnegut refuerza la sátira, haciéndola demoledora. Denuncia las lacras sin retórica, que es lo mejor para llegar al fondo de la cuestión a través del absurdo y un humor en ocasiones negrísimo. Vonnegut es un autor deliberadamente sencillista, pero en absoluto sencillo. La verdad es que la mayoría de sus libros resultan muy entretenidos, lo que a mi parecer es otro valor añadido, y de muchos quilates. Coincido totalmente con la reseña: hay que leer y disfrutar con Vonnegut. Desde sus primeras novelas de ciencia ficción hasta sus cuentos, pasando por el imprescindible "Matadero Cinco."
ResponderEliminarY efectivamente Vonnegut era socialista. Se reconocía como tal. En su época, esto era algo herético en los EEUU. Ahora, muchos norteamericanos se declaran socialistas sin miedo y hasta con cierto orgullo. En esto, Kurt Vonnegut fue un precursor dentro del progresismo yanki. Claro que su socialismo es un socialismo liberal y democrático, incluso libertario, como corresponde a un norteamericano en la estela de Mark Twain. Su desenfado literario, su originalidad y sus ideas liberales hacen de Vonnegut un clásico de la literatura norteamericana. No hay excusas para no leerlo.
Saludos cordiales.
@abc: Como muy bien dices Vonnegut tenía muy buena mano para hacer crítica porque no era ofensivo para nada, y eso consigue que sus jucios sean más inapelables todavía. Yo me acerqué a su obra desde la ciencia-ficción pero ahora mismo creo que sus novelas al margen del género son también imprescindibles. Como siempre gracias por tus apuntes, es un placer leer tus apreciaciones, tan ricas y acertadas. Encantado de que pases por aquí.
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