Los 16 cuentos están protagonizados por personajes vapuleados por la vida. Ya sea debido a la soledad, la vejez, la pobreza o saberse diferentes, no les queda otra opción que romper con los preceptos del judaísmo en mayor o menor medida. A veces defraudan a su comunidad, pero en otros títulos se burlan de ella o la engañan, con lo cual terminan siendo repudiados. Puede ocurrir también que vayan un paso más allá y se entreguen a la lujuria, o se dejen seducir por la vanidad, o los celos les hacen cometer actos terribles. En general hay un tono de frustración, tristeza y pena muy acusado en todos los textos. La religión es a la vez refugio, salvación y condena, aspectos que Singer planteó en muchas de sus obras. También nos dejó claro su compromiso con el vegetarianismo, así que no es de extrañar que en algunos vuelque su ideario en favor de los animales.
Otra característica común es la localización de las historias: salvo contadas excepciones, siempre transcurren en pueblos y aldeas cercanas a Lublin, Polonia, que es otra constante en su obra. Y por último hay una clara componente fantástica en muchos de los cuentos. Así nos encontramos con demonios, casos de reencarnación, personajes que mueren y van al otro mundo o una originalísima interpretación de la esfera de existencia de las almas.
Os dejo la lista de títulos a continuación. La verdad es que me ha parecido un volumen mucho más contundente y entrentenido que Un amigo de Kafka, del que tengo un recuerdo bastante insulso. Sin duda, mostrar el dolor y los desengaños asociados a la vida del hombre en la Tierra ha jugado claramente a su favor.
- Taibele y su demonio (*)
- Grande y pequeño
- Sangre
- Solo (*)
- Esther Kreindel segunda
- Jachid y Jechidah
- Bajo el cuchillo
- El ayuno
- El último demonio (*)
- Yentl, el muchacho de la yeshiva (*)
- Tres historias
- Zeidlus, el Papa (*)
- Una boda en Brownsville
- No deposito mi confianza en hombre alguno
- Cunegunde
- Viernes breve (*)
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