Desmond Pepperdine es un adolescente mestizo de 15 años que vive con su tío, Lionel Asbo, en una torre de viviendas sociales en Diston Town, un degradado suburbio de Londres de mayoría blanca. Su madre, Cilla, murió de un accidente estúpido cuando él tenía 12 años. Cilla fue la mayor de una familia completamente disfuncional de 7 hermanos. La abuela de Des se quedó embarazada de ella recién terminada la escuela primaria, a los 12 años de edad. Grace, que así se llama la matriarca, tuvo 6 hijos más, todos ellos de padres diferentes, a cada cual de rasgos y nacionalidades más exóticas. Bueno, todos nos, porque tanto Cilla como Lionel son hijos del mismo individuo, de fenotipo y rasgos tipicamente británicos, de ahí que en Diston les llamaran "los gemelos". Cuando conocemos a Des, está teniendo una aventura sexual con su abuela, que está a punto de cumplir los 40, algo que en ese barrio marginal significa entrar en la vejez, pues la esperanza de vida de los residentes es poco más de 60 años. Esta relación carnal e incestuosa inquieta profundamente al jovencito, no solo por las cuestiones morales implicadas, sino además porque su tío Lionel es un criminal de poca monta aunque bastante violento que ha pasado en numerosas ocasiones por correccionales y cárceles, condenado por vandalismo, robos, palizas, etc. Muy lógicamente, Des sospecha que su tío no va a ver con buenos ojos que nieto y abuela tengan sexo, así que cuando a los oídos del macarra llega la noticia de que su madre vuelve a las andadas con los hombres, Des empezará a tener motivos serios para preocuparse
Martin Amis ha escrito en Lionel Asbo una sátira muy cruda donde describe a la perfección la sociedad inglesa, de ahí el subtítulo "El estado de Inglaterra". Los tópicos de dicho país van cayendo uno tras otro y componiendo una historia que aúna elementos de comedia negra, drama social, novela romántica y novela negra. Así por ejemplo, los tabúes sexuales o precocidad sexual de la clase obrera de las islas británicas me han recordado a algunos sketchs de Little Britain. La terrible precariedad de la existencia de la clase trabajadora inglesa entronca directamente con el realismo social de Ken Loach. El matonismo de Lionel es reflejo de la violencia estructural de los más desfavorecidos de Inglaterra, tan habitual en campos de fútbol o en salidas nocturnas durante las vacaciones alcohólicas que suelen pasar en la Costa Brava, Mallorca o la Costa del Sol. De hecho su personaje es tan cliché que parece sacado de cualquier película de gánsters británicos de Guy Ritchie. Y el golpe de efecto al hacer que este amenazador y robusto delincuente gane un desorbitado premio en la Lotto, permitirá además que el autor saque las vergüenzas al insoportable clasismo que asfixia al Reino Unido desde tiempos pretéritos.
No obstante, la novela no llega a la altura de otros títulos de Amis; me ha parecido muy entretenida pero a la vez insustancial. Reconozco que recoge críticas muy válidas a la sociedad británica, tanto a problemas coyunturales que vienen de antiguo (clasismo, racismo, etc.), como a formas de inmundicia creadas más recientemente (la glorificación de la belleza física sobre el intelecto, el envanecimiento de la incultura, criminalización de la clase trabajadora, la influencia perniciosa de los medios de comunicación en el encumbramiento del lumpen, etc.). Sin embargo al desarrollo de los diferentes temas le falta consistencia, por lo que a medida que pasan los años y se suceden acontecimientos -por lo general más tristes que alegres-, me queda la impresión de que se trata de hechos aislados enlazados con poco éxito. Como decía un poco más arriba, curiosa y fácil de leer, pero con poca sustancia. Por supuesto, se trata como siempre de una opinión personal, aunque por lo poco que he podido leer en la blogosfera, no ha despertado excesivos entusiasmos. Veáse si no Libros... ¿y por qué no? o el blog de Jordi Corominas i Julián.
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